Panorama turístico en el Campo de Campo de Gibraltar de 1918 a 1939 (y III)
● Los trasatlánticos que recalaban en Gibraltar huyendo de la ley seca en Estados Unidos suponían un foco continuo de atracción de turismo, así como actividad para los hoteles
UNA veUno de los principales motivos de la instalación de las oficinas del Patronato Nacional de Turismo en el Campo de Gibraltar fue indudablemente la gran afluencia de turistas que bajaban de los grandes trasatlánticos que recalaban en Gibraltar.
En efecto, en los primeros años posteriores a la I Guerra Mundial el paso de los “cruceros extranjeros por los puertos españoles fue un suceso más bien ocasional”. De hecho, si exceptuamos el desembarque de algunos contingentes en el puerto de Cádiz, la visita a España seguía realizándose, en general, con una escala en Gibraltar.
Por lo tanto, después de la I Guerra Mundial el puerto de Gibraltar se había convertido en escala de los trasatlánticos que cruzaban el Estrecho. La ley seca, implantada en los Estados Unidos entre 1919 y 1933, había dado lugar al booze cruise a México y Canadá de las clases medias norteamericanas; mientras que las clases más elitistas viajaban a Europa, el Mediterráneo oriental o incluso daban la vuelta al mundo, como la Golden jubilee cruise que realizó el famoso RMS Samaria entre 24 de enero y el 31 de mayo de 1923, recalando en Gibraltar. “En cuanto a las largas expediciones eastboard, los buques solían recoger nuevos pasajeros en las primeras escalas europeas, siendo el puerto de Gibraltar el de mayor confluencia, por ejemplo, de la clientela británica”.
Y esta af luencia de turistas al Peñón repercutía en la comarca: Además del tráfico de pasajeros con Gibraltar, a mediados de la década de los 20 existía un tráfico de turistas extranjeros que eran trasladados al puerto de Algeciras por los vapores de la Compañía de Vapores del Sur de España después haber llegado a la colonia inglesa a bordo de trasatlánticos, […] para continuar viaje por vía férrea a otros puntos de Andalucía y de España.
Agencias de viajes Un factor muy destacado para el buen desarrollo del turismo era el papel que jugaban las agencias de viajes. En la comarca del Campo de Gibraltar las agencias de viajes tenían sedes en Algeciras y Gibraltar: Los Centros organizadores de excursiones, Agencias de viajes y los turistas en general, que visiten Andalucía, pueden dirigirse para pedir informes, folletos, etc., a las siguientes oficinas: En Algeciras: Compañía Internacional de COCHES-CAMA, Sociedad de Automóviles de Cádiz a Algeciras, Sur del Río. ‘Viajes Bakumar’, J.L. Torres, 2. En Gibraltar: Sres. Thos Cook & Son, Main Street, 56. ‘Viajes Bakumar’, Main Street, 169 (369).
De todas estas agencias, la más importante era la Thomas Cook (Thos Cook & Son). El inglés Thomas Cook fue un empresario conocido por ser la primera persona en crear un viaje organizado y la primera agencia de viajes, por eso su lema era “Creadores del turismo universal”.
Con más de trescientas sucursales repartidas por todo el mundo en 1929, en Sevilla tenía su sede en la calle Cánovas del Castillo, 18.
La Compañía Internacional de Coches-Cama, (Compagnie Internationale des Wagons- Lits) fue fundada en 1876 por el ingeniero belga Georges Nagelmackers. A partir de 1883 cambió su denominación por la de Compañía Internacional de Coches Cama y de los Grandes Expresos Europeos. Esta compañía estaba muy extendida por toda Andalucía.
Por su parte, Viajes Bakumar Baquera, Kusche y Martín S. A. Málaga-, que tenía su sede en la plaza de Adolfo Suárez de Figueroa de Málaga, llegó a editar un libro para el turista: Andalucía, Guía del Turista, 1929, escrito por Fritz Koethke.
Sin embargo, esta vorágine expansiva que se estaba viviendo en la comarca se amortiguó de golpe cuando el 11 de enero de 1930 se incendió el Hotel Reina Cristina. Días después del suceso del Hotel Reina Cristina, el 28 de enero de 1930, dimite el general Primo de Rivera. Parecía que estos acontecimientos no eran más que el ref lejo de la crisis económica que se estaba empezando a vivir a raíz del crack de la bolsa de Nueva York (la crisis del 29).
Estos años coincidieron con la presencia del gobernador militar de Gibraltar, sir Alexander Goodle; persona muy interesada por el fomento de la colonia, inaugurándose en julio de 1930 el Museo de Gibraltar gracias a su iniciativa.
Meses después, el 14 de noviembre, procedentes de Cádiz, el conde de Cimera, presidente del Patronato Nacional de Turismo, y José Antonio Sangróniz, secretario de dicha entidad, habían marchado a Algeciras y Gibraltar para visitar las nuevas oficinas del Patronato instaladas en dichas ciudades.
El Patronato Nacional de Turismo republicano
Este periodo culmina con la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931. En efecto, la llegada de la República supuso un cambio relativo en la administración turística española. Nada más iniciada la andadura del nuevo régimen, se disolvía la Junta del Patronato -17 de abril de 1931-, asignando las funciones de su presidente al Director General de Turismo, Claudio Rodríguez Porrero, quien fue el encargado de confeccionar una memoria. A la luz de la memoria y viéndose su importancia, su organización y funcionamiento, tras un eclipse de siete meses, en diciembre de ese mismo año, se restauraba el Patronato con algunas variantes. Los objetivos, sin embargo, siguieron siendo los mismos, aunque se tuvo que hacer frente a una crisis internacional que afectó de lleno al sector turístico español, que tampoco lo tuvo fácil en un país con una inestabilidad interna en aumento. Por todo ello, el Patronato republicano tuvo que amoldarse a las nuevas circunstancias sociales y económicas.
En cuanto a la actuación del Patronato en el Campo de Gibraltar, en primer lugar, y siguiendo su política de contención de gastos, desaparece la oficina del Patronato del Kursaal, que se llegaría a transformar en un Instituto de Enseñanza Media, aunque siguió en funcionamiento la oficina instalada en el puerto de Algeciras.
También el Patronato republicano edita un nuevo folleto que va a sufrir algunos cambios con respecto al anterior; sobre todo para subrayar la impronta del nuevo régimen. El nuevo folleto sigue manteniendo la misma estructura, aunque cambia el nombre y el diseño de la portada donde figura en la cabecera “República Española”, flanqueada por el escudo de la República y el nuevo escudo del Patronato Nacional de Turismo (PNT). También cambian algunos nombres de calles, plazas y hoteles, así el Hotel Reina
Cristina cambia por Hotel Cristina cuando reabre sus puertas en 1932, el Parque María Cristina por Parque García Hernández, etc.
Por otro lado, aunque se mantienen los datos geográficos e históricos, se actualizan algunos (Algeciras 30.000 habitantes). Seguidamente aparecen algunos indicadores muy útiles como “Hoteles”, “Bar-Restaurants”, “Centros Oficiales”, “Garajes y talleres de reparaciones”, “Autos de alquiler”, “Bancos”, “Excursiones” y “Guía del Turista”.
En la “Guía del Turista” se informa de los diferentes trayectos y las empresas de autobuses que prestan sus servicios: Algeciras-Cádiz, Transportes Generales; AlgecirasJerez-Sevilla, La Valenciana; Algeciras-Jerez-Sevilla, El Rápido; y Algeciras-Málaga, Portillo. Todas estas empresas tenían sus oficinas en la Acera de la Marina, denominada ahora F. Ferrer. Igualmente en el folleto aparecen las “Comunicaciones ferroviarias”, las “Comunicaciones con África”, con dos servicios diarios a Ceuta de la Compañía Trasmediterránea (7 y 15 horas), y uno a Tánger; además de los servicios de los vapores “Algeciras-Gibraltar”. Por último, también informa del “Servicio marítimo de pasajeros y precios desde Gibraltar”, donde operaban las siguientes líneas -unas para Londres y otras para Liverpool, haciendo algunas de ellas escala en Tánger-: P&O, Orient Line, Bybby Line, Henderson Line, Anchor Line, Union Castle Line, British India Line, N.Y.K., Rotterdam Line, Navigazione Generale Italiana -regular entre Italia, Gibraltar y Nueva York-, y Blan Line -regular para Tánger y Casablanca-. Con respecto a las infraestructuras en Algeciras, merece la pena destacar la finalización de los trabajos de prolongación del muelle de la Galera en el año 1932, con lo que se daba término a la construcción del emblemático muelle. Al año siguiente también finalizan las obras del rompeolas de Isla Verde; construcción fundamental para salvaguardar de los temporales el muelle de la Galera.
En cuanto al resto de la comarca, en Gibraltar se mantiene la oficina de turismo del Patronato, a pesar del cierre de otras oficinas en el exterior. Igualmente, en 1932 se inaugura el magnífico Hotel Rock, de tipo racionalista en la construcción y art decó en la decoración, con bellos jardines e increíbles vistas a poniente, que va a suceder como primer hotel gibraltareño al Hotel Bristol. Mientras tanto, los trasatlánticos, una vez superada la crisis de principios de los treinta, continuaron llegando de forma continua al puerto Gibraltar. Precisamente en agosto de 1933 el trasatlántico SS Rex de la Italian Line, orgullo de la marina italiana, logra el Blue Riband -el Lazo Azul que se otorgaba al récord de viajes más rápidos-.
También en Campamento, se siguieron celebrando las famosas carreras de caballos, organiza- das por la citada Sociedad de Caballos de Andalucía, y los partidos de polo. Además, en diciembre de 1935, se empieza a construir un canódromo, que no llegaría a acabarse debido al comienzo de la Guerra Civil. En efecto, el 17 de julio de 1936, se produce un golpe de Estado en Melilla y pronto la comarca se suma a la España “nacional”, por lo que todo lo relacionado con el turismo pasa a un segundo plano -aunque en la zona nacional se creó el Servicio Nacional de Turismo, por ley de 30 de enero de 1938-, pero este tema se sale del ámbito de esta comunicación.
Artículo publicado en el número 53 de Almoraima, Revista de Estudios Campogibraltareños (octubre de 2020).
De todas estas agencias, la más importante era la Thomas Cook