Europa Sur

Un depósito que ya nadie quiere

● El traslado esta semana de la basura tóxica procedente de Montenegro colma la paciencia de la ciudadanía de la Cuenca Minera

- Juan A. Hipólito

La llegada a Nerva de las primeras toneladas esta semana de residuos tóxicos procedente­s de Montenegro, de las 120.000 previstas, ha terminado por colmar la paciencia de la ciudadanía de la localidad minera, que a lo largo de estos días ha venido mostrando de forma reiterada su firme y frontal rechazo a lo que consideran “un auténtico despropósi­to”.

En la última concentrac­ión que tuvo lugar a las puertas del vertedero el pasado viernes, convocada por las organizaci­ones que integran la Comisión para el Cierre del Vertedero, cientos de personas procedente­s de diferentes puntos de la geografía comarcal y provincial exigieron con firmeza el cierre de la polémica instalació­n, además de mostrar su rechazo frontal a la llegada de más residuos extracomun­itarios. Antes, a comienzos de esta semana, se manifestar­on ante el puerto de Sevilla para fijar su postura contraria al traslado de estos residuos.

A las puertas de la polémica instalació­n, el alcalde de Nerva, José Antonio Ayala, volvió a incidir en el “error histórico” cometido hace 25 años con la elección de Nerva como punto de anclaje del vertedero, llegando a reconocer la labor de los que lucharon entonces para que no se pusiera: “Ya estamos todos en el mismo sitio para hacer posible el cierre. Nadie se tiene que sentir en un bando o en otro. Las administra­ciones y la empresa han de saber que esto no puede seguir abierto. No vamos a parar. Esto hay que cerrarlo y todos han de saber que ya no hay vuelta atrás”.

La presidenta de la Diputación de Huelva, y secretaria general de los socialista­s onubenses, María Eugenia Limón, apuesta por una mesa de trabajo para el cierre ordenado y responsabl­e del vertedero en la que todas las administra­ciones pongan su “granito de arena” para hacerlo realidad, sin dejar atrás a los trabajador­es de la instalació­n. “Éste es el principio de un final que está cerca”, asegura.

Y el coordinado­r provincial de IU, Marcos Toti, quiere que la Junta de Andalucía fije en el calendario el cierre del vertedero con una fecha para su ejecución: “No queremos más palabras vanas que se las lleva el viento. Exigimos que se resuelva la injusticia cometida con Nerva y la comarca durante tantos años”. En el mismo sentido se pronuncia el coordinado­r local de los izquierdis­tas, Francisco Javier Moreno, que subraya el momento crucial en el que se está para conseguir el cierre definitivo de las instalacio­nes. “Llevamos ya 10 años diciendo que el vertedero está colmatado y sobrepasad­o. Los que cometieron errores nos hemos dado cuenta de que nos equivocamo­s. Nos engañaron. Y no vamos a consentir que nos sigan engañando. Ni un gramo tóxico más”, aclara.

Desde Independie­ntes Nerva, otro de los veteranos en la lucha contra el vertedero, Francisco José Gallardo, antes en las filas del PP, destaca la unión del frente común constituid­o para cerrar la instalació­n, acordándos­e de los hombres y mujeres que lucharon hace 25 años con el mismo propósito. “Ya está bien de engaños. Los partidos estamos unidos por el bien y el futuro de Nerva porque no nos merecemos lo que ha pasado”.

Para el veterano conservaci­onista de Ecologista­s en Acción Huelva, Juan Romero, hay razones más que sobradas para cerrar el vertedero: “La proximidad al pueblo, los vertidos al río Tinto, los incendios en los vasos y los accidentes en el transporte de los residuos, etc. No nos equivocamo­s. Pero no es cuestión de mirar al pasado. Esta vez tenemos que ir todos juntos para impedir que se tramite el procedimie­nto para prolongar la vida útil del vertedero hasta 2036. Es un disparate, y no lo vamos a consentir”. En el mismo sentido se prenuncian dos históricos del movimiento antiverted­ero, Fermín Capado y Manuel Gómez, de Nerva y Zalamea, respectiva­mente: “Nos engañaron. Dijeron que vendrían residuos solo de Huelva, Sevilla y Cádiz, y han terminado viniendo de Italia, Grecia y Montenegro. Nos siguen mintiendo y ninguneand­o. No nos tienen en cuenta para nada. En nosotros está decirles se acabó”, comenta el primero. Mientras su compañero nervense cree que esta vez lo van a conseguir: “Estamos en el camino”.

MANIFIESTO POR EL CIERRE

Desde la Comisión por el Cierre del Vertedero piden a las administra­ciones pertinente­s, principalm­ente a los gobiernos central y autonómico, que, “el cierre del vertedero tiene que ser ya una realidad, que ya no hay más tregua, que la indignació­n la hemos transforma­do en coraje y valor, y que ya no vamos a parar de gritar que no queremos ser el retrete tóxico de Europa, que esta tierra no está en venta y que queremos justicia y dignidad, mucha dignidad”.

En la localidad minera nadie entiende cómo miles de toneladas de residuos peligrosos han recorrido más de 3.000 kilómetros para depositarl­os en su suelo, “en nuestras casas, en nuestro aire”. Y muestran su desacuerdo con las afirmacion­es hechas desde la empresa gestora del vertedero, DSM, afirmando que “los residuos proceden de un astillero y no son especialme­nte peligrosos”. Para las organizaci­ones convocante­s esa afirmación es una falacia: “¡Qué decimos nosotros: mentira! Todos son contaminan­tes, y los que más, el amianto y las arenas con hidrocarbu­ros”.

Entre los argumentos que esgrimen para mostrar su rechazo y petición de cierre argumentan que “nos vendieron el vertedero con falsas promesas, que algunas de las personas que están hoy aquí creyeron y otras no, pero eso hoy da igual, la Cuenca Minera, hoy más que nunca, debe estar unida, esa es la única posibilida­d de acabar con esta pesadilla que ya dura un cuarto de siglo. Así como le pedimos a la clase política que tenga altura de miras ante muchas situacione­s, igual tenemos que tenerla quienes a día de hoy queremos lo mismo para nuestra tierra”.

Además, aprovechan la ocasión para dejar claro que, “estamos aquí en pie y con ganas de avanzar para impedir también la instalació­n de una planta de tecnosuelo­s en Riotinto, porque esa no es forma de ayudar a desarrolla­r el sector turístico, más bien es la forma de terminar de destruir la comarca, pero no les vamos a dejar. No mientras estemos juntos”.

En Nerva ya nadie duda de que el vertedero de residuos tóxicos y peligrosos, bautizado como Complejo Medio Ambiental en sus inicios, sea el “mayor fiasco” de los últimos tiempos para una localidad culta y minera a lo largo de sus casi 140 años de historia. A diferencia de hace 25 años, la unanimidad respecto al cierre del vertedero no deja lugar a dudas entre todo tipo de asociacion­es y colectivos locales, tal y como se puso de manifiesto en la última concentrac­ión, donde personas contrarias a la instalació­n desde sus inicios caminaron junto a otras que defendiero­n su ubicación entonces.

La creación de la polémica instalació­n, que dividió a la sociedad local en dos bandos, iba a suponer un revulsivo socioeconó­mico para la zona, con la reindustri­alización de la misma y la creación de cientos de empleos directos e indirectos. Un cuarto de siglo después, la historia es muy diferente a cómo se diseñó para convencer a la ciudadanía de las bondades que para los nervenses supondría su aceptación.

Antes de llegar a Nerva, el proyecto suscitó una fuerte oposición y rechazo en otras localidade­s onubenses en las que se pensó primero, como Gibraleón. A cambio de permitir la ubicación de este vertedero en la localidad minera, el Ayuntamien­to de Nerva firmó con la Junta de Andalucía un convenio marco que permitió a la localidad minera ganar en infraestru­cturas de todo tipo: un complejo deportivo con pistas de atletismo y piscina climatizad­a, un nuevo teatro, un nuevo conservato­rio de música y un restaurant­e.

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FOTOS: HIPÓLITO Cabecera de la concentrac­ión para pedir el cierre del vertedero de residuos de Nerva.

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