SIN PLANES
AL algecireño se le grabó a fuego que el desarrollo industrial y portuario de los años 60 y 70, y el parejo crecimiento demográfico, fue el causante de la atómica destrucción del patrimonio arquitectónico local. Y que no se dude que lo tuvo. Otras muchas ciudades supieron conservarlo, conjugar el mismo con un desarrollo urbanístico armónico, y en la actualidad, poner en valor el resultado. Málaga es ejemplo. Lastimosamente, nosotros optamos por la autodestrucción.
La propia Memoria del PGOU de Algeciras, nos dice que entre el 75 y el 85 el proceso de crecimiento se caracteriza con una renovación desconsiderada hacia cualquier tipo de valor urbano, potenciando lo especulativo. Ante ello, el Plan se concibió para resolver los problemas heredados, pero también con objetivo transformador positivo de la ciudad. Se aprobó en 2001, con un plazo aproximado de 8 años de vigencia.
Pero desde entonces, quedan por elaborar determinados Planes Especiales y Planes Parciales que tal PGOU fijaba como necesarios para su ejecución, ejemplos son el del Acceso Central, el de El Faro, o el atinente a la afección del puerto a la ciudad. El plan parcial de Las Herrizas, por ejemplo, zona urbana de hecho, lleva desde el 2003 sin aprobar y en tramitación; lo mismo ocurre con la urbanización de la calle Deimos.
Han pasado mas de 20 años, y tiempo bastante ha transcurrido para que se hubiese cumplido las previsiones del PGOU. Igualmente existen unidades de ejecución sin desarrollar. Alamillos Este y Oeste, Algarrobo, Metalsa, etc….son ejemplos. Pero más sangrante es la multitud de sistemas generales sin ejecutar ante tal incumplimiento de la programación urbanística. Es decir, calles y avenidas, redes generales, parques, colegios, instalaciones deportivas, centros sociales, etc… que están programados desde el 2001, y que nose han construido. Y no se puede decir que falta de inversión ajena al municipio lo ha impedido en todas las ocasiones. Por ejemplo, se derruyó el antiguo estadio, y esto se pudo aprovechar para la redacción del plan especial del litoral urbano, en aras de un desarrollo armónico y peatonal desde el abandonado Chinarral hasta el Rinconcillo. Igualmente ocurre ahora con la actuación en una zona concreta del Llano Amarillo por la UCA en conjunción con la APBA. Pues no, no tenemos ese Plan Especial a pesar de su obligatoriedad, y el citado Llano y la dársena del Saladillo, décadas hace que son páramos, y no lo que pudieron ser. Más allá, quizá el inmovilismo municipal fue el causante de la falta de inversión.
En fin, se ve que en el Departamento de Planeamiento no han tenido tiempo en 20 años. En el futuro, ya no solo tendremos que señalar como culpables de nuestro urbanismo a los gobiernos de los años 70, entiendo.