Las medidas quedan caducas por ómicron
● Los expertos en patologías infecciosas desaconsejan el certificado Covid o el uso de mascarillas en la calle
La llegada de la variante ómicron ha provocado un terremoto en el curso de la pandemia. Las ondas de la sexta ola, aunque en declive, aún siguen expandiéndose por todo el planeta. Dotado de un amplio muestrario de mutaciones, este extraño e inesperado linaje del coronavirus ha logrado armarse de herramientas que eluden parte de la inmunidad conferida por la vacuna y por la infección de las variantes anteriores. Especialistas de diverso orden prevén que más de la mitad de la población mundial se haya contagiado a finales de marzo. Esta circunstancia, con sus consecuencias en los centros de Atención Primaria y en los hospitales, sugiere nuevas estrategias para una pandemia que, siendo la misma, es ahora diferente. En Andalucía, las medidas de contención ya han quedado ya caducas.
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) se expresó ayer en un pronunciamiento elaborado expresamente para afrontar adecuadamente la pandemia. Este grupo de médicos, que plantea reconducir los esfuerzos de prevención y el diseño de medidas concretas para los colectivos más vulnerables, pone en cuestión las medidas no farmacológicas que defiende la Junta de Andalucía para contener la propagación del virus. Los expertos proponen, entre otras cuestiones, “suprimir” la obligatoriedad del certificado Covid y de las mascarillas en el exterior, medidas con un amplio apoyo entre los dirigentes regionales.
Junto a otras siete comunidades autónomas, Andalucía mantiene todavía la obligación de portar el pasaporte Covid para acceder a los locales de restauración y ocio nocturno –así como en centros sanitarios y sociosanitarios– en contra del criterio de amplios sectores de virólogos, inmunólogos o epidemiólogos. Ayer insistió en lo mismo la Seimc. En Andalucía, el uso de estos pasaportes seguirá siendo prescriptivo como mínimo hasta el 15 de febrero, día en que expira la última prórroga avalada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
También proponen los médicos del Seimc “suprimir la obligatoriedad del uso de mascarillas en exteriores”. Se trata de una de las medidas predilectas en la Consejería de Salud andaluza. Los dirigentes andaluces siempre se han pronunciado a favor de mantener el embozo en la calle, aunque ayer no se opuso al fin de la obligatoriedad de llevar mascarilla anunciada por el Gobierno central la pasada semana y acordada ayer en el seno del Consejo Interterritorial de Salud. Igualmente fue pionera la Junta en recomendar su uso en la calle con la llegada de la quinta ola que protagonizó la variante delta. Ayer mismo, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, adelantó que Andalucía seguirá recomendando su empleo, un extremo que los expertos sólo recomiendan para los espacios interiores mientras las tasas de contagios sean altas y particularmente dirigidas a proteger a la población vulnerable.
El pronunciamiento de la Seimc, elaborado, entre otros, por el jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Macarena de Sevilla, Jesús Rodríguez Baño, plantea a los “responsables políticos” un mayor esfuerzo en los recursos ante la pandemia actual y “las que puedan venir en el futuro” y, sobre todo, diseñar “medidas específicas” para colectivos como la tercera edad, enfermos crónicos, personas inmunosuprimidas o con cáncer, personas con síndrome de Down o embarazadas. Entre las recomendaciones, destacan las dirigidas a procurar la vacunación completa y la administración de dosis de refuerzo –en su caso– para estas poblaciones más expuestas.
La capacidad de la variante ómicron para causar enfermedad grave en personas no del todo vacunadas y en colectivos vulnerables y que la mayoría del planeta se contagiará en las próximas semanas –aunque sea de modo asintomático– sugiere diferentes tácticas. También en Andalucía.