Sánchez se abre a una abstención sólo si el PP arrincona a Vox
● Casado carga contra el “populismo” de Vox, “más preocupado” de los populares que de cambiar al PSOE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió al PP que ponga un “cordón sanitario” y “rompa” sus acuerdos en varias autonomías con Vox si quiere hablar con el PSOE de una hipotética abstención para facilitar la investidura de Alfonso Fernández Mañueco como presidente de Castilla y León. En ese caso, “a lo mejor nos podemos entender”, apuntó el líder socialista en el Senado, donde hizo su primer análisis de los resultados de las elecciones del domingo, según el cual “quien ha salido perdedor ha sido Castilla y León” y quien ha vencido ha sido “la ultraderecha” de Vox “propiciada” por el PP al anticipar los comicios.
Respondió a una pregunta del portavoz del PP, Javier Maroto, quien le replicó que el domingo fue Sánchez y no el socialista Luis Tudanca quien perdió las elecciones, lo acusó de tener “más ganas de ver gobernar a Vox” que el propio Santiago Abascal y le exigió que ponga “de patitas en la calle” al presidente del CIS, José Félix Tezanos, por fallar en sus encuestas.
Aunque la interpelación de Maroto versaba sobre los planes del Gobierno sobre el llamado “impuesto al volante”, desde el primer momento el portavoz del popular sacó a colación las elecciones para pedirle que cesara a Tezanos, ya que al igual que hizo con las autonómicas de Madrid, ha utilizado el CIS “en su propio beneficio”. También le citó las “voces autorizadas” del PSOE de Castilla y León, como el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, partidario de que el PSOE se abstenga en la investidura de Mañueco, y le preguntó si pondrá “una mordaza” a todos ellos.
Sánchez le contestó haciéndole ver que él no tenía “la culpa” de lo ocurrido en unos comicios sobre los que “hay dudas” si los convocó Mañueco o el líder del PP, Pablo Casado, y ha puesto todo su empeño en enfatizar que Vox ha sido el gran beneficiado.
Es más, lo advirtió de que “si uno habla como Vox, hace política como Vox y actúa como Vox, la gente acaba abandonando la mala copia y se queda con el original”. Recalcó Sánchez que ni él ni el PSOE son culpables “ni responsables” del adelanto ni de los acuerdos del PP “con la ultraderecha” en Murcia, Madrid y Andalucía.
Pero el eje de su “cara a cara” fue la posibilidad de que los socialistas se abstengan para investir presidente a Mañueco sin necesidad de recurrir a Vox, formación a la que acusó de haber “señalado” ya a las mujeres de Castilla y León o al colectivo LGTBI, que según él son los que más han perdido en estas elecciones.
Pablo Casado alejó un pacto con Vox, “más preocupado” de los populares que de Sánchez, al rechazar el bloque de ruptura que forman los populismos “a un lado y a otro” y abogar por el centro y no por los extremos, y avisó de que sus principios son sus condiciones para pactar.
El aspirante del PP a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco, recalcó que el “Gobierno fuerte y estable” que busca “no tiene que ser necesariamente de coalición”. Mañueco afirmó que no se plantea “líneas rojas” en las conversaciones que pretende iniciar con el PSOE y después con Vox y el resto de partidos, aunque seguidamente sí fijó una serie de “grandes principios” que “no son negociables”, entre los que incluyó la igualdad, el modelo autonómico, la cohesión territorial, la integridad autonómica y la integración en Europa.
“No tenemos líneas rojas pero sí grandes principios”, comenzó por decir sobre el programa del PP que será la referencia para Mañueco, quien añadió en primer lugar que “la igualdad no es negociable para el PP”. “Si alguien piensa que el PP de Castilla y León va a dar un solo paso atrás en defender la igualdad social, laboral, de oportunidades entre hombres y mujeres se equivoca”, planteó.
Además, puso en duda la postura del PP respecto a la negociación con Vox, ya que ve un discurso “prudente” por parte de los populares castellanoleoneses frente al portazo de su dirección nacional en boca del secretario general del partido, Teodoro García Egea. Por ello, confía en que Mañueco mantenga la línea “prudente y responsable” que cree que está mostrando en sus declaraciones, con la que ha reconocido que sería “posible” llegar a un acuerdo. “Pero en Vox lo tenemos muy claro, no somos ni más ni menos que nadie. Nuestros votantes no valen más que los de Cs pero tampoco menos”.
Mañueco rechaza coaligarse con Vox y avisa: “Ni un paso atrás en igualdad”