Antonio, una vida de exposición
El Festival de Jerez acoge hasta el próximo 28 de marzo una muestra sobre el artista sevillano en la que se recorre su amplia trayectoria a través de sus fondos personales
Con el Festival de Jerez como marco, la Junta de Andalucía, en colaboración con la Fundación Cajasol, ha recuperado la exposición dedicada a Antonio Ruiz Soler ‘Antonio El Bailarín’, con motivo del centenario de su nacimiento. La muestra, que ha sido comisariada por Rosalía Gómez, se ha podido contemplar durante varios meses en Sevilla, y ahora se exhibe en Jerez, concretamente en los Claustros de Santo Domingo, hasta el próximo 28 de marzo.
Carteles, fotografías, pinturas, esculturas, recortes de prensa, programas de mano, películas e incluso el vestuario del genial bailaor se reúnen en una exposición que fue inaugurada ayer con presencia del delegado de Cultura del Ayuntamiento jerezano, Francisco Camas, Mar Sánchez Estrella, secretaria general de Innovación Cultural y Museos de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico; Mercedes Colombo, delegada Territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación Histórico de la Junta de Andalucía en Cádiz; Cristóbal Ortega, director del Instituto Andaluz del Flamenco; Mar Díez, delegada de la Fundación Cajasol en Cádiz, entidad que patrocina esta exposición; e Isamay Benavente, directora del Festival de Jerez. No faltaron artistas de la talla de Rubén Olmo, actual director del Ballet Nacional de España, Angelita Gómez y Antonio El Pipa.
Esta recopilación del amplio legado del artista responde, mayoritariamente, a los fondos adquiridos por la Junta en subasta pública en el año 2000, fondos que fueron repartidos entre diferentes instituciones culturales de Andalucía, tales como el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco de Jerez, el Centro de Documentación de las Artes Escénicas, el Centro de Documentación Musical de Andalucía y el Centro Andaluz de Arte Contem-poráneo. No obstante, también encontramos en ella elementos donados para la ocasión por parte de particulares.
Al contrario que otros artistas, Antonio dedicó parte de su tiempo libre a recopilar casi la totalidad del material producido en sus diferentes giras por todo el mundo, desde recortes de prensa a fotografías, un detalle éste fundamental para conocer de primera mano el recorrido artístico de uno de los grandes de la danza mundial.
Así podemos contemplar su crecimiento profesional desde aquellos primeras imágenes cuando con sólo 8 años daba sus primeros pasos de la mano del maestro Realito junto a su inseparable Rosario, hasta su última actuación en el Hotel Triana de Sevilla, dentro de la Bienal de Flamenco, en 1988.
Del mismo modo, en este recorrido encontramos objetos personales, bocetos de algunas de sus escenografías, y una pequeña parte del legado artístico que reunió durante toda su vida, como el busto realizado por Santiago de Santiago, el vaciado del pie cuyo original se encontraba en el Teatro de la Ópera de París o la chaquetilla roja de la célebre coreografía ‘La taberna del toro’.
En definitiva, una oportunidad única e imprescindible para conocer de cerca la vida y obra de uno de los grandes artistas españoles.