Santander propone repartir entre sus accionistas 3.400 millones
La junta general decidirá si se pagan 5,15 céntimos como dividendo complementario y se recompran títulos por 865 millones
El Banco Santander convocó ayer su junta general ordinaria de accionistas de 2022, que tendrá lugar el próximo 1 de abril y en la que se someterá a aprobación, entre otras cosas, el reparto de un dividendo en efectivo de 5,15 céntimos por acción, que se pagará a partir del 2 de mayo.
Se trata de una retribución complementaria con cargo al ejercicio 2021, explica el banco en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que añade que también se pedirá autorización para realizar una segunda recompra de acciones por valor de 865 millones de euros, una vez se obtengan las aprobaciones regulatorias correspondientes.
En el cuarto trimestre de 2021, Santander pagó un primer dividendo en efectivo a cuenta de 2021 de 4,85 céntimos de euro, y completó una recompra de acciones por valor de 841 millones de euros.
Por tanto, con el nuevo dividendo en efectivo y la nueva recompra de títulos, el capital repartido a los accionistas a cuenta del ejercicio 2021 será de unos 3.400 millones de euros, lo que equivale a una rentabilidad por dividendo del 7%, explica la entidad.
También se someterá a votación de la junta una autorización al consejo para reducir el capital social en circulación del grupo hasta un 10% mediante la compra y posterior amortización de acciones, en el marco de posibles programas de recompra de acciones en el futuro.
El consejo también anunció cambios en la estructura de gestión y propone a Germán de la Fuente como nuevo consejero independiente, sujeto a las correspondientes aprobaciones regulatorias.
Dichos cambios tienen el objetivo de consolidar la gestión de su estrategia y de los nuevos motores de crecimiento tecnológico, PagoNxt y Digital Consumer Bank, bajo la responsabilidad de la presidenta de la entidad, Ana Botín, en tanto que las regiones, países y negocios globales seguirán reportando al consejero delegado, José Antonio Álvarez.
De esta forma, la entidad quiere acelerar su transformación digital y seguir mejorando la ejecución operativa para aumentar la conectividad en todo el grupo, para convertirse en “la mejor plataforma abierta de servicios financieros”.
Además, garantizarán “una clara distinción en las funciones de la presidencia y del consejero delegado”, y en línea con las mejores prácticas de gobierno, este último reportará exclusivamente al consejo.
La comisión ejecutiva, presidida por la presidenta, seguirá garantizando la coordinación y fijando las prioridades como hasta ahora, mientras que las funciones de control continuarán teniendo acceso directo al consejo y a sus comisiones.