Rocío Molina cierra en el Festival de Jerez su trilogía de la guitarra con ‘Vuelta a Uno’
Con bailes basados en estilos mayoritariamente festivos (como alegrías, tangos, verdiales o bulerías) llega al XXVI Festival de Jerez Rocío Molina. Será esta noche en el Teatro Villamarta cuando podrá verse ‘Vuelta a Uno’, un espectáculo que completa su trilogía sobre la guitarra y su relación con el baile.
Esta trilogía comenzó con ‘Inicio (Uno)’ y continuó con ‘Al fondo riela (Lo Otro del Uno)’. Un tríptico de espectáculos que es fruto de la investigación sobre la relación de la bailaora malagueña con la sonanta, un instrumento que adquiere importancia en las manos de músicos como Rafael Riqueni, Eduardo Trassierra y Yerai Cortés. Tras estas experiencias, la artista regresa ahora a la conciencia a través del goce y los placeres del cuerpo que lleva a éste hasta la extenuación.
En ‘Vuelta a Uno’ Rocío Molina cuenta con la guitarra de Yerai Cortés como único acompañamiento para, juntos, dialogar desde los parámetros de un flamenco primigenio a las técnicas vanguardistas presentes en su exitosa carrera artística.
“Me gusta mucho interpretar la guitarra, las diferentes guitarras y los diferentes guitarristas. Es algo que me encanta, lo disfruto muchísimo, me divierte. A mí se me queda corta la trilogía. Podría hacerla infinita. No pararía de hacer trabajos sobre la guitarra”, señaló Rocío Molina. A su juicio, ‘Vuelta a Uno’ “no es tanto volver al origen, sino hacer un recorrido hacia atrás con todo lo que conlleva”. Un espectáculo aparentemente sencillo, pero que encierra “mucha complejidad”. “Es una obra juguetona, para pasarlo bien; una golosina, una chuchería de placeres”, indicó la bailaora. Hizo hincapié en que, a diferencia de montajes anteriores donde predominaba la oscuridad, en este caso “el color lo inunda todo”.