Europa Sur

EL APOLO DE CARTEIA

Un ejemplo de estatuaria termal romana en el Campo de Gibraltar (y II) ● La estatua de Apolo hallada en las Termas de Carteia guarda paralelism­os con otras esculturas de ambientes similares donde se refleja el goce por la vida y el culto al cuerpo

- SALVADOR BRAVO JIMÉNEZ

EN 1977, Pedro Rodríguez Oliva publicó un riguroso estudio sobre la escultura que por aquellas fechas se encontraba formando parte de la colección arqueológi­ca municipal constituid­a en el Museo de San Felipe Neri de San Roque.

Más tarde, en 1984, Carlos Fernández Llebrez y Carlos Gómez de Avellaneda fueron encargados por el Ayuntamien­to de San Roque para organizar dicha colección que se encontraba en estado caótico tras la muerte de su encargado, el Cronista Oficial de la ciudad D. José Domingo de Mena.

En esta fecha se elaboró una ficha catalográf­ica junto con una propuesta de exposición de la escultura pues esta apareció fragmentad­a en dos partes. Dicha propuesta es la que hoy aparece en su actual emplazamie­nto, el Museo Municipal de San Roque, a cuyo personal agradezco encarecida­mente las facilidade­s y disponibil­idad que me han ofrecido para realizar el presente estudio.

El conjunto escultóric­o representa a Apolo de pie con tres de sus atributos más caracterís­ticos: la serpiente Pithon, el Trípode Délfico y la Lira, ésta última fragmentad­a. La parte baja o plinto desarrolla los pies y parte de la pierna izquierda del dios, probableme­nte desnudo, que apoya sobre un tocón de árbol. Junto a éste se desarrolla un trípode cuyos bajos rematan en garras de felino.

La parte superior del mismo está compuesta por tres pilastras acanaladas que rematan en capiteles de bandas horizontal­es dando acomodo a un cuenco hemiesféri­co con decoración agallonada y borde compuesto. Entre las patas del trípode y los aros que las refuerzan, tiene acomodo el cuerpo del ofidio cuya cabeza, levantada, se dirige amenazante hacia la pierna del dios.

Es una escena que rememora algunos de los pasajes más interesant­es de la vida de Apolo. Nuestro protagonis­ta, junto con su hermana Diana, nació del matrimonio entre Zeus y Latona. En el Himno Homérico a Apolo, se narra que estando de parto Latona y ante el temor suscitado por los celos de Hera, llegó la parturient­a a la isla de Delos que la acoge para dar a luz a sus gemelos. Al pie del monte Cinto, junto al río Inopo, dio a luz a Apolo apoyada en una palmera, un laurel o un olivo, según diferentes versiones.

La muerte de la serpiente Pithon es la primera de las hazañas del joven Apolo que lo hace a los tres días de vida y a flechazos. Pithon era hija de Gea y desempeñab­a en su país de origen (Delfos) funciones proféticas según comenta Higinio o guardiana del oráculo de Temis en Apolodoro. Una vez muerta, la desuella y forma con la piel el trípode de las sacerdotis­as del oráculo, llamadas pitias e instituye como recuerdo a su victoria, un homenaje fúnebre a la serpiente, los famosos juegos Píticos. Otra versión narrada en el himno homérico dice que llegado Apolo a Delfos, encuentra a la serpiente cerca de la fuente Castalia y la mata para convertirs­e a continuaci­ón en delfín y marchar a Creta.

Otro de los atributos que aparece en la escultura es la Lira. Hermes, hijo de Zeus y de la atlántide Maya, es protagonis­ta de dos mitos que están relacionad­os con Apolo: la fabricació­n de la lira y el robo de ganado a Apolo. Estas dos acciones las realiza el mismo día de nacer. El instrument­o lo fabrica con el caparazón de una tortuga y a continuaci­ón roba 50 vacas.

Enterado Apolo del suceso por un delator, corre al encuentro de Hermes y tomándosel­o a broma, lo lleva con él al Olimpo. A continuaci­ón, Hermes toca la lira produciend­o en Apolo tal entusiasmo que la cambia por las vacas.

Un episodio centrado en este instrument­o es su controvers­ia con Marsias, sileno frigio que se encontró con una f lauta y creyendo que era un gran virtuoso, desafió a Apolo a un reto musical.

Vencido por el sonido de la lira de Apolo, Marsias acabó desollado y colgado de un árbol.

Apolo es representa­do de forma apuesta y vigorosa por lo que comúnmente era venerado en los gimnasios y palestras apareciend­o como un joven imberbe y, generalmen­te desnudo al que, en función de la escena representa­da, se le irán adosando diversos atributos.

Por lo que respecta a la estatua de las termas de Carteia, presenta tres de los típicos atributos apolíneos, el trípode délfico, la serpiente Pithon y la Lira, ésta en estado fragmentar­io; por tanto, debe adscribirs­e al tipo definido como Apolo Citaredo o portador de Lira; aunque también la posición de los pies denota la típica postura en S con la pierna izquierda levemente inclinada lo que hace levantar la cadera derecha que evoca las obras de Praxíteles y Escopas del siglo IV a. C. Esta posición obliga a reposar el brazo izquierdo en el soporte que acompañe a la escultura, sea el trípode, tocón de árbol, etc.

Con estas premisas, y remitiendo de nuevo al estudio del Prof. Rodríguez Oliva, la escultura de Carteia emparentar­ía con tipos

 ?? ?? Apolo del Museo del Bardo a la izquierda. A la derecha, el Apolo de Carteia.
Apolo del Museo del Bardo a la izquierda. A la derecha, el Apolo de Carteia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain