Pol Tristán,

garantías Con seguridad, desparpajo y reflejos, el meta se agrandó en un escenario complejo

Uno de los futbolistas que más fortalecido salió de la victoria del Algeciras en Sanlúcar es, sin duda, Pol Tristán. El jovencísimo guardameta cuajó un partido brillante en su debut como titular en la Primera RFEF y despejó las dudas que se cernían tras la lesión de Iván Crespo. Iván Ania tiene en el barcelonés a un portero de garantías para cubrir la vacante del santanderino y quién sabe si para disputarle el puesto cuando se recupere.

Pol Tristán superó la prueba con creces... y no era nada fácil para él ni para el Algeciras. En un escenario como El Palmar, con casi todos los ojos centrados en su actuación y en un partido en el que tuvo que intervenir media docena de veces en acciones claras de gol, el meta de 19 años mostró seguridad, desparpajo y reflejos para estar a la altura del desafío.

Entre el algecirismo existían las reservas lógicas de quien apenas ha visto jugar a un futbolista tan joven y en un puesto tan delicado. Tristán solo había sido titular en la Copa del Rey, en aquella eliminatoria que empezó con tan mal pie ante el Unionistas de Salamanca, y en liga venía de disputar los 80 minutos del duelo ante el Alcoyano cuando tuvo que relevar al lesionado Crespo. Ese era el bagaje de Tristán, más allá de los amistosos de pretemporada y los celebrados en invierno en Marbella.

Pol Tristán Jiménez, que cumplirá 20 años en marzo, se enfrentó en Sanlúcar a su bautizo de fuego, a su prueba de consagración para saber si estaba listo o no para asumir la titularidad de una portería en esta categoría. Iván Ania no tenía dudas, una confianza que también ayudó al cancerbero.

Como el fútbol no espera a nadie y mucho menos a los porteros, Pol Tristán sabía que estaba ante su gran oportunidad y la abrazó. El partido del barcelonés fue soberbio desde esa primera doble intervención ante Toni García hasta la recta final en la que sacó varias manos a Javi Navarro y una última por bajo a Canillas. El arquero mandó por alto, jugó con los pies y demostró concentración en todo momento. Y además tuvo esa pizca de suerte en el remate de Azkue que dio en el palo en el minuto 83. Que eso también cuenta.

El equipo arropó a Tristán con un desgaste defensivo importante y el portero correspondió transmitiendo seguridad y dejando a cero el marco de un Algeciras que llevaba ocho partidos seguidos encajando al menos un gol. Desde la victoria ante el San Fernando en el Nuevo Mirador, los albirrojos no lograban un rosco a su favor.

Criado en la escuela Barça y procedente del juvenil del Sabadell, Pol Tristán es una inversión de futuro del Algeciras que de repente se ha convertido en actor principal en el momento decisivo de la temporada. Con Iván Crespo fuera algunas semanas por un problema muscular en los isquiotibiales (dependerá de la evolución), el catalán va a disfrutar de un momento que puede marcar su futuro más inmediato. Por lo pronto, el algecirismo ya sabe que su portería está en buenas manos.