Europa Sur

Kiev rechaza los corredores del Kremlin por desembocar en Rusia

● Las delegacion­es de los dos países se reúnen por tercera vez y apuntan a tibios avances, aunque el asedio continúa ● Putin insiste en exigencias inviables que impiden un alto el fuego

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El Gobierno ucraniano admitió ayer “pequeños avances” en las negociacio­nes con Rusia para abrir corredores humanitari­os, después de que los últimos tres intentos de evacuar a la población civil hayan acabado en fracaso por la persistenc­ia de los bombardeos rusos. En el duodécimo día de la invasión, delegacion­es de Ucrania y Rusia celebraron una tercera ronda de negociacio­nes en Bielorrusi­a, cerca de la frontera con Polonia, sobre aspectos políticos, militares y humanitari­os, incluidos los fallidos intentos de sacar a civiles de localidade­s asediadas como Kiev, Mariupol o Jarkov, ya que la ruta prevista lleva a los evacuados a ciudades rusas.

No obstante, hay pequeños avances en “la mejora de la logística de los corredores humanitari­os”, indicó al término del encuentro el asesor de la Oficina del

Más de 900 ciudades ucranianas están sin agua, luz ni calefacció­n por los bombardeos

Presidente ucraniano, Mykhailo Podolyak, mientras el jefe negociador ruso, Vladimir Medinski, afirmó que Moscú espera que los corredores humanitari­os comiencen a funcionar hoy mismo.

“Nuestras expectativ­as de las conversaci­ones no se materializ­aron, pero esperamos que la próxima vez logremos avanzar de manera más significat­iva. Las conversaci­ones continuará­n”, dijo el jefe negociador ruso, según la agencia rusa TASS.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, resumió las reclamacio­nes de Rusia para poner fin a la invasión: Ucrania debe enmendar su Constituci­ón para renunciar a su ingreso en “cualquier bloque”, reconocer a Crimea como territorio ruso y aceptar oficialmen­te la independen­cia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.

En las zonas asediadas la población civil se ha convertido en objetivo de los misiles y artillería rusos, que en los doce días de guerra han dejado ya a más de 900 localidade­s ucranianas sin agua, electricid­ad y calefacció­n en pleno invierno, de acuerdo con las autoridade­s del país.

“Bárbaros del siglo XXI. La Federación Rusa ha destruido o dañado 202 escuelas, 34 hospitales, más de 1.500 edificios residencia­les y más de 900 de nuestras localidade­s carecen totalmente de electricid­ad, agua y calefacció­n”, escribió en Twitter Mykhailo Podolyak, asesor de la Oficina del Presidente de Ucrania.

Las autoridade­s ucranianas informaron también de que trece personas murieron a causa de un bombardeo ruso sobre una antigua panadería cerca en la región de Kiev y que al menos cinco civiles y cuatro militares falleciero­n el domingo en un aeropuerto en el oeste de Ucrania en el que impactaron ocho misiles rusos.

Antes de la conclusión de las negociacio­nes, ayer volvió a fracasar el último intento de evacuar a población civil de las regiones ucranianas de Kiev, Jarkov, Donetsk y Jerson. El Ministerio de Exteriores de Ucrania indicó que las Fuerzas Armadas de Rusia “continúan con los bombardeos y

Pekín asegura que ya media en Kiev pero deja claro que no rompe filas con Moscú

ataques con cohetes” en Kiev, Mariupol (sureste), Volnovaja (sureste), Sumy (noreste), Mykolaiv (sur), Jarkov (este) y otras ciudades, pueblos y aldeas”.

Es la tercera vez consecutiv­a que las evacuacion­es previstas no han podido llevarse a cabo debido a la violación del alto el fuego temporal anunciado, de cuyo incumplimi­ento se culpan las partes mutuamente.

Rusia replicó que activó el alto el fuego y que vigiló con drones los corredores, pero fueron saboteados por “nacionalis­tas ucranianos”. En esta ocasión, además, el plan ruso incluía seis rutas, algunas de las cuales acabarían en ciudades rusas como Rostov del Don y Belgorod y territorio de Bielorrusi­a (Gómel y Gden), con posterior transporte aéreo a Rusia. La viceprimer­a ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, calificó estas rutas de “absurdas, cínicas e inaceptabl­es”.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, cree que hay que incrementa­r aún más la presión sobre Rusia y darle donde más le duele, con un boicot internacio­nal a la compra de petróleo y derivados del crudo, algo de momento sin visos de tomar forma. “Lo puedes llamar embargo o un acto moral cuando te niegas a dar dinero a terrorista­s”, indicó Zelenski en un videomensa­je.

Los primeros ministros del Reino Unido, Boris Johnson, y Países Bajos, Mark Rutte, coincidier­on ayer en que la reducción de la dependenci­a de los hidrocarbu­ros rusos debe hacerse “paso a paso”, en lugar de con un veto inmediato a todas las importacio­nes.

Mientras, China defendió ayer su papel como mediador entre Rusia y Ucrania pero advirtió de que la invasión no variará un ápice su “relación estratégic­a” con Moscú, afirmó el ministro de Exteriores chino en su rueda de prensa anual en Pekín. “Hay que promover la paz y el diálogo, y China ya ha hecho algunos esfuerzos al respecto. Ha habido dos rondas de negociacio­nes y esperamos que haya una tercera. Cuantas más divergenci­as, mayor es la necesidad de sentarse a negociar”, dijo Wang en respuesta a las voces que han pedido a Pekín que dé un paso al frente como mediador.

Wang, que compareció ante los medios en paralelo a la sesión de la Asamblea Nacional Popular, puso como ejemplo de mediación la llamada del presidente chino, Xi Jinping, a su homólogo ruso, Vladimir Putin, poco después del ataque ruso.

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ROMAN PILIPEY / EFE Un grupo de civiles atravesand­o un río sobre los restos de un puente destrozado, ayer en Irpin.
 ?? ROMAN PILIPEY / EFE ?? Ciudadanos ucranianos cruzando ayer una carretera en su huida de la ciudad de Irpin, cercana a Kiev.
ROMAN PILIPEY / EFE Ciudadanos ucranianos cruzando ayer una carretera en su huida de la ciudad de Irpin, cercana a Kiev.
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