El Gobierno admite que la invasión ralentizará la economía, pero prevé que el PIB siga al alza
El Gobierno ya anticipa que la guerra en Ucrania provocará una ralentización de la economía debido al incremento de los precios de la energía, lo cual se traducirá en una inflación más persistente de lo esperado, aunque descarta que llegue hasta el punto de poner en riesgo que el PIB siga creciendo.
“El impacto de esta guerra puede ser una ralentización, pero no se pone en duda que estamos en una senda de recuperación económica y con creación de empleo”, defendió la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Nadia Calviño, en una entrevista ayer en TVE.
La también ministra de Economía reconoció que es “una lástima” que el conflicto afecte a España en un momento en el que protagonizaba una “fuerte recuperación”, con unas perspectivas macro muy optimistas.
No obstante, subrayó que el Ejecutivo seguirá “impulsando” el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia –diseñado para ejecutar los fondos europeos– con el objetivo precisamente de que la economía siga en positivo. “Vienen tiempos difíciles”, admitió Calviño, quien incidi´p en que “hay que hacerse a la idea de lo que viene”, en alusión sobre todo a la inflación.
La ministra explicó que en el caso español los precios del gas se trasladan casi automáticamente a la factura de la luz –pese a generar apenas el 10 % de toda la electricidad consumida en España– y también al IPC, un fenómeno que abogan por evitar con cambios a nivel comunitario. “Queremos topar los precios, para que el precio del megavatio/hora (en el mercado mayorista de la electricidad) no dependa de lo que haga (el presidente ruso, Vladímir) Putin”, detalló.
En este sentido, apuntó que España fue “el primero en dar la señal de alarma” en la Unión Europea por esa conexión tan automática del precio del gas y la inflación, motivo que ha llevado al Gobierno a defender en Bruselas que es necesario “toparlo”, a la espera de que su reivindicación cuente con el apoyo de más países.