Europa Sur

La Corte de La Haya comienza a recopilar pruebas de crímenes de guerra

● Detectives virtuales contribuye­n a verificar y archivar material que pueda usarse posteriorm­ente ante un tribunal

- Imane Rachidi (Efe)

El Fiscal de la Corte Penal Internacio­nal (CPI) ya ha comenzado a recopilar pruebas incriminat­orias de crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos en Ucrania. Detectives virtuales se suman a poner a buen recaudo evidencias desde redes sociales para ayudar a garantizar esa rendición de cuentas.

Como ya pasa en Siria desde 2011, el genocidio rohinyá desde 2016, o incluso con la tragedia del MH17 (el avión malasio derribado en el este de Ucrania en 2014), las guerras y crímenes internacio­nales del siglo XXI se retransmit­en en directo en redes sociales, y cada vídeo e imagen constituye una prueba y un paso más hacia la posibilida­d de hacer justicia.

“Está saliendo una gran cantidad de informació­n visual capturada por la gente que vive en Ucrania, en pueblos que están siendo atacados por los rusos. A veces son soldados los que graban estas imágenes, otras son cámaras de seguridad, y todo se filtra a internet a través de diferentes plataforma­s como Twitter o Facebook”, explica Giancarlo Fiorella, investigad­or del grupo Bellingcat.

Algunas de estas imágenes contienen evidencias de diferentes tipos de crímenes, incluyendo presuntos crímenes de guerra, como el uso indiscrimi­nado de armas contra la población, e infraestru­cturas civiles.

Líderes como el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, ya instaron a “documentar bien” los crímenes en Ucrania para que la evidencia “quede debidament­e registrada” y se pueda “hacer justicia”.

Así, periodista­s, voluntario­s e investigad­ores monitorean las redes sociales con un ojo en el material que posiblemen­te constituya una evidencia de crímenes de guerra: “Lo estamos categoriza­ndo y archivando para asegurarno­s de que, si se borran o Twitter cierra la cuenta que compartió la foto, la tengamos de todos modos”, dice Fiorella.

Eso está en una base de datos pública y el objetivo final es que con ese material “verificado y archivado”, en algún momento, sea en “un año, cinco o diez años”, alguna corte como la CPI diga: “Necesitamo­s buscar pruebas de lo que ocurrió en Ucrania y aquí hay un mapa que esta gente en Bellingcat ayudó a armar”, dice.

¿Pero cómo esquivar la propaganda? “En hasta el 99% de los casos, las imágenes que están saliendo de Ucrania son de Ucrania y de este conflicto. Puede haber confusión a veces sobre si las imágenes son de Kiev o de un pueblo a media hora de Kiev, o si es de esta mañana en Jarkov, o de la mañana anterior”, detalla.

En una entrevista con Efe, Sam Dubberley, del equipo de investigac­ión digital de Human Rights Watch, coincide en que “no se ha visto una gran cantidad de desinforma­ción todavía, hubo algunos casos, pero no muchos”, aunque subraya que “en una guerra siempre hay desinforma­ción y eso ha empeorado con las redes sociales”.

“En una situación confusa, la gente comete errores cuando comparte la foto y escribe Kiev en lugar del nombre de otro pueblo, pero no estamos viendo una gran cantidad de desinforma­ción que esté creada para confundir, sino errores que son totalmente comprensib­les”, añade Fiorella.

De hecho, la diferencia con guerras como la de Siria es la conciencia desde el inicio del conf licto en Ucrania de que las imágenes pueden verificars­e y geolocaliz­arse.

“Había gente en Siria compartien­do fotos que llegaban a Twitter o los informativ­os, pero la gente no sabía cómo verificar; ahora hay muchísima más gente que sabe cómo hacerlo y por eso hay tantos trabajando en el tema”, añade.

Líderes como Rutte instan a “documentar bien” los sucesos para poder “hacer justicia”

 ?? MYKHAYLO PALINCHAK / ZUMA PRESS ?? Un militar ucraniano empuja una carretilla con una persona impedida durante la evacuación de Irpin.
MYKHAYLO PALINCHAK / ZUMA PRESS Un militar ucraniano empuja una carretilla con una persona impedida durante la evacuación de Irpin.

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