La huelga gana músculo y pone contra las cuerdas a industrias como la láctea
● Los convocantes del paro consideran “papel mojado” el acuerdo anunciado por el Gobierno y la situación se agrava tras sumarse Fenadismer a los paros del transporte
La huelga indefinida en el sector del transporte ganó músculo en las últimas horas con la adhesión, entre otras, de la patronal Fenadismer que reúne a más de 32.000 empresas y pone contra las cuerdas a industrias como la láctea que teme su parada total en las próximas horas si no se soluciona el conflicto.
La Plataforma Nacional de Defensa del Sector del Transporte aseguró que su paro, que cumple hoy su décimo día, sigue adelante porque no han llegado a ningún acuerdo con el Gobierno y lo que se ha pactado con otros interlocutores es “papel mojado”.
La oferta del Gobierno giraba en torno a una rebaja en el precio del carburante de los transportistas por 500 millones de euros pero no ha terminado de convencer.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, remarcó que si no se intentan tender puentes y acuerdos entre todos la situación va a ser muy complicada.
Para Planas la oferta hecha el lunes por el Ejecutivo es “muy sólida” porque trata de “responder
a los problemas del sector del transporte”.
Sin embargo, la falta de acuerdo continúa y eso, sobre el terreno, se traduce en una paralización del tránsito de camiones que está afectando a todos los sectores productivos pero que preocupa en bienes esenciales, como los alimentos.
Desde las asociaciones que integran a la cadena de valor agroalimentaria y del gran consumo señalaron que la huelga es “un problema de Estado” y ven necesario darle una solución con la “máxima urgencia” porque “está poniendo en claro riesgo el abastecimiento de productos”.
Mantuvieron que el paro tiene ya un “gran impacto en toda” la cadena alimentaria, provocando “graves daños económicos, la paralización y el cierre de fábricas y poniendo en peligro más de 100.000 puestos de trabajo”.
“Numerosas” empresas y cooperativas han tenido que cerrar temporalmente sus plantas ante la falta de suministro como Calvo, Azucarera, Cuétara, Dcoop, JaenCoop, Agrosevilla o fábricas de pienso.
Uno de los sectores alimentarios más afectados es el lácteo, dado lo perecedero del producto.
La situación de la industria láctea española siguió empeorando ayer y teme que se agrave en los próximos días si no se pone fin a la huelga, mientras los pedidos para la exportación están ya bloqueados.
La industria láctea de Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-la Mancha, Región de Murcia y Andalucía es la que vive una peor situación con unos suministros de insumos bajo “mínimos” aunque están intentando mantener las recogidas de leche en las granjas.
El panorama es tal que la compañía de alimentación Danone advittió de que, en un plazo máximo de 24 horas, que vecen esta mañana, se verá abocada a interrumpir su actividad.
La multinacional francesa Lactalis, propietaria de la fábrica de la marca Puleva en Granada, asegura que sus fábricas está en una situación límite. Afirma que a las plantas no llegan plásticos, cartones, pales o la misma leche.
No es la única industria que avisa de puede cortar sus distribución. La cervecera Heineken España
lo reiteró ayer. La empresa, que tiene varias marcas, como Cruzcampo, sostiene que si la situación se mantiene no podrá servir sus productos a las superficies comerciales, bares y restaurantes.
Bastante más tranquila fue, sin embargo, la jornada en las grandes plataformas de distribución como Mercamadrid; de hecho la actividad se ha desarrollado esta mañana al 90% de lo habitual en un martes de marzo.
Sí se ha constatado en este gran mercado mayorista que hay cierta dificultad en la reexpedición de productos a otras zonas del país.
Danone avisa de que tendrá que parar hoy y Lacatalis (Puleva) tiene sus fábricas al límite
En el sector de la pesca, la flota española permaneció amarrada por segundo día en gran parte de los puertos españoles, en espera de que el Gobierno presente hoy “medidas urgentes” para paliar la crisis por el alza del percio del gasóleo.
Los amarres son masivos en Andalucía y en el litoral Mediterráneo mientras que la situación es desigual en el Atlántico y en el Cantábrico noroeste, donde destaca el cese de actividad en Asturias.
El abastecimiento es normal en las pescaderías tradicionales, pese a la situación, y se estima que las lonjas y los mercados centrales han recibido un 70% de la cantidad normal de suministro de pescado.
Los productores y exportadores de frutas y hortalizas agrupados en la federación Fepex temen que la huelga pueda tener un “impacto muy grave” en su actividad si no hay corredores seguros para el tránsito por carretera.
Por el momento, en la jornada de ayer, las asociaciones de Almería (Coexphal) y de Murcia (Proexport) trasmitieron que la actividad y salidas de mercancías han transcurrido con “normalidad”.
La semana pasada hubo una reducción de los portes al exterior de en torno al 10%, ya que el paro ha podido afectar a los envíos de entre 300 y 400 camiones de los 3.200 que normalmente a diario transportan frutas y hortalizas hacia otros países europeos.