El ‘Club de los Seis’ se hace fuerte
La asociación de clubes no se disuelve a pesar de las amenazas La Federación, que se reúne mañana para tratar el asunto, nunca tomó medidas contra Proliga, un colectivo similar
Hoy habrán transcurrido trece días desde que el secretario general de la Real Federación Española de Fútbol, Andreu Camps, anunció en una reunión con los clubes de la Primera RFEF que los cinco clubes fundadores de la Asociación de clubes de la Tercera Categoría Nacional, entre los que se encuentra la Real Balompédica Linense, disponían de 48 horas para disolverla o ni recibirían ayudas ni podrían competir el próximo curso en esa división. Trece días en los que ese colectivo ha incorporado un nuevo miembro y ha plantado cara a la RFEF, que mañana se reúne en Barcelona para analizar la situación.
El ocho de marzo el Boletín Oficial del Estado (BOE) reflejaba que Real Balompédica Linense, Linares Deportivo, Dux Internacional de Madrid, Unión Deportiva San Sebastián de los Reyes SAD y CF Rayo Majadahonda SAD habían fundado la Asociación de clubes de la Tercera Categoría Nacional, creada para defender los intereses comerciales de sus miembros, a los que poco después se sumaría el Real Unión de Irún.
Diversos medios aseguran que en breve esa cifra de seis podría elevarse en breve a la decena y que hay varios clubes que han comunicado a los fundadores que ven con buenos ojos su iniciativa, pero que prefieren mantenerse a la expectativa, a la espera de los acontecimientos.
La Española entendió como una intromisión la aparición de lo que algunos denominan este colectivo de “discolos” y convocó una reunión. Antes de la misma tomó la palabra el presidente de la Balona, Raffaele Pandalone, para garantizar desde Europa Sur que el objetivo era “buscar ingresos, no ir contra la Federación”.
El intento de amansar las aguas no surtió efecto y con el enfrentamiento entre Footters y Fusch Sport como telón de fondo los clubes fueron sentados en una asamblea en la que los miembros de la Asociación fueron llamados mercenarios y amenazados con ser excluidos de la categoría la próxima campaña. Y como avisó a navegantes la Federación deslizó que si el formato Primera RFEF no era viable económicamente siempre se podía regresar a la antigua Segunda B, con 80 equipos.
Lo único cierto es que en el fútbol que está bajo el ámbito de la Federación ya existe otro colectivo de clubes que se asociaron y que de momento, que se sepa, ni han dejado de recibir sus correspondientes subvenciones ni han descendido de categoría en los despachos. Se trata de Proliga.
Este colectivo se define a sí mismo como “una asociación inscrita en el Ministerio del Interior que nace con el objetivo principal de defender los intereses y velar por el prestigio profesional de los clubes de las categorías nacionales de Segunda B y Tercera división, así como su representación ante cualquier persona, entidad u organismo público o privado”. Vaya, un argumento que no difiere mucho del del grupo de nuevo cuño.
El que fue originalmente rebautilzado como ‘Club de los Cinco’ (ahora ya de los seis, aunque no haya reflejo en los documentos) ha reaccionado con serenidad y con el convencimiento de que la ley le ampara. El presidente del Linares, Jesús Medina, fue rotundo en declaraciones a ABC: “La Asociación de Clubes de Primera RFEF no se va a disolver, no entendemos la actitud de la Federación”.
Por su parte el máximo mandatario del DUX Internacional de Madrid, Stephen Newman, en unas declaraciones efectuadas a Europa Sur de la que se han hecho eco varios medios nacionales (este mismo marte El Confidencial) detalló las causas que, en su opinión, explican la conducta de la Española: “La Federación quiere controlar los ingresos porque Rubiales se lleva un porcentaje de los contratos”.
Ahora, mientras el reconocido periodista Ángel García anuncia a través de su conocida cuenta de redes sociales Cazurreando la celebración mañana de una reunión en Barcelona de la junta directiva de la Española en la que se ven obligados a analizar todo este revuelto, Albnumancia aporta más datos a la denuncia realizada en este periódico por Newman: “Rubiales, presidente de la RFEF percibe 14.235 euros anuales del contrato de televisión de Primera RFEF. Hasta esta temporada los presidentes no habían percibido un euro por estos ingresos”.
El presidente, siempre según la misma fuente, que aporta documentos “tiene un sueldo fijo de 160.000 euros, más un variable de 0.15% de los ingresos de la RFEF excluyendo subvenciones y patrocinios”.
“Quizás esto explique la furibunda reacción de Rubiales contra los clubes asociados de Primera RFEF querían obtener ingresos por su cuenta, fuera de la Federación”, valora la mencionada cuenta.