AI acusa a las potencias de impedir una recuperación justa del Covid
Los grandes poderes económicos y políticos mundiales traicionaron en 2021 las promesas de una “recuperación justa” de la pandemia al anteponer sus intereses al bien común, denunció ayer Amnistía Internacional (AI) en su informe anual sobre la situación global de los derechos humanos.
El estudio, cuyo lanzamiento se realizó en Johannesburgo (Sudáfrica) con presencia de la secretaria general de AI, Agnes Callamard, concluyó que las grandes potencias y gigantes empresariales se “confabularon” para embaucar a la población “con consignas vacías y falsas promesas de una recuperación justa”.
El resultado de estas acciones fue que en 2021 las desigualdades globales se ahondaron más y que un mayor número de personas vio “sus derechos pisoteados con mayor frecuencia y en más lugares”.
“Debería haber sido un año de curación, de recuperación.
El informe denuncia que la traición y la codicia frenaron la recuperación
En lugar de eso se convirtió en una incubadora de más desigualdad y mayor inestabilidad”, señaló Callamard.
AI resalta la “perniciosa codicia de las empresas y el brutal egoísmo nacional, así como el abandono de la infraestructura sanitaria y pública por gobiernos de todo el mundo”. “Un dirigente tras otro prometieron reconstruir mejor con miras a abordar las desigualdades arraigadas que exacerbaron el impacto de la pandemia. En cambio, lo que hicieron fue representar una trágica fábula de traición y codicia en connivencia con los gigantes empresariales”, aseveró la secretaria general.
El gran exponente de estas promesas incumplidas lo encarnaron, según la organización proderechos humanos, las vacunas contra el Covid19. Comenzaron como “una panacea científica que ofrecía la esperanza del final de la pandemia para todo el mundo”, pero al término de 2021 “menos del 4% de quienes vivían en países de ingresos bajos habían recibido la pauta completa”, ejemplificó AI.