El tope del 2% en el alquiler es obligatorio para los grandes tenedores
Dentro del plan de choque, el Gobierno aprobó la limitación de la subida de los alquileres al 2% en los contratos que se renueven hasta el 30 de junio, como tope obligatorio para los grandes tenedores (propietarios de diez o más viviendas), mientras para el resto se aplicará cuando no haya otro acuerdo entre las partes. La medida está dirigida a proteger a los inquilinos del aumento desbocado de la inflación, que se situó en febrero en el 7,6 %.
En previsión de que el IPC siga subiendo a un ritmo muy superior al de los sueldos, el Ejecutivo establece que los contratos a los que corresponda su revisión anual en los próximos tres meses –abril, mayo y junio– no se revalorizarán en función de ese índice, sino del Índice de Garantía de Competitividad (IGC), creado en 2013 con un suelo del 0% y un techo del 2%. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) ya remite a ese índice para la actualización de rentas, pero en la práctica la inmensa mayoría de los arrendamientos se revalorizan con el IPC.
Fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) señalaron que “lo que tiene que primar es el acuerdo entre las partes y si, no lo hay, los alquileres tiene que ir al IGC, que en este caso como tope es el 2%”.
En los alquileres de los grandes tenedores, si no llegan a un acuerdo con su arrendatario, el tope máximo de subida de renta que podrán aplicar será ese 2%, es decir, que sólo pueden acordar subidas por debajo de esa cifra, mientras que para los pequeños propietarios prima el acuerdo entre las partes.