La salvación pasa por La Línea
● La Balona necesita entre seis y ocho puntos para garantizar la permanencia ● Cuatro de sus cinco rivales en casa están igualados o por detrás de los albinegros en la clasificación
La Real Balompédica precisa sumar entre seis y ocho puntos para garantizarse la perseguida permanencia en Primera RFEF. Los albinegros suman 39 a falta de nueve jornadas y aunque los encuentros a domicilio son en su mayoría ante enemigos de entidad a los de Alberto Monteagudo les faltan cinco partidos en el Municipal, por el que aún deben pasar cuatro equipos están igualados o por detrás de los albinegros en la clasificación.
El presidente de la Balona, Raffaele Pandalone, expuso el lunes su teoría de que cada uno de los partidos que le restan al equipo albinegro son “una final”. Sin duda, el argumento es cierto, pero se le puede añadir una coletilla. Son especialmente finales aquellos que se van a dilucidar en el estadio Municipal. No solo porque el equipo albinegro se ha mostrado mucho más fuerte en casa que en ruta desde que comenzó la competición, sino que los rivales son (a priori, y con todos los reparos) más asequibles.
La Balompédica -que tampoco hay que olvidar que ha sumado cuatro puntos en sus dos últimos viajes- tendrá que afrontar en lo que resta de competición cuatro desplazamientos, todos ellos a equipos que le preceden en la clasificación: Alcoyano (10º), Albacete Balompié (líder), Nàstic de Tarragona (7º) y Villarreal B (3º). Todos ellos, además, tiene mucho en juego, al menos a estas alturas de la competición. Ya se verá cuando llegue el momento.
Todo lo contrario sucede con los partidos de casa. Cuatro de los cinco rivales están envueltos en la pelea por la salvación, aunque técnicamente no a todos se les puede considerar rivales directos, porque la posibilidad de que alguno de ellos alcance a la Balona se antoja casi quimérica. De ahí que el demandado apoyo de la afición sea, precisamente ahora, tan importante.
El primero de esos duelos trascendentes es el del próximo domingo (12:00) ante un Barcelona B que viene de ganar en la Ciudad Deportiva del Betis y que recupera a algunos de los efectivos que han estado con diferentes selecciones. El filial blaugrana está igualado a puntos (39) con los de La Línea, a los que aventajan por mor del golaveraje. Un triunfo no solo sería vital, sino que si se produjese por más de un gol supondría un punto añadido en caso de empate final, ya que el partido de la primera vuelta finalizó 2-1.
El siguiente partido en casa será ante el colista Betis Deportivo Balompié. El equipo en el que recaló Abdoul Bandaogo en el mercado de invierno solo ha ganado dos partidos a domicilio y aunque por su condición de filial todo el mundo advierte de que acabará por dar una sorpresa mayúscula el día menos pensado... es el enemigo al que todo el mundo quiere cuando precisa puntos para evitar un descenso.
Dos semanas más tarde llegará a La Línea el otro equipo hispalense, el Sevilla Atlético, que ocupa puesto de descenso (con un partido pendiente), pero que se aferra a la salvación, y que fuera de su estadio ya ha protagonizado sorpresas como vencer al Albacete o al Atlético Baleares. Ojo con ese partido, que puede constituirse en una trampa.
El penúltimo visitante del Municipal será el Linares Deportivo, que ya demostró el sábado en el Nuevo Mirador, donde empató con el Algeciras, que es un enemigo incómodo. Su suerte se va a decidir en los cuatro encuentros consecutivos en casa a los que hará frente desde hoy, cuando reciba al Sanluqueño (20;30).
Por último en la jornada que cierra la competición, el 29 de mayo, aterrizará en el coliseo albinegro el Andorra de Gerard Piqué, el actual segundo clasificado. Sin duda, un mal enemigo para una última jornada, aunque también puede pasar que para entonces unos y otros ya tengan claro que han conseguido sus objetivos. Está por ver.