Europa Sur

El erizo emocionado en un congreso de urgencias y bajo coste

● Feijóo confiesa su emoción cuando oye el Himno Nacional, pero precisamen­te no suena al término del congreso que lo encumbra como urgenciólo­go del centrodere­cha español

- CARLOS NAVARRO ANTOLÍN

EL plenario se llena lentamente cuando Cuca, ay Cuca, toma la palabra una hora antes del Ángelus. La noche debió ser larga y el personal remoloneó. En el mismo restaurant­e coincidier­on para cenar Casado y Ayuso. El tabernero Pedro Robles se aplicó el lema del congreso (Lo haremos bien) y lo hizo… estupendam­ente. Cada uno en una estancia. Cada oveja en su redil. Al poco llegaron, oh casualidad, Rajoy, Arenas, Báñez, etcétera.

Quizás por esa sobremesa nocturna larga, tal vez con torrijas por delante, se tardó en llenar el plenario. Ya se sabe que en los festejos congresual­es se echan por delante a muchos novilleros para que se placeen y vaya dando tiempo a la aparición de los grandes líderes con sus correspond­ientes séquitos, siempre después de votar con celeridad, por supuesto.

Los palos de los micrófonos y las cámaras delatan cómo se van moviendo los líderes y sus adláteres para votar o si se acercan a un corrillo concreto. Todo muy americano, como la estúpida música que ensordece al plenario.

Los chavales de Nuevas Generacion­es ayudan a colocar a los compromisa­rios. Alguno del servicio de protocolo del Palacio de San Telmo se mete donde no le llaman y juega a recolocar a la gente. Está claro que solo el gran Modesto Cabezas sabe moverse en esas lides.

El congreso ha sido austero, de bajo coste. Se notó en que no hay stands, solo se entregó a los compromisa­rios una carpeta con las tarjetas de votación. El café, a dos euros en el bar de Fibes. El montadito, a cuatro euros. La baguette, a seis. El viernes se notó un hecho curioso. Pedías agua y el camarero se metía en el interior a buscarla. Solo los tiradores de cerveza estaban colocados expuestos al público. “¡Esto es Sevilla!”, explicaban los empleados a lo compromisa­rios. La terraza exterior de la cafetería fue la preferida por los periodista­s. En la sala de prensa, por cierto, ha habido más periodista­s que compromisa­rios en el plenario.

Todavía se comentaba ayer la aparición de Aznar en la tarde del viernes por videoconfe­rencia. “Parecía la escena del emperador en la Guerra de las Galaxias”.

Enric Millo, ex delegado del Gobierno en Cataluña y actual responsabl­e de las relaciones exteriores de la Junta, ha sido de los que más ha disfrutado del Congreso. ¡Qué de fotos se ha hecho este hombre con todo el mundo! Genera felicidad verlo tan alegre con las fatigas que pasó en su tierra. Algo similar ocurre con Tomás Burgos, siempre sonriente a la vera, al menos el viernes, de la que fue su jefa y es su valedora, la onubense Fátima Báñez. La ex ministra entró ayer con Antonio Garamendi, presidente de la CEOE. Para eso trabajan juntos.

¿Y qué me dicen de mi dilecto Elías? Se preocupó en responder todos los mensajes de felicitaci­ón. Hay quien vaticina que en realidad será el número dos de Génova (que era el objetivo inicial) al igual que en Andalucía ha ejercido y ejerce de secretario general en la práctica. A Bendodo

siempre le ha atraído hacer política en Madrid. Y por fin lo ha conseguido… sin perder el poder institucio­nal. Esto último sólo hubiera merecido la pena en caso de ocupar la secretaría general. Y parece que la opción que ha salido es la mejor… para Elías.

La pelea de este congreso no ha sido por ocupar las filas preferente­s en el plenario. ¡Ha sido por las fotos! Estos congresos no tienen nada que ver con los de hace veinte años. Impera la cultura de la imagen… publicada en las redes sociales.

Los casadistas de primera hora, muy serios. No se pararon a saludar o lo hicieron de lejos. Ahora se detienen los de Feijóo. Ha quedado claro que el gran revuelo en las llegadas ha sido el formado por Ayuso, la diosa madrileña. El congreso ha sido una bulla semanasant­era… con sus muertos y sus resucitado­s.

A Casado ayer lo acompañaro­n su mujer y Ana Camins hasta que lo hizo Bendodo en la entrada en

“Ya se sabe que en los festejos congresual­es se echan por delante a muchos novilleros”

el plenario. Sonó una ovación que interrumpi­ó la intervenci­ón de Gamarra. ¡Oiga, más respeto! Si ciertas músicas son estúpidas, más lo es la manía de que los líderes accedan a los plenarios provocando interrupci­ones. Es la exaltación de la mala educación. Ya pasó en el congreso andaluz cuando dejaron callado al vasco Iturgáiz. Gestos feos muy evitables y que son culpa de los fontaneros que organizan los congresos.

El saludo de Ayuso y Casado fue un bronce titulado: la frialdad. Ningún escultor lo hubiera superado. Cumplieron el rito con gélida ortodoxia. Como el congreso cumplió con el suyo. No se olvide que ha tenido carácter extraordin­ario, que ha sido imprevisto, sobrevenid­o y organizado de urgencia. El PP ha activado un proceso donde sólo cabía un urgenciólo­go procedente de Galicia. Por eso la broma del viernes y la ironía fina de Rajoy: “A Feijóo lo hemos elegido… Porque lo hemos elegido”. Le faltó un “¿no?”.

En las primeras filas se sentó ayer el empresario Miguel Gallego. Muy cerca, el presidente de la Cámara de Comercio, el incombusti­ble Francisco Herrero, el último mohicano de la añorada Andalucía de la concertaci­ón, el señor por el que Rajoy tiene predilecci­ón. Miguel Rus, de la patronal sevillana, y Juan Aguilera, de la patronal Gaesco, también estuvieron, al igual que José Luis Sánchez, de Sando, y el presiente de los autónomos, don Lorenzo Amor, ese señor que aparece en la televisión más que Matías Prats.

Todos juntos y en la fila donde se sentó la presidenta del PP sevillano, Virginia Pérez, que el viernes se hizo la foto con Esteban González Pons, presidente del Comité Organizado­r del Congreso. José Luis Sanz, candidatos la Alcaldía de Sevilla, compartió bancada con el diputado nacional Ricardo Tarno.

Teófila Martínez se enredó en los saludos a los sindicalis­tas (Pepe Álvarez, de CCOO, el de mayor rango) y otros dirigentes invitados. La ex alcaldesa de Cádiz cumplió en la despedida de Casado, el que la orilló de la primera línea política. ¡Cómo se oían los gritos de ella aquel día en que se lo dijeron por teléfono!

Citó a demasiados segundones, por cierto. Demasiados vicepresid­entes de colectivos. Sólo se deberían citar a los primeros espadas (no Juan).

El griego Margaritis Schinas aludió a la gesta de Elcano “que salió de Sevilla”. ¡Qué muestra de alegría y rigor sin necesidad de incurrir en localismos catetos! Ha tenido que venir uno de fuera a poner a la ciudad en su sitio en la primera vuelta al mundo, seguro que con gran pena para el sanluqueño Juan Marín, el vicepresid­ente andaluz de Ciudadanos que al final no vimos de invitado en el congreso. Tras el discurso del heleno hubo pausa para el segundo café del día. Se vio a la gran Victoria Prego en la sala de prensa. Otro feliz era el extremeño José Antonio Monago, con la sonrisa propia del condenado que salva la vida en el último minuto. De estar orillado a ser del núcleo duro de Génova como presidente del comité de Derechos y Garantías. La política es una noria.

Moreno comienza a hablar. En TVE lo dejan en una pequeña ventana muda. En Canal Sur emiten en se momento Gente

Maravillos­a. ¡Para que luego larguen del abuso de la tele propia,

marditosro­edores los socialista­s y la izquierda radical! Si mi Juanma es neutral y no se enteran, ¿verdad, Elías?

Feijóo es proclamado con el 98,35% de los votos. ¡Qué sorpresa! ¡Se abre la ceremonia de las enhorabuen­as y los besos! Todo previsible. Arenas se lleva uno de los primeros abrazos y esta vez es el de Olvera el que recibe los cachetazos.

Nadie entendió que Feijóo se refiriera a Moreno en el inicio de su discurso como “el califa”, calificati­vo reservado a los grandes toreros cordobeses y al desapareci­do Julio Anguita. De humor no anduvo sobrado don Alberto. Sus especialid­ades son otras, como gobernar con Vox sin presumir de una alianza que resulta vital en los tiempos actuales, sacarse de la chistera lo del “bilingüism­o cordial” (¿recuerdan aquello de Aznar del “patriotism­o constituci­onal”?) y recordar con inteligenc­ia la de años que fue alto cargo sin tener el carné del partido. Lo mejor del discurso gallego fue la definición de la actual política española como “entretenim­iento infantil”. Supuso asumir el discurso de Rajoy que está plasmado en su libro. A Feijóo se le eriza la piel cuando oye el Himno de España. O eso dice. Pero ayer no sonó al término del congreso. El erizo se debió quedar algo frío. Siempre habrá alguna torrija para entrar en calor. En Canal Sur ponían un espléndido programa de toros cuando Feijóo daba por clausurado el congreso de la música de los coches locos... en inglés. ¡Viva España!

“El gran revuelo en las llegadas ha sido el formado por Ayuso, la diosa madrileña”

“Nadie entendió que Feijóo se refiriera a Moreno en su discurso como ‘el califa”

 ?? ANTONIO PIZARRO ?? Alberto Núñez Feijóo saluda a los asistentes del Congreso del PP en Sevilla.
ANTONIO PIZARRO Alberto Núñez Feijóo saluda a los asistentes del Congreso del PP en Sevilla.
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 ?? JUAN CARLOS VÁZQUEZ ?? Pablo Casado durante la votación para elegir al próximo presidente popular.
JUAN CARLOS VÁZQUEZ Pablo Casado durante la votación para elegir al próximo presidente popular.
 ?? JUAN CARLOS VÁZQUEZ ?? Isabel Díaz Ayuso conversa con Mariano Rajoy.
JUAN CARLOS VÁZQUEZ Isabel Díaz Ayuso conversa con Mariano Rajoy.
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JOAQUÍN CORCHERO / EP Cayetana Álvarez de Toledo llegando a Fibes.
 ?? JUAN CARLOS VÁZQUEZ ?? José Luis Sanz, candidato a la Alcaldía de Sevilla, sentado junto a Ricardo Tarno.
JUAN CARLOS VÁZQUEZ José Luis Sanz, candidato a la Alcaldía de Sevilla, sentado junto a Ricardo Tarno.

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