‘Marvelzurrapa’ vampírica

lamentable: “está hecho un eccehomo”. Según la RAE un eccehomo, expresión tomada de las palabras de Pilatos cuando presentó al Nazareno al pueblo tras azotarle, designa a una “persona lacerada, rota, de lastimoso aspecto”. Pues así, hecha un eccehomo, nos llega Morbius, una de las películas comerciales de la incansable factoría Marvel más maltratada por la crítica y zarandeada en las redes. Su mala fama la precede de tal manera que seguro que hay quien va a verla para comprobarlo. Incansable Marvel. Si fuese Bruguera habría exprimido los tebeos hasta sacar una serie de largometrajes del ratón que tortura al gato en la azotea de 13 Rue del Percebe o del loro Jeremías (eso sí: le habrían quitado el puro por aquello de la corrección político-sanitaria) de La familia Cebolleta.

Morbius, villano presentado en una historieta de Spider Man en 1971, es un brillante científico que, buscando un remedio para sus males, acaba convirtiéndose en un vampiro tras someterse a un tratamiento de su invención. Lo creó Roy Thomas basándose en la vieja película de serie B –más bien Z– El vampiro (Paul Landres, 1951), a su vez deudora como tantas otras películas de experimentos fallidos y científicos atormentados del Jekyll y Hyde de Stevenson.

Ahora la exprimidora Marvel le saca el jugo. Poquito, más bien, aunque la mala fama que le precede no está justificada. Los fans del cine de superhéroes, la legión de seguidores de la factoría Marvel y los críticos que se toman estas películas en serio deben ser tan exigentes como maniáticos. Es una más. No de las mejores. Tampoco de las peores (¿qué es lo peor en este universo?). Quizás el problema es que se trata más de una película de Daniel Espinosa que de una de Marvel. Y el cine de este director sueco de origen chileno trasplantado a Hollywood

es flácido, como hecho sin muchas ganas, en su etapa americana (El invitado, Life) y solo correcto cuando se esfuerza (El niño 44). Eso sí: nació con buena estrella o tiene buenos padrinos porque en estas medianías ha trabajado con Ryan Reynolds, Denzel Washington, Gary Oldman, Tom Hardy o Jackie Gyllenhaal.

Floja de guión y flácida de dirección esta historia de vampiro a lo Marvel baja también en cuanto a la categoría de sus intérpretes, aunque Jared Leto tenga sus admiradores y ande por ahí Michael Keaton (pero también ese Matt Smith a quien parece habérsele quedado el rictus de estreñimiento de su Edimburgo de The Crown). Ni tan buena, ni tan mala. Una más.