París vuelve a soñar con tener a Mbappé
● “Sí, claro”, señaló el francés sobre si había opciones de seguir en el PSG
Durante unas semanas, el tiempo que duró la resaca de la eliminación en la Liga de Campeones, París se resignó a perder a su estrella Kylian Mbappé. Todo apuntaba a que el atacante de moda había visto en el Bernabéu que su futuro estaba allí.
Pero en las últimas horas la tendencia ha cambiado. El jugador mantiene viva la duda y ahora ya no tiene motivos para hacerlo, más allá de seguir siendo adulado por la grada del Parque de los Príncipes, que corea su nombre en una clara operación de seducción.
Si los aficionados lo hacen es porque piensan que tiene opciones y porque, frente a las noticias que llegan de Madrid, según las cuales la decisión de irse está tomada, creen al futbolista cuando asegura que la pelota está aún en el aire.
Mbappé parece cómodo alimentando la duda. A falta de elementos contundentes, sus palabras son escudriñadas con microscopio en busca de alguna pista que permita clarificar su futuro.
¿Seguir en el París Saint Germain (PSG) es posible?, le preguntó un periodista en la zona mixta cuando el jugador ya enfilaba hacia la puerta de salida: “Sí, claro”, respondió el jugador.
Esa frase, nada más, abona la teoría de que la relación de fuerzas, que hasta ahora parecía inclinarse a favor del Madrid, ha cambiado de tendencia, en la voz de varios comentaristas del fútbol francés.
Antes, el jugador había reiterado que no ha tomado una decisión y que analiza cada detalle para no equivocarse. “Estoy reflexionando porque hay elementos nuevos, muchas cosas y nuevos parámetros”, dijo el futbolista, que no dio más detalles sobre lo que pasa por su cabeza.
Poco antes, la grada del Parque de los Príncipes había coreado su nombre: “Tener el cariño de la gente aquí siempre ha sido algo agradable. Se lo agradezco. Todo un estadio que corea mi nombre, no es poca cosa”.
Mbappé se ha salvado de la hoguera que hicieron los aficionados tras la eliminación europea del PSG, que vivió un nuevo capítulo en su segundo partido en casa tras aquel fracaso.
En esta ocasión, los ultras decidieron mostrar su malestar con silencio y el Parque de los Príncipes no escuchó sus habituales cánticos de apoyo. Pero a golpe de genialidad, Mbappé fue quebrando el silencio y los aplausos pronto dieron paso a los “¡Kylian, Kylian!”, que poblaron la grada.
El delantero es la excepción, porque los hinchas no fueron tan generosos con Neymar, que firmó otro doblete, ni con Lionel Messi, que se apuntó a la goleada.
Peor aun, el enfado todavía reinante se lo cobraron con el técnico, Mauricio Pochettino, muy silbado en el anuncio de la alineación; y con Sergio Ramos, que entró en el minuto 72 para participar en su sexto partido de la temporada y escuchó abucheos al ingresar en el terreno de juego, y cada vez que tocó el balón.
El aficionado parisiense no se resigna a ver que su futuro inmediato pasa por perder a la estrella que adora y quedarse con un veterano al que reprochan haber llegado en busca de un retiro dorado.
El club, mientras, parece todavía bajo la conmoción que supuso la eliminación europea y nadie sabe cuánta profundidad tendrá la renovación que se anuncia para el año próximo.
Todo parece suspendido a la decisión de Mbappé, que tiene sobre su mesa una enorme oferta económica del PSG y todas las facilidades para seguir. De él, depende que siga el sueño parisiense.
Kylian Mbappé Futbolista del PSG
Estoy reflexionando porque hay elementos nuevos, muchas cosas y nuevos parámetros”