Una boda de primavera con bufanda de invierno
● El enlace del hijo de Marta Chavarri con la primogénita de Philippe Junot ha devuelto al foco mediático a la que fue reina de corazones en los 80
SEGURAMENTE les haya pasado como a éste que les escribe. Se han sentido bastante defraudados por lo que se vio el pasado sábado en Plasencia, esa ciudad que siempre ligamos a las fotos de iglesias románicas que salpicaban los libros de Historia del Arte de nuestra adolescencia. A los que nos gusta echar el ojo a las bodas de la jet set (palabra cada vez más en desuso) nos hemos quedado un poco apesadumbrados al contemplar ciertos modelos exhibidos en la que se ha denominado la boda del año, la que unía ante el altar a Álvaro Falcó (hijo de Marta Chavarri) con Isabelle Junot (primogénita de Philippe Junot).
¿Qué quieren que les diga? Pues que en cualquier celebración matrimonial de su entorno más próximo habrá podido disfrutar de más glamour y estilo que el que pisaron las calles adoquinadas de la ciudad cacereña. No había mucho donde elegir. Conjuntos que, en su mayoría, aportaban poco y que más bien parecían haberse quedado colgados de la percha en la primavera de 2020, cuando estalló la pandemia.
Sigamos con la crítica. Por destacar algo bueno, hagámoslo con la madrina, que sin ser nada excepcional, debemos agradecerle que exhibiera un mantón de manila. Recordemos aquí el nefasto suceso acaecido en Zarzuela, cuando hace poco más de un año a un asesor de Su Majestad le dio por cortar esta fabulosa prenda, bordada en el pueblo sevillano de Villamanrique de la Condesa. Ha de destacarse también que se trata de la primera de las apariciones públicas de Marta Chavarri en su nueva vida alejada de los focos de la prensa rosa, en la que llenó portadas durante los 80.
En aquella década prodigiosa la beautiful people se encargaba de aportar titulares al papel cuché, no había que buscar famosos de segunda o tercera división ni tener que acudir a un programa de telerrealidad para soportar las cámaras de televisión apostadas día y noche en la puerta. Marta Chávarri comenzó a disfrutar de mucha popularidad cuando se casó en 1982 con Fernando Falcó, marqués de Cubas, precisamente en el Palacio de Mirabel, donde lo ha hecho este fin de semana el único hijo del matrimonio.
Y de aquellos 80 a esta era posmoderna. Como referente de este periodo, se pudo ver entre los invitados a Marta Ortega, presidente del grupo Inditex, uno de los imperios españoles de la moda. Acompañada por su marido Carlos Torretta, lucía un vestido naranja con un abrigo-capa azul celeste. A algunos les pareció un conjunto acertado y a otros, no tanto. Pero he de reconocer que fue de lo más alegante que se contempló en una celebración sin muchas aportaciones.
Marta Chavarri se convirtió en una reina de corazones que, en 1989, protagonizó uno de los escándalos más sonoros de la alta sociedad, al descubrirse su relación con el empresario Alberto Cortina, entonces marido de Alicia Koplowitz. A todo ello hay que sumarle aquella foto mítica de la revista Interviú en la que a la aún marquesa se le veía sin nada debajo de la falda. La aristócrata acabó casada con Alberto, del que luego se separaría. Durante estos años, por cierto, se le llegó a relacionar con Philippe Junnot, que, ironías del destino, se ha convertido en su consuegro.
Y de aquellos 80 a esta era posmoderna. Como referente de este periodo, se pudo ver entre los invitados a Marta Ortega, presidente del grupo Inditex, uno de los imperios españoles de la moda. Acompañada por su marido Carlos Torretta, lucía un vestido naranja con un abrigo-capa azul celeste. A algunos les pareció un conjunto acertado y a otros, no tanto. Pero he de reconocer que fue de lo más alegante que se contempló en una celebración sin muchas aportaciones.
Abundó mucho el estampado floral en tejido ligeros, propios de una primavera que, en lo climatológico, parece aún alejada. El frío acecha, de ahí que también se vieran complementos para atenuar la bajada de las temperaturas con la que se ha estrenado este abril de vuelta a la normalidad. Y quizás para prevenir resfriados, resulta conveniente echar mano de la ropa de abrigo. No les voy a dar la lata con lo del 40 de mayo, pero si no la han usado en invierno, conviene tenerla cerca estos días. Les hablo de la bufanda XXL, el último grito de los frikis de la moda.