8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano
● Ya ha llegado la hora de contar con los gitanos jóvenes para puestos de responsabilidad política y de gestión
LOS gitanos somos un pueblo nómada que sabe adaptarse a las costumbres de todos los lugares donde llegamos, pero también mantenemos las nuestras. En España, estamos presentes desde el año 1400 y la mayoría nos encontramos en Andalucía.
No hace mucho, hablando con un amigo gitano y periodista, cometí el error de afirmar que en Andalucía vivimos unos 400.000 gitanos, en torno al 5% de la población. Inmediatamente me corrigió: me dijo que de los ocho millones de andaluces, 400.000 somos gitanos. Y no puedo estar más de acuerdo con él.
Hace aproximadamente 25 años, venían a verme asociaciones de defensa de los gitanos para que les prestara ayuda. Siempre
les insistía en que lucharan porque los niños gitanos fueran al colegio a diario, que no faltaran un solo día. Que esa sería la mejor forma para erradicar la mala imagen que durante tiempo hemos tenido.
Hoy, esa preocupación ya está superada. Gracias a la ayuda de todas las Administraciones públicas, la prueba es que hay abundantes abogados, periodistas, economistas o médicos, entre muchas otras profesiones, que pertenecen a la comunidad gitana.
Pero si somos el 5% de la población andaluza, al igual que sucede con la paridad femenina en las listas electorales, debería haber al menos un gitano en cada Corporación Municipal de Andalucía y al menos cinco parlamentarios andaluces. Es más, existe un Consejo Asesor de Flamenco en Andalucía en el que no hay ningún gitano. Y algo de f lamenco sabemos.
No hace mucho, vino a mí una asociación de defensa de los gitanos para que les apoyara en la organización de un evento. Le pedí a su delegada en la zona que me hiciera llegar el organigrama a nivel nacional y el primer gitano aparecía el sexto. Por desgracia, ni el presidente ni el vicepresidente eran gitanos. ¿Imaginan una asociación en defensa de los judíos con el primer judío de su organigrama en sexto lugar?
Aún quedan muchas personas que desconocen que el Pueblo Gitano ha sido siempre un pueblo perseguido y maltratado. Desde los tiempos de los Reyes Católicos hasta el último holocausto, en el que murieron 700.000 gitanos. Pero claro, nunca hemos tenido productores cinematográficos en Hollywood que contaran nuestro sufrimiento.
Hay un disco de El Lebrijano, con texto del gran poeta Félix
Grande, que, además de ser una obra de arte, explica perfectamente todas estas atrocidades a las que fuimos sometidos por los Reyes Católicos y Mateo Alemán, quien aún conserva una calle a su nombre en Sevilla.
Ya ha llegado la hora de contar con los gitanos jóvenes para puestos de responsabilidad política y de gestión. Ayudaría a mejorar nuestra imagen en tiempos nuevos que, a la vez, son coyunturalmente difíciles.
No creo que Andalucía haya racismo; quizás clasismo. Pero sirva este humilde escrito para reivindicar que los gitanos de las nuevas generaciones vienen a ocupar su sitio, que ya están preparados.