“La inflación es previa a la guerra, seguirá ahí cuando acabe”
● El banquero avisa de que una victoria de Putin frente a Occidente traería una profunda y larga recesión, que se evitaría si es derrotado
En un contexto de gran transformación de la economía, Renta 4 Banco ha retomado el contacto anual con clientes e inversores para explicar las perspectivas que espera en este año 2022, después de que la pandemia impidió hacerlo en 2020 y 2021. Juan Carlos Ureta Domingo (Bilbao, 1956), presidente del banco especializado en gestión del patrimonio –gestiona más de 700 millones en Andalucía– acudió personalmente a Sevilla para participar en la cita.
La preocupación más inmediata de los inversores y clientes es el impacto de la guerra de Ucrania, pero Ureta precisa que el menaje que se les está dando en este tipo de reuniones es “que los grandes temas que están afectando a la economía son anteriores, como el desajuste de la oferta y la demanda o la inf lación, y continuarán ahí cuando pase la guerra de Ucrania”. Ureta enfatiza que el Covid ha supuesto “una gran transformación de la economía” y no sólo por la aceleración de la digitalización, sino porque ha supuesto “cambios en el estilo de vidas, en modelos de negocio y en valores”. Esa “profunda transformación convive con episodios traumáticos como ahora el de la guerra”.
El presidente de Renta 4 destaca dos grandes elementos en esa transformación. Por un lado, lo que llama “la economía en K, que está sometida a un proceso de “innovación y disrupción permanente, que tiene origen en la tecnología pero que va más allá de ésta”.
“Impacta en los estilos de vida, estos impactan en los modelos de negocio, y esos cambios generan empresas ganadoras y perdedoras en cada sector”.
Esta “característica del mundo pos-Covid, los mercados financieros lo alimentan todavía más, en la medida que la inversión fluye de manera mucho más fuerte hacia unas empresas y sectores que hacia otros”, porque apuesta por temáticas ganadoras: “Salud, longevidad, digital, medioambiente, energías renovables o cloud”.
El otro aspecto que Ureta traslada es que otra característica del mundo pos-Covid es que “las políticas monetarias ultraexpansivas se han convertido en políticas permanentes”. “Es una economía que requiere asistencia financiera continua, porque está muy endeudada, con áreas crecientes de la población muy subsidiada y que van a seguir estándolo”, dice en referencia a problemas como la población envejecida o el paro estructural. Eso hace que convivan “una economía asistida o subsidiada con otra muy competitiva, darwinista en la parte de la innovación”.
A raíz de la pandemia, se planteó un “gran reset económico o cambios tan profundos como el Green New Deal”, pero mostrado “desde un prisma ingenuamente positivo”. Al haber mucho dinero disponible, porque lo proveen los bancos centrales, se desarrollará un mundo “más verde, más digital, más sostenible, y con modelo de crecimiento mejor al contar con valores sociales”.
Ureta señala que esa narrativa, siendo muy potente y atractiva y muy cierta”, lo que dio lugar a que los mercados viviesen en el año 2021 una “época dorada”. Pero desde el inicio de 2022, se está viendo que esa narrativa es verdad, “pero que llegar a a ese mundo más verde, digital y sostenible no es algo lineal”.
“Aparece la inflación, la crisis energética, los cuellos de botella en las cadenas de suministro, suben las materias primas, y no sólo el petróleo y el gas, (trigo, níquel, etcétera), y aparece la desglobalización”, relata Ureta, que enfatiza que “todo eso es anterior a la guerra de Ucrania, que en todo caso ha intensificado más esos desajustes”. “Esperemos que la guerra acabe pronto y con victoria para Occidente. Pero esos temas problemáticos seguirán ahí”, dice Ureta que advierte que “una victoria de Putin traería una recesión larga y profunda y, si vence Occidente, se evitará”.
Por eso, el mensaje de Renta 4 Banco es que la inversión debe referenciarse a la “economía real, a la empresa, y eso es bueno”. “El retorno de la inversión se está asociando a participar en el crecimiento de la economía” ante la ausencia de activos sin riesgos tradicionales como el bono soberano o el depósito bancario, y hacerlo en renta variable y fondos de inversión, aconseja Ureta.