Un maremoto en el mar de Alborán alcanzaría Granada en 40 minutos
El Plan Estatal establece medidas especiales para zonas con mayor riesgo de tsunamis
Un tsunami en la costa de Granada, Almería y Málaga es un fenómeno de baja probabilidad, pero de alto impacto, razón por la que los expertos estudian el asunto en detalle y elaboran planes específicos. Un maremoto que se hubiera generado en el mar de Alborán, en su mitad, tardaría menos de 15 minutos en alcanzar la costa de Marruecos. El cabo de las Tres Forcas sería el primer punto en el que tocaría tierra. Después, se desplazaría hasta Melilla, Granada, Almería y Málaga en poco más de 40 minutos.
En realidad, se trata de hipótesis basadas en estudios científicos, pero parte de las provincias de Granada y Almería ya han sido asoladas por tsunamis. El más conocido fue el de 1522. Se produjo a raíz de un gran terremoto con intensidad máxima VIIIIX que produjo la caída de la mayor parte de las casas de Almería y Ugíjar (Granada) y unas 1.000 víctimas. Aunque algunos autores sitúan el epicentro en tierra, otros lo sitúan en el mar de Alborán.
En todo caso, hay documentos que señalan la existencia de un tsunami asociado al terremoto, como el acta del 22 de septiembre del Cabildo eclesiástico de Almería donde se describe un gran terremoto con alusión a un tsunami: “...La ciudad se sumergió en su mayor parte, bajo las ondas del Mediterráneo” y una talla en madera realizada en 1523 que ilustra el evento donde aparecen personas ahogándose, barcos hundiéndose y daños en las construcciones del muelle. Otros autores muestran evidencias de este tsunami en el registro sedimentario del Cabo de Gata en Almería.
Hubo más. El 13 de enero de 1804, otro terremoto en el mar de Alborán, cerca de la costa occidental de Almería, provoca intensidades de VII-VIII y parece que genera un pequeño tsunami que induce la retirada del mar en la costa cercana a Motril o a Adra. Además, estudios científicos han llegado a la conclusión de que la falla de Averroes del Alborán tiene más riesgo para generar tsunamis del que se creía. “Estas olas gigantes pueden representar una amenaza para las poblaciones costeras, dañar infraestructuras marinas y terrestres, y provocar una crisis económica y medioambiental. Estos resultados serán vitales para mejorar las medidas de planificación encaminadas a la mitigación del impacto de un posible tsunami”, explica el investigador del CSIC Ferrán Estrada, del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC).
En Almería, cuyo litoral está en riesgo como el de Granada, se ha presentado el Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo de maremotos. Establece un sistema de alerta ante maremotos cuya finalidad es avisar, en el caso de la inminencia de dicha amenaza, a las autoridades de protección civil y servicios públicos de emergencia, así como a los ciudadanos que se hallen en lugares cercanos.
Los maremotos suponen en España un riesgo de baja probabilidad de ocurrencia, pero de alto impacto, por lo que su estudio –incluido el análisis de riesgos– forma parte esencial de la planificación de la respuesta que deba preverse, de acuerdo con los objetivos de la Unión Europea para el desarrollo de futuras capacidades que complementen las ya existentes en cada Estado miembro.
La aprobación del I Plan Estatal de Maremotos tiene una enorme significación por la existencia en nuestro país de más de 7.000 km de costas marítimas, con varias zonas en las que el riesgo de maremotos aconseja adoptar las adecuadas medidas.
El Plan llega, además, en un momento especialmente oportuno tras la declaración por Nacionales Unidas de la Década de los Océanos 2021-2030, y se enmarca en el decidido impulso del Gobierno al Sistema Nacional de Protección Civil.
El Plan Estatal de Maremotos tiene tres objetivos fundamentales: asegurar una respuesta eficaz en caso de que suceda un maremoto en cualquier lugar de las costas españolas que ocasione una emergencia de interés nacional; organizar el apoyo y la asistencia de la Administración General del Estado a las Comunidades Autónomas en las emergencias de interés autonómico; y establecer un sistema de alerta ante maremotos.