“Joaquín y Alberti poetizan su existencia”
sus ojos. O en Joaquín, con su risa contagiosa.
–¿Cómo definiría su ciudad, El Puerto de Santa María?
–Es la ciudad marinera donde he crecido. Un pinar mágico, playas largas con carácter. El olor de los guisos con vinos generosos... Las papas con chocos, el pescaíto frito, el puchero de mi madre. El recuerdo de un pasado glorioso, el presagio de un futuro prometedor.
–¿El futbolista Joaquín es como si Alberti, ambos con tanto humor, trasladara la poesía al césped?
–Cada uno de estos personajes poetiza su propia existencia. Ya sea con las patatas fritas, como el Papi; ya sea con un balón de fútbol, con la literatura como Fernán Caballero o con un estudio de grabación como Paco Loco). O como Tomás
Osborne Mann, dejando un legado tan importante.
–¿Quien no hay desayunado churros en El Puerto no sabe lo que es una mañana de churros?
–Pues sí. Y más si han sido confeccionados con Harinas El Vaporcito.
–¿Cómo pregonaría El Papi su botella de diseño?
–Soy El Fino ¡El auténtico! ¡El del Buzo! Paaaaaapi! (sólo los que hayan ido a las playas de El Puerto sabrán de qué hablamos).
–¿Qué diría que tiene el fino de El Puerto para ser único?
–Siempre me ha llamado la atención su delicadeza y ligereza y su recuerdo salino. Es un vino seco, ideal para el momento aperitivo y perfecto para la feria. Fino Quinta en boca tiene una sensación de frescor muy agradable. Yo lo uso también para cocinar y da la tensión perfecta a un guiso. Como dice Gennaro Contaldo: el vino que bebes es el vino con el que cocinas. Me trae reuerdos inequívocos de la Feria.
–¿Cómo se imagina que fue el fundador de Osborne, para que fuera tan visionario?
–Me imagino a alguien ubicuo, aventurero, y con una gran capacidad de emprender. Dejar un legado así, que cumple 250 años, y comenzar una andadura de ese calibre, me parece una proeza.