El diálogo entre PSOE y el PP sigue sin cristalizar aún en grandes pactos
La llegada de Feijóo acerca el consenso para renovar el Consejo General del Poder Judicial María Jesús Montero y Juan Bravo mantienen el diálogo sobre asuntos económicos
de Hacienda, María Jesús Montero, y el vicesecretario de Economía del PP y consejero andaluz, Juan Bravo, y en Justicia, con interlocución entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons.
Aunque en economía el PP ya ha fijado su propuesta, recogida en un plan que incluye rebajas de impuestos por debajo de los 40.000 euros, ayudas directas o racionalización del gasto, en Justicia el PP busca negociar sin líneas rojas y fuera del foco, sin hacer públicas sus posiciones de partida. Así, el PP no sostiene ya las posturas de máximos de Casado, que para renovar el Consejo General del Poder Judicial exigía una reforma de su sistema de elección para que la mayoría de los vocales sean elegidos de forma directa por los propios jueces y, como pista de sus demandas, ha aludido a la Unión Europea, que pide que al menos la mitad del órgano sea elegido de forma directa por los magistrados.
Más allá de este gran pacto pendiente, PSOE y PP sí se han puesto de acuerdo para derogar la necesidad de los españoles que viven en el extranjero de rogar su voto o en el decreto para reforzar la transparencia de la Casa Real, un asunto donde la coordinación existía también durante la etapa de Casado, aunque no trascendió públicamente.
El cambio es por lo tanto evidente en comparación con la etapa de Casado, que resolvía buena parte de sus diferencias con el Gobierno abriendo frentes judiciales, pero la rivalidad entre el PSOE y el PP continúa. De hecho, el PSOE afirma que el PP “sigue siendo un partido podrido por la corrupción”, por los polémicos contratos para la compra de mascarillas suscritos por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, y no se fía del perfil “aparentemente moderado” de Feijóo.
Por su parte, el PP centra sus críticas en dos frentes: el “debilitamiento del Estado” por los pactos del Gobierno con partidos independentistas como Bildu y, sobre todo, el ámbito económico, en el que culpan a Sánchez de hacer una gestión negligente, que comparan con la del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
El mismo Feijóo acusó a Sánchez de “no tener corazón” por no querer hacer una bajada generalizada de impuestos y dijo que el Gobierno está “mucho más preocupado en confrontar con el PP que en solucionar la inflación”. Ataques cruzados con los que el PP y el PSOE tratan de consolidar
Ambos partidos han acordado la derogación de la necesidad del voto rogado
a sus votantes y de convencer al electorado bisagra entre ambas formaciones, más próximo al centro.
Y aunque tanto el PP como el PSOE tienen predisposición para pactar los grandes asuntos de Estado, en el terreno electoral siguen alejados, sin que la opción de una gran coalición parezca viable. Ante la proximidad de las elecciones andaluzas, y aunque el PP no cierra la puerta a reeditar sus alianzas con Vox, el partido de Feijóo ha pedido que gobierne la lista más votada, una propuesta que el PSOE no descarta.