La banca cierra 26.400 oficinas y reduce 100.000 empleos desde la crisis de 2008
Desde la crisis de 2008 el sector bancario ha vivido una profunda transformación que ha supuesto el cierre de más de la mitad de sus oficinas y la salida de más de una tercera parte de su plantilla, el uso de la tarjeta se dispara y las retiradas de efectivo caen con fuerza.
Así se desprende del cruce de datos oficiales recopilados por el Banco de España correspondientes a los ejercicios 2007 y 2021, y que reflejan cambios de calado en el sector bancario nacional.
La crisis inmobiliaria de 2008 supuso “un punto de inflexión”, según el último informe anual de la Asociación Española de Banca (AEB), en el que se habla de una “gigantesca transformación” que está “lejos de haber concluido”.
Según sus estimaciones, el fenómeno es común a toda la UE, donde el número de oficinas bancarias ha disminuido un 40% y el de empleados otro 30%, porcentajes inferiores a los de España.
Tendencia que se repite en cuanto a la cifra de entidades financieras, que se redujo en un 36%, hasta las 228 firmas, después de un intenso proceso de concentración.
El ahora ex presidente de la patronal AEB José María Roldán incidía en la última memoria de la entidad en que el sector está “prácticamente irreconocible” tras estos 15 años, con la creciente digitalización como un factor clave para entender esta transición.
Entre los cambios más significativos destaca la reducción de la red de oficinas bancarias, con casi 26.400 sucursales menos: se ha pasado de superar los 45.000 establecimientos a rondar los 19.000, lo que supone un recorte del 58%.
En paralelo se observa un descenso abrupto del personal empleado por la banca, sector que daba trabajo a más de 277.000 personas en 2007 y a finales de 2020 ocupaba a 179.000, lo que equivale a una reducción de casi 100.000 trabajadores, un 36% menos.