Bruselas propone un veto al petróleo ruso y castigar crímenes de guerra
● La Comisión Europea plantea ejecutar esta medida energética de forma progresiva
La Comisión Europea propuso ayer un veto progresivo a las compras europeas de petróleo ruso para finales de año y sancionar a los militares de alto rango responsables de las masacres de civiles en Bucha o Mariupol, dos ciudades ucranianas arrasadas tras la ocupación rusa y símbolos del sufrimiento civil durante la invasión.
Ambas decisiones forman parte de la sexta tanda de sanciones que la UE espera imponer en los próximos días a Moscú una vez que los Veintisiete las aprueben por unanimidad, y se suman a una amplia batería de medidas aplicadas desde finales de febrero con el objetivo de frenar la maquinaria de guerra del Kremlin y obstaculizar la economía de este país.
Tras el embargo de carbón que ya está en marcha, Bruselas apunta en esta ocasión al petróleo, que la UE compró a Rusia por valor de 74.000 millones de euros en 2021 y que los Estados miembros dejarán de importar de forma progresiva de aquí a final de año.
“Será una prohibición total de importación de todo el petróleo ruso, por mar y por oleoducto, crudo y refinado”, dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ante el Parlamento Europeo.
Bruselas aboga por que ese veto se implante “de manera ordenada para asegurar rutas de suministro alternativas y minimizar el impacto en los mercados globales”, con un veto al crudo en seis meses y un embargo a los productos refinados “para finales de año”.
A falta de que la Comisión publique los detalles, fuentes europeas indicaron que Hungría y Eslovaquia, que son totalmente dependientes del petróleo ruso y no tienen salida al mar, podrían disponer de más tiempo.
El sexto paquete de sanciones apunta también a los responsables de crímenes de guerra en Bucha, de la que se recuperaron más de 1.200 cadáveres de civiles tras la ocupación rusa, o Mariupol, entre cuyas ruinas sobreviven más de 10.000 habitantes sin agua, electricidad ni productos básicos.
“Sancionaremos a militares de alto rango y otros individuos que cometieron crímenes de guerra en Bucha y que son responsables por el asedio inhumano de Mariupol”, anunció Von der Leyen.
Estas medidas restrictivas se suman a aquellas contra 680 individuos y 53 entidades rusas relacionadas con la invasión de Ucrania, entre ellos el presidente, Vladimir Putin, su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, y un nutrido grupo de oligarcas cercanos al Kremlin.
Los sancionados bajo este régimen tienen prohibido viajar a territorio europeo y tienen congelados sus activos en la Unión; también se prohíbe que ciudadanos o entidades europeos pongan fondos a su disposición.
Bruselas también planteó desconectar del sistema de mensajería financiera Swift a la entidad rusa Sberbank, la más importante del país al representar un 37% del sistema financiero ruso, y a otros dos bancos medianos más, “críticos para la capacidad de Putin para emprender su destrucción”, dijo Von der Leyen.