Tres personas mueren en el incendio de un edificio en Barcelona
● En el bloque se sucedían las peleas y amenazas y los Mossos investigan si el fuego fue provocado
Tres personas murieron y cuatro resultaron heridas, una grave, en el incendio de un edificio de Santa Coloma de Gramenet, donde hace días fue detenido un vecino que amenazó a otros inquilinos, por lo que los Mossos d’Esquadra investigan si el fuego fue provocado.
El aviso del incendio, en el número 23 de la calle Sant Joaquim de Santa Coloma, llegó a los Bomberos a las 04:29 de ayer con dos focos activos simultáneos, uno en el rellano de la planta baja, donde había muebles amontonados, botes de pintura y disolvente, y otro en el único piso de la segunda planta que tenía la puerta abierta.
Los bomberos encontraron un cadáver en el rellano de la primera planta, otro en el rellano de la segunda y el tercero en el interior de un piso de la segunda planta, donde también se encontraba una mujer herida crítica, con quemaduras, que fue evacuada al hospital Vall d’Hebrón de Barcelona.
El incendio causó además intoxicación por humo a otras tres personas, entre ellas un vecino de 71 años que recibió el alta in situ, y a un hombre de 31 años y una mujer de 30, que fueron evacuados en estado leve al Hospital Esperit Sant de Santa Coloma.
Los Mossos y la Policía local habían acudido varias veces en las últimas semanas al bloque del incendio mortal por problemas de convivencia, por música alta y peleas entre vecinos, uno de los cuales –que ayer resultó ileso– fue detenido el pasado domingo por amenazar a los agentes.
De hecho, los Mossos mantienen todas las hipótesis abiertas sobre el incendio, en un caso en el que el Área de Investigación Criminal trata de esclarecer las causas del fuego, que no se descarta que haya sido provocado.
En declaraciones a los periodistas, la alcaldesa de Santa Coloma, Nuria Parlón, detalló que la mayoría de vecinos habían ocupado inmuebles de la finca –todo el edificio tiene el mismo propietario, con sede en Barcelona–, si bien la mayoría habían conseguido regularizar su situación.
Pese a ello, uno de los locales situados junto a la puerta de entrada al bloque del edificio incendiado tiene una persiana metálica en la que hay una pintada con la frase: “Okupas k asco dais”.
Según explicaron fuentes policiales, uno de los vecinos acabó detenido el domingo después de que la Policía Local acudiera en dos ocasiones a su piso porque tenía la música muy alta. En la segunda visita, el hombre acabó arrestado por amenazar a los agentes, aunque algunos vecinos explicaron que también se dirigió a ellos con amenazas.
De hecho, una vecina del entresuelo –que ayer se rompió una pierna al saltar por una ventana– denunció el domingo a otro, de la primera planta, por amenazarles de muerte con dos cuchillos, después de que le llamaran la atención porque tenía la música muy alta.
Además, algunos vecinos aseguraron ayer que el hombre les amenazó también con quemarlos.