Europa Sur

Así gana el Madrid

- Roberto Morales (Efe)

De cuando Pep Guardiola tumbaba la épica madridista con una superiorid­ad incontesta­ble, nada. En un duelo que sintió sentenciad­o el Manchester City con el tanto de Mahrez, el Real Madrid de los imposibles protagoniz­ó una nueva remontada para la historia, con un doblete en un minuto del tiempo añadido de Rodrygo y el tanto de penalti de Karim Benzema en la prórroga, para acceder a la final de París tras la última noche mágica de una Champions inolvidabl­e para el Santiago Bernabéu.

No es sólo épica. Es corazón, es fe en sus posibilida­des hasta el último suspiro. Es fútbol. Es la herencia de un gen único, un adn especial que se transmite de generación en generación. Sin Casemiro, Kroos ni Modric ya en el campo. Con un puñado de jóvenes sin miedos y a los que no pesa el escudo, el Real Madrid impuso su historia cuando lo tenía todo perdido. El único equipo del mundo capaz de repetir remontada en cada eliminator­ia hasta la final. Realizando un nuevo giro de tuerca con dos tantos en el tiempo añadido cuando parecía sentenciad­o.

En una Champions en la que se asomó en varias ocasiones al abismo, Ancelotti sintió que un tanto del City era la sentencia definitiva. En el intercambi­o de golpes, en la locura del Etihad, nunca vio a su equipo superior. Y se protegió de inicio. Pese a jugar en un Bernabéu encendido como nunca, su plan fue Fede Valverde para llegar con vida al momento decisivo de la eliminator­ia, el último cuarto.

Si cada eliminator­ia europea se divide en cuatro partes, sólo hay un equipo del mundo que le sirva ganar una y ser superado en las tres restantes. Se pudo ver ante el PSG, cuando media hora sirvió para añadir una nueva remontada a la larga lista que da forma a la leyenda. Y ése fue el plan de Carletto, que plantó un bloque bajo y un excesivo respeto a un City con una identidad definida, con ese inconfundi­ble sello Guardiola que tan bien conoce el Bernabéu.

Representa Pep un estilo que suele dañar al Real Madrid y que ha logrado inculcar en un equipo inglés. Desde ahí su reto es ganar la Champions con otro club y una vez más se quedó en el camino. Su City siempre quiso el balón, jugó al ritmo de Bernardo Silva, con dos extremos abiertos para generar espacios a un equipo que corre tras la pelota, con De Bruyne apareciend­o al espacio, haciendo sufrir a la espalda de Kroos, y Gabriel Jesus listo para engancharl­a en cualquier momento. también quiso dominar el otro fútbol, como ya demostró en el Metropolit­ano, con sus pérdidas de tiempo para frenar el ímpetu madridista.

A eso quedó reducido el equipo de Ancelotti en el primer acto. Asfixiado en la presión ordenada del City. Con cuatro medios pero ninguno para construir. Atrapados en una tela de araña que provocó las continuas pérdidas de los defensas en fase de salida. Sólo la velocidad, asociada a la calidad en el regate, de Vinícius. Sin Benzema en contacto con el balón, el Real Madrid es menos Real Madrid. Aún así, en la Liga de Campeones de su carrera, enganchó dos centros el francés como canto a la esperanza. Ninguno a portería.

Entonado Courtois cuando tras la salida en tromba madridista, el City le metió anestesia al partido hasta que se adueñó de él, forzó al Real Madrid a encerrarse juntando líneas y amenazó con un disparo centrado de De Bruyne, Gabriel Jesus se topó con la inspiració­n abajo del portero belga y rozó la escuadra en otro disparo repleto de intención.

Para derrotar a ese estilo Guardiola no basta con corazón, que le sobra al Real Madrid, se le debe añadir un fútbol de calidad aderezado con acierto en la definición. Y de eso, que exhibió en el Etihad, careció el equipo de Ancelotti hasta el último suspiro de una segunda parte en la que protagoniz­ó el cambio de identidad esperado.

Había llegado el momento marcado en el plan. Salió del vestuario a morder y en 15 segundos dispuso de la ocasión que marcaría el partido. Carvajal encontró espacio por primera vez por el despiste de Cancelo, al centro no llegó Karim y en el segundo palo, solo, con todo para marcar, Vinícius se reencontró con la imagen de su pasado. Golpeó desequilib­rado el balón en vez de simplement­e colocar la bota para mandar el balón a la red.

Son los contrastes de Vini, tan valiente para pedir en la siguiente acción el balón y marcharse de to

El City tampoco puede con la épica del Santiago Bernabéu y los blancos remontan para jugar en París

 ?? SERGIO PÉREZ / EFE ?? Karim Benzema engaña a Ederson desde el punto de penalti para lograr el tanto de la victoria.
SERGIO PÉREZ / EFE Karim Benzema engaña a Ederson desde el punto de penalti para lograr el tanto de la victoria.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain