La ley Celaá destrozará la Enseñanza
Un nutrido número de filósofos, historiadores, matemáticos y escritores, han lanzado un manifiesto contra la ley Celaá, y piden con rotundidad recuperar las notas y los suspensos, para que así la Enseñanza recupere su condición de bien público de calidad basado en el esfuerzo, el mérito y los contenidos. Los planes del Gobierno con los currículos educativos y las reformas que están implementando al sistema producen un enorme rechazo. Nuestra Enseñanza va de mal en peor y la ley Celaá va a empeorar mucho la situación. Los conceptos de tipo moral o ideológico, ajenos al saber concreto de cada asignatura, deben ser apartados de las aulas, ya que sólo pretenden el adoctrinamiento, pervirtiendo de esa manera lo público, sacrificando a los estudiantes con menos recursos condenándolos al sometimiento moral y a la incompetencia intelectual. Si la escuela pública no es un ascensor social y de igualdad de oportunidades, ¿en qué se convierte? Pues en un simple instrumento para adoctrinar sufragado por todos los contribuyentes, también por esos padres que ven cómo sus hijos pierden el tren de su futuro vital. Los profesores no pueden ser sólo la correa de transmisión del Gobierno, deben tener libertad para enseñar los contenidos científicos o humanísticos de su materia y, con la ley Celaá, eso no ocurre. Con la ley Celaá, la brecha entre la enseñanza pública y privada va a ser descomunal. De la privada saldrán los estudiantes preparados, y de la pública, no. O esto se corrige pronto, o la debacle del sistema educativo está garantizada. Alejandro Baeza Serrano (Correo)