Europa Sur

LA DOÑA LETIZIA

- @Helenaarr HELENA ARRIAZA

COINCIDENC­IA DE

LA Reina protagoniz­ó hace unos días una anécdota que llamó mucho la atención.

Doña Letizia acudió a un evento en el que lució un vestido de Mango cuyo coste es de 49 euros. De vez en cuando, la madre de la heredera sorprende con adquisicio­nes low cost con las que demuestra que también puede llevar las mismas prendas que la mayoría de mujeres y no solo las que resultan prohibitiv­as para muchas. Y claro, le pasó algo muy temido. La reina Letizia llevó el mismo traje que una de las invitadas al evento. En concreto, llevó la misma prenda que una de las mujeres a las que ella misma tenía que entregar un premio.

Como era de esperar, lo más destacado del acto fue esta coincidenc­ia. Porque si algo se teme cada vez que se asiste como invitada a un evento, es que otra mujer vaya vestida igual. Que esto suceda se suele convertir en un momento tierra trágame, en un apuro y a veces incluso se traduce en agobio e insegurida­d.

Y por eso es por lo que hay que destacar la reacción de la reina Letizia y la mujer galardonad­a cuando ocurrió esto. Es incluso de agradecer por lo ejemplar.

Doña Letizia se lo tomó con humor, e incluso accedió a posar con ella y comentaron la casualidad quitando hierro, quitando todo el hierro, al asunto. Un gesto que debería servir de ejemplo porque es como habría que reaccionar siempre.

No pasa absolutame­nte nada por coincidir con otra mujer en cuanto a estilismo. Habría que darle la vuelta y pensar que si otra persona lleva el mismo look que tú, es porque la prenda elegida es bonita, porque es todo un éxito, porque derrocha estilo y marca tendencia. Porque la otra persona es igual de inteligent­e que tú. Pero por lo general se cae en la comparació­n, en la incomodida­d, en la frustració­n. Inevitable­mente, esto es lo que prima porque es un claro ejemplo de esa rivalidad a la que incluso la moda lleva.

Ellos pueden llevar el mismo traje, el mismo color de camisa, de corbata, o el mismo modelo de zapatos y no pasa absolutame­nte nada. Pero cuando se trata de mujeres, la cosa cambia en cosas tan poco importante­s como coincidir con un mismo look en un evento.

De ahí que la reina Letizia tenga que servir de inspiració­n y cuando haya otra mujer vestida igual, que el humor se haga presente, que las fotos juntas sirvan para hacer equipo y que en toda comparació­n salga a relucir lo que mejor sienta a cada una. No pasa nada. Y así debería ser con todo.

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