BARRIDOS PERIODICOS
El primer dato sobre el posible espionaje de Pegasus lo tuvo Margarita Robles hace un año cuando, en un control rutinaro de su teléfono móvil por parte del Centro Criptológico Nacional, se comprobó que estaba infectado. La ministra informó al presidente, que entregó su móvil… y también había sido intervenido. De inmediato se envió a los miembros del Gobierno la recomendación de hacer controles periódicos a sus móviles, y también instrucciones sobre cómo podían ellos mismos encontrar indicios de que sus terminales podían haber sido infectadas a través de pegasus. Los hechos han demostrado que la mayoría de ellos hicieron caso omiso a esas recomendaciones e instrucciones.
El Centro Criptográfico Nacional, del que se decía que estaba vinculado al CNI en realidad es un organismo del CNI. Su director o directora es el director o directora del CNI, y el trabajo se hace de forma conjunta con expertos adscritos a uno y otro organismo. De hecho, el CCN se encarga de revisar la seguridad de los miembros del CNI y de los soportes tecnológicos que utilizan.
Con los avances actuales y los nuevos sistemas de espionaje, entre ellos el más sofisticado, Pegasus, los teléfonos no se pueden investigar remotamente, sino que se debe hurgar en las entrañas del aparato. Tenerlo en la mano, trabajar sobre él y sacarle “datos forenses”, según la terminología de los especializados en ese trabajo.
En tiempos pasados, miembros destacados del Gobierno entregaban periódicamente sus móviles para asegurarse así de que no estaban intervenidos para, en caso del menor indicio, alertar sobre el espionaje, y tomar las medidas pertinentes. Es la razón de que estos días personas que se mueven en el mundo de la tecnología más sofisticada, y saben cómo reaccionan los gobernantes cuando saben infectados, se hayan sorprendido al saber que hace un año se encontraron pruebas de que al menos en dos ocasiones el móvil del presidente de gobierno había sido “atacado”, y en una ocasión el de la ministra de Defensa y, sin embargo, a lo largo de estos meses no se hayan hecho revisiones periódicas, ni tampoco al resto de los miembros del gobierno, para garantizar que sus datos no estaban en poder de personas indeseadas.
Cada Ministerio cuenta con su propio equipo de seguridad, que a su vez mantiene relaciones con el CNI y los servicios de información de la Policía y Guardia Civil. Por otra parte, la seguridad del presidente del Gobierno la coordina la Secretaría General de la Presidencia, cargo que ocupaba Félix Bolaños cuando se produjeron las intervenciones de los móviles de Sánchez y Robles, y que el pasado lunes, como ministro de la Presidencia, fue quien informó sobre esas intervenciones.
Los ministros mantienen su móvil particular, y se les ofrece otro oficial. Es más, es una de las recomendaciones que suelen hacer los servicios de seguridad, pero no todos los ministros manejan dos teléfonos. Por otra parte servicios ministeriales, y por supuesto presidenciales, realizan barridos periódicamente para garantizar que no haya micrófonos ocultos en las dependencias oficiales, tanto en las públicas como en los espacios donde los cargos públicos desarrollan su vida privada, sus residencias.