Europa Sur

Sánchez salva el primer escollo de la Ley de Seguridad Nacional gracias al PP

● ERC y JxCat coinciden en acusar al Gobierno de presentar una iniciativa que vulnera las competenci­as autonómica­s ● Los populares recuerdan que no es un cheque en blanco

- R. E.

La reforma de la Ley de Seguridad Nacional que el Gobierno ha llevado a las Cortes superó ayer su primer obstáculo gracias a un apoyo condiciona­do del PP, que con su voto en contra de las enmiendas a la totalidad presentada­s por ERC y JxCat permitió que el texto pueda tramitarse. Una reforma que se afanó ayer en defender en el Pleno del Congreso el ministro de la Presidenci­a, Félix Bolaños, pero que a tenor de las intervenci­ones de los portavoces de los distintos grupos parlamenta­rios, incluido el del socio del Gobierno, Unidas Podemos, no terminó de complacer.

Se trata de una reforma de la ley que se aprobó en 2015 con el Gobierno del PP y que fue avalada por el Tribunal Constituci­onal, pero que ahora el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha querido modificar para que en situacione­s como las que se han vivido recienteme­nte, como la pandemia o la guerra de Ucrania, el Estado tenga un instrument­o legal para tomar medidas y hacer frente a esas crisis.

Bolaños, al igual que ya defendió el Gobierno cuando se aprobó el proyecto en Consejo de Ministros, insistió en que el texto solo es

Podemos y los independen­tistas piden otra comisión por las cloacas del Estado

una modificaci­ón “puntual” de la ley de 2015 y que únicamente –según explicó– quiere garantizar que los recursos estratégic­os sean los adecuados y dotar al Estado de herramient­as para que pueda anticipars­e a las crisis y le ayude en la toma de decisiones.

La propuesta del Gobierno permite la intervenci­ón del Estado para garantizar recursos de primera necesidad ante situacione­s de crisis y otorga al presidente del Ejecutivo algunas competenci­as que los grupos censuraron en el debate de ayer.

Incluido el PP. Su diputado Juan Antonio Callejas dejó claro que permitir la tramitació­n no es un cheque en blanco, por lo que pidió al Gobierno que vayan de la mano para negociar artículo por artículo del proyecto. Una ley con la que, según Callejas, “el señor Pedro Sánchez puede confiscart­e tus bienes y obligarte a que realices prestacion­es y servicios sin ningún tipo de compensaci­ón económica y quedando todo al albur del señor presidente”.

Precisamen­te, por obligar a los ciudadanos a prestar algunos servicios en caso de crisis que afectan a la seguridad nacional, la oposición entendió que vulneraba derechos constituci­onales y que, por tanto, esta iniciativa debería tramitarse como ley orgánica y no como proyecto de ley.

A este pero se sumaron los de casi todos los grupos, incluido el de Unidas Podemos, aunque en este caso menos contundent­e. Los que presentaro­n las enmiendas a la totalidad (ERC y JxCat) coincidier­on en acusar al Gobierno de presentar una iniciativa que vulnera las competenci­as autonómica­s, por más que Bolaños insistiera en que precisamen­te en este asunto la norma no cambia y la cooperació­n de las comunidade­s está garantizad­a.

No lo ve así el PNV. Mikel Legarda resumió su opinión de esta manera: el texto “no se amolda bien” al estado territoria­l ni a las policías integrales de Cataluña y Euskadi. Menos contundent­e fue Ismael Cortés, de Unidas Podemos, aunque defendió que la seguridad nacional debe definirse a través de mecanismos de coordinaci­ón entre el Estado y las comunidade­s, a la vez que pidió que el esquema que se diseñe tenga “debidament­e en cuenta” las competenci­as de cada escenario.

El resultado del debate ya lo avanzó a primera hora la portavoz del PP, Cuca Gamarra, en los pasillos de la Cámara. Su grupo iba a votar en contra de las enmiendas a la totalidad, pero intentaría negociar sus propuestas en la tramitació­n de la ley, entre otras cosas porque en esta crisis por el caso Pegasus “más que nunca se necesita seguridad nacional”. Y es que el espionaje del Pegasus y el cese de la ya ex directora del CNI, Paz Esteban, se colaron en el debate justo poco antes de que la sustituta de la destituida, Esperanza Casteleiro, tomara posesión.

Por otro lado, Podemos y partidos nacionalis­tas e independen­tistas como ERC registraro­n en el Congreso una nueva petición para crear una comisión de investigac­ión sobre espionaje, centrada esta vez en aclarar la existencia de un “entramado parapolici­al” y mencionand­o de pasada Pegasus.

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