Europa Sur

La moda en Eurovisión

● Del minifalder­o de Massiel al más caro: el de Edurne, en 2015, de 15.000 euros. España muestra también tendencias

- Fátima Díaz

Escaparate de la música española, y también de la moda, la indumentar ia que lleva el/la representa­nte en Eurovisión también es objeto de debate nacional cada año. Massiel, Salomé, Azúcar Moreno, Soraya, Edurne, Pastora Soler... Hay canciones que superan a ciertos vestidos, y vestidos que superan a cier tas canciones. Repasamos los estilismos que dejaron huella, y sus curiosidad­es.

Massiel (Londres, 1968) Af ir ma Massiel que ningún diseñador quería vestirla, así que se marc hó a París con su amiga Joana Biarnés y allí encontró este diseño sesentero con f lores de André Cour règes, uno de los precursore­s de la minifalda y del futur ismo en la moda. Le costó 49.000 pesetas de la época, aproximada­mente la mitad de lo que costaba un 600, el coche más vendido entonces. Han pasado 54 años y la cantante lo sigue conser vando en su armario.

Salomé (Madrid, 1969) Si por Massiel no se interesaro­n, con Salomé fue todo lo contrario. El maestro Pertegaz, al que llamaban el Christian Dior español, creó para ella un vestido celeste de f lecos de porcelana y gasa que se convirtió en mítico. España era la anf itr iona y la presión, máxima. También por los 14 kilos que pesaba el traje y los dos collares de perlas de dos kilos casa uno que completaba­n el estilismo.

Karina (Dublín, 1971) Tras el programa Pasaporte a Dublín, Karina se convirtió a principios de los 70 en la ‘Rosa de España’ de los 2000. El modisto canario Antonio Nieto ideó para ella un vestido de seda celeste con un agujero en la parte baja de la falda al que llamaron jocosament­e ‘la gatera’.

Betty Missiego (Jerusalén, 1979)

La túnica de gasa celeste con incrustaci­ones de plata y cristal que llevó Betty Missiego no nos parecería nada del otro mundo si no fuera porque la cantante se lo arrebató a una princesa al que el modisto se lo había apalabrado, pero que cedió al saber que su modelo lo verían por televisión millones de personas. La princesa era Gracia de Mónaco.

La Década Prodigiosa (Dublín, 1988)

Derroche de hombreras, br illi-br illi, tul, lencería, inspiració­n f lamenca... más es más en los 80. Los mismísimos Francis Montesinos y Antonio Alvarado, dos de los creadores más importante­s de la Movida y los 80, vistieron a los miembros del grupo en un intento por i mpulsar l a marca ‘moda de España’.

Azúcar Moreno

(Zagreb, 1990)

Afirman Toñi y Encarna que los vestidos rojos, bien repletos de lunares y volantes, que les hizo Montesinos se le rompieron pocas horas antes de salir al escenario. Extraofici­almente se dice que no les gustaba y se pusieron lo que les dio la gana: dos minivestid­os negros que –sostienen– compraron en Zagreb.

Lydia (Jerusalén, 1999) Batacazo musical –pues sólo le dieron 1 punto– y para Ágatha Ruiz de la Prada, autora del colorido vestido de franjas verticales y escote de corazón (literal) que le valió el premio Barbara Dex a la ‘peor vestida’ de Eurovisión.

Rosa (Tallín, 2002)

Jorge Pérez le puso a Rosa básicament­e unos pantalones negros y una casaca del mismo color de gasa. El coro formado por Bisbal, Bustamante y demás iba de blanco y rojo. España entera se estrelló con el look perfecto de derrota.

Soraya (Moscú, 2009) Una de las grandes incomprend­idas del certamen, Soraya se enfundó en un modelazo que parecía de patinadora artística cuajado de 10.000 cristales de Swarovski. Quiso ofrecer espectácul­o hasta con su vestimenta, pero quedó penúltima.

Pastora Soler

(Bakú, 2012)

De inspiració­n helénica y aires copleros, el vestido de Pastora no dejó indiferent­e a nadie. Elaborado por Cañavate, su diseñador de conf ianza, log ró aportar el dramatismo que requería el tema con la ayuda de un clásico: un ventilador.

Ruth Lorenzo (Copenhague, 2014)

Se marcó un ‘Azúcar Moreno’, y menos mal. La firma Anmargo le confeccion­ó un vestido con unas placas de acero inoxidable que –dicen– no le favorecía nada. La versión oficial es que ref lejaban los focos. La firma danesa Karim Design le prestó uno inspirado en aquel con el que Marilyn Monroe cantó el Happy Birthday.

Edurne (Viena, 2015) 15.000 euros. El de Edurne fue el vestido más caro que ha llevado una representa­nte española. Lo firmaba José Fuentes. El diseñador hizo una gran apuesta como modo de darse a conocer, invirtiend­o un total de unos 50.000 euros en todos los modelos que la cantante lució en las diferentes citas.

Barei (Estocolmo, 2016) Raúl Amor salió del apuro inspirándo­se en un vestido que Rihanna había llevado tiempo atrás.

Amaia y Alfred

(Lisboa, 2018)

Un delicado diseño de profundo escote firmado por Teresa Helbig y un traje granate de Paco Varela vistió el momento más romántico de nuestra participac­ión en Eurovisión.

 ?? RTVE ?? Rosa López, y los ‘triunfitos’ de 2002, en Tallín.
RTVE Rosa López, y los ‘triunfitos’ de 2002, en Tallín.
 ?? ?? Pastora Soler, de Cañavate.
Pastora Soler, de Cañavate.
 ?? ?? Edurne, con el vestido más caro.
Edurne, con el vestido más caro.
 ?? ?? Lydia, de Ágatha. R. de la Prada.
Lydia, de Ágatha. R. de la Prada.
 ?? ?? Soraya, en 2009.
Soraya, en 2009.
 ?? ?? Massiel, en Londres en 1968.
Massiel, en Londres en 1968.
 ?? ?? Salomé, de Pertegaz.
Salomé, de Pertegaz.

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