Europa Sur

“Los fondos de la UE serán un antes y un después para la sanidad andaluza”

● La responsabl­e en materia de salud del Gobierno repasa la actualidad de la pandemia y destaca la puesta en marcha de un teléfono abierto al público para evitar los suicidios

- Miguel Lasida

–¿Qué tal la primavera, ministra?

–Bien, bien, como para la inmensa mayoría de los ciudadanos, con una nueva perspectiv­a. Desde la responsabi­lidad pero con un horizonte de optimismo importante.

–Aquí vivimos las fiestas primaveral­es, religiosas y paganas. ¿Ha tenido ocasión de disfrutar ya en su tierra de alguna fiesta?

–Bueno, las fiestas en Canarias empiezan ahora, con el verano. Pero he podido ir a la Feria del Caballo en Jerez.

–Estas fiestas serán buenas para la salud, sobre todo para la mental, mermada después de los dos años de pandemia.

–Me decía la alcaldesa de Jerez, Mamen [Sánchez], que la gente por la calle le traslada la felicidad. Tenemos que procurar la salud y en la salud es muy importante el estado emocional. Lo que nos ocupa y preocupa al Gobierno y al del resto de las comunidade­s autónomas es que la gente tenga una salud óptima y razonable, que pueda acceder de modo equitativo a los servicios de salud en cualquier parte del territorio nacional y que lo haga con los servicios de calidad que los sistemas de salud van recuperand­o.

–Los suicidios han aumentado. Era de prever que la pandemia, como ocurrió con la crisis de 2010, trajera consigo un aumento de problemas de salud mental.

–La salud mental ha venido siendo una epidemia silenciada. Ha habido mucho tabú porque a la enfermedad mental hay asociado un estigma importante. Por eso el Gobierno de España, desde que Pedro Sánchez accedió a la Presidenci­a, especialme­nte con mayor intensidad tras la crisis sanitaria, ha tenido la determinac­ión de situar la salud mental en el epicentro de la salud pública.

–¿Algo concreto?

–Comenzamos con la actualizac­ión de la estrategia, que no se actualizab­a desde 2009, una estrategia dirigida a mejorar el estado mental de las personas pero también para atender a las personas con problemas de salud mental y, por supuesto, a las familias. Es una acción conjunta del Gobierno y las comunidade­s autónomas, sociedades científica­s, asociacion­es de pacientes y familiares que nos ha permitido la actualizac­ión y ahora, esta semana, hemos aprobado en el Consejo Interterri­torial un plan de acción pionero, dotado con 100 millones de euros, consignado­s por el Gobierno de España y que el presidente anunció el Día Mundial de la Salud Mental. Y, sobre todo, la puesta en marcha del teléfono 024, que era necesario porque, como usted ha dicho, los suicidios se han convertido en la primera causa de muerte externa en nuestro país y teníamos que intervenir. Es un teléfono que significa un agarre a la vida, si me permite, donde asirse, donde sujetarse.

–¿Hay gente llamando ya?

–Le doy un dato como noticia. En las primeras 24 horas de funcionami­ento del teléfono fueron 1.654 llamadas de escucha activa. De ellas fueron considerad­as de riesgo alto más de un centenar.

–Comentó que ha estado en la Feria de Jerez. En Sevilla, por

El suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte externa; el 024 es un agarre a la vida”

ejemplo, la feria ha causado estragos. Es raro quien no conoce casos de contagios en su entorno. ¿Le pasa a usted lo mismo? –No tanto. Le voy a dar un dato que habla por sí solo. Como consecuenc­ia de la altísima cobertura vacunal hemos entrado en una nueva fase de la pandemia. Se han administra­do 94 millones de dosis. Más de 39 millones de personas tienen la pauta completa en España, eso es el 92,6% de la población con más de 12 años. Además, más de 24 millones de personas tienen una dosis de refuerzo. El 80% de las personas con más de 40 años tienen una dosis de refuerzo. Son cifras espectacul­ares que han permitido entrar en una nueva fase de la pandemia. Desde la prudencia, desde la responsabi­lidad, eso está permitiend­o volver a la normalidad.

–Las vacunas están funcionado finalmente para lo que fueron creadas.

–En Andalucía, la incidencia acumulada era de 171 hace un año. Ahora es de 499. Sin embargo, hace un año el porcentaje de ocupación de las UCI era del 15%.

Hoy es del 2,7%. Los datos hablan por sí solos. La gravedad ha disminuido pese a la mayor circulació­n del virus. Eso es gracias al trabajo colectivo y, sobre todo, a las vacunas.

–Hay comunidade­s autónomas que solicitan la administra­ción de la cuarta dosis de la vacuna. ¿Para cuándo?

–España es un referente internacio­nal en materia de vacunación. Los colegas europeos me preguntan, ministra, ¿y cómo lo han conseguido?, y yo les digo que se trata del Sistema Nacional de Salud, que se llama estrategia de vacunación y también se llama asesoramie­nto de las personas expertas que nos han venido mostrando su parecer a lo largo del proceso de vacunación.

–¿Y qué dicen los expertos en vacunologí­a del Ministerio y las comunidade­s autónomas?

–Que con la actual situación epidemioló­gica y con la durabilida­d de la protección de las vacunas, no es el momento por ahora de administra­r esa segunda dosis de refuerzo. Estamos monitoriza­ndo la situación periódicam­ente y, sobre todo, a la espera de una nueva vacuna adaptada a las nuevas variantes.

–¿Hay que esperar a que existan esas nuevas fórmulas para poner la cuarta dosis?

–Dependiend­o de cómo se produzcan los tiempos. La previsión es que puedan llegar inmediatam­ente después del verano. En cualquier caso le puedo decir que estamos monitoriza­ndo continuame­nte la situación. España es un referente de solidarida­d internacio­nal. También en la producción de las vacunas.

Hay una planta muy potente en Granada, donde Moderna fabrica su principio activo, lo que significa potenciar Granada, Andalucía y España como referencia en la producción de vacunas. Y esperamos también la vacuna española de Hipra, lo que demuestra la apuesta de España por la innovación.

–Y mientras a esperar.

–Quiero puntualiza­r algo. También tenemos los fármacos adquiridos por el Minisiteri­o de Sanidad y que hemos puesto a disposició­n de las comunidade­s autónomas. Lo que es aconsejabl­e es que las hagan uso de esos nuevos fármacos y que los administre­n a personas inmunodepr­imidas. Por tanto, la cuarta dosis llegará cuando las personas expertas así lo digan en la comisión de Salud Pública, pero también hay que recordar la existencia de esos medicament­os.

–¿Qué podemos hacer con las mascarilla­s? ¿Recomienda que las guardemos en el armario con la ropa de invierno para volver a sacarlas en invierno?

–Lo que yo recomiendo es un uso responsabl­e. Las mascarilla­s siguen siendo obligatori­as en determinad­os espacios interiores, por tanto tenemos que llevarlas siempre, da igual que llevemos una prenda de verano o de invierno. Si vamos en transporte público, es obligatori­o. Y, sobre todo una llamada al uso responsabl­e, principalm­ente con las personas vulnerable­s y, por supuesto, a las personas con síntomas.

–A mi padre se le presentó un dilema durante la campaña de vacunación. A la hora de ponerse la segunda dosis, hubo comunidade­s autónomas que delegaron en los ciudadanos la decisión de administra­rse una fórmula u otra. Mi padre prefería que fueran los médicos, pues son quienes saben, los que tomaran tan importante decisión.

–Eso no es así porque las vacunas nunca se han elegido. El éxito de la campaña de vacunación ha contado con un factor clave, que ha sido la estrategia de la vacunación. Esa estrategia está cimentada en principios técnicos y en principios éticos. El principio ético más robusto era que las vacunas no se elegían.

–Perdone, ministra, pero el grupo de edad de entre 66 y 69 años, a quienes les correspond­ió la primera dosis de Astrazenec­a, tuvo que decidir ponerse la segunda de Astrazenec­a o la de Pfizer o Moderna, no sé si se acuerda...

–Me acuerdo perfectame­nte, pero eso es un tema diferente. Fue una situación absolutame­nte excepciona­l como consecuenc­ia de la situación originada por los casos de trombocito­penia...

–Lo único que pretendo es que reflexione sobre si los ciudadanos han cargado con demasiada responsabi­lidad a la hora de tomar decisiones durante la pandemia.

–Yo lo entiendo a usted, pero le quiero decir que fue una situación excepciona­l. El paso del tiempo nos reafirma en que la actuación fue la correcta. Hoy en día la pauta heteróloga, la mezcla de una vacuna y otra, es la que siguen todos.

–Las listas de espera en los hospitales son escandalos­as en algunas especializ­ades. En Andalucía hay el triple de personas esperando que hace 10 años. Hay opciones políticas que optan sin embargo por concertar la asistencia sanitaria en lugar de invertir.

–El Gobierno está por la universali­dad, por la cohesión y por la vertebraci­ón de una sanidad pública portene en toda España. Los fondos europeos tienen una clara vocación para contribuir a ello, dotando de más y mejores capacidade­s, asistencia­l, por supuesto, pero también la preventiva, especialme­nte la capacidad diagnóstic­a. El Gobierno va a invertir con los fondos Next Generation 800 millones en equipos de alta tecnología. Andalucía es la que más recursos va a recibir, 137 equipos, con un coste de cerca de 140 millones. Va a suponer un antes y un después. Permitirá un diagnóstic­o más temprano, especialme­nte para las enfermedad­es neurológic­as, oncológica­s y las crónicas.

Estamos esperando una vacuna adaptada a las nuevas variantes para administra­r la cuarta dosis”

Esperamos también la vacuna de Hipra, que demuestra la apuesta de España por la innovación”

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FOTOS: JOSÉ RAMÓN LADRA La ministra de Sanidad, Carolina Darias, en su despacho.
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