Europa Sur

Baja Costura y mucha Europa

La aburrida gala de ● Eurovisión deja ‘looks’, para el olvido la mayoría, y escaso atisbo de elegancia

- Fátima Díaz

La moda es a Eurovisión lo que un vídeo a una canción: su carta de presentaci­ón. La puesta en escena, el ambiente que se crea sobre el escenario y, fundamenta­lmente, el vestuario, juegan un papel fundamenta­l a la hora de montar un gran espectácul­o. Chanel lo sabía anoche; de ahí el mono de lycra, con torera a juego y 50.000 cristales Swarovsky pensado por el cordobés Alejandro Palomo –de Palomo Spain– para que en cuanto apareciera la representa­nte española sobre el escenario se reconocier­a su origen. Pero enseñó más piel de lo necesario, pues Chanel ya es puro espectácul­o con tan sólo verla cantar y bailar.

Mucha Alta Costura y también diseños esperpénti­cos. S10 –nombre artístico de Stien den Hollander–, la representa­nte de Países Bajos, fue una de las mejor vestidas con un elegante diseño de la firma Viktor & Rolf.

También la candidata de Lituania, Monika Liu, dio una lección de estilo y sobriedad que otros muchos podrían haberse aplicado. Con su corte a tazón y ese vestido de brilli brilli contagió glamour desde el escenario.

La representa­nte de Grecia, Amanda Georgiadi Tenfjord, apostó por el diseño nacional de su país y, en concreto, por la creadora Celia Krithariot­i, quien ideó para ella un modelo demasiado sencillo y tapado.

Subwoolfer, los misterioso­s lobos que representa­ron a Noruega, hicieron el número esperado. Ataviados como varios lobos de color amarillo eleganteme­nte vestidos con sendos esmoquins y pajaritas, y un astronauta DJ, el dúo artístico se hace llamar Keith&Jim y lo que llamaron fue la atención por sus indumentar­ias, más que por la música.

Sheldon Riley, icono LGTBI+ en su país, Australia, y gran enamorado de la moda no defraudó tampoco con un espectacul­ar modelo del francés Alin Le’ Kal. Aunque lo

Sólo S10, de Países Bajos, y Monika Liu, de Lituania, llevaron al escenario ‘glamour’

cierto es que su gusto por la moda le lleva a veces incluso a confeccion­arse él mismo su vestuario.

Las bromas sobre Citi Zeni, representa­ntes de Letonia, y su colorido estilismo –que generó comparacio­nes, en especial, con el grupo infantil Parchís– ya habían comenzado en la semifinal de Eurovisión. Los moldavos Zdob si Zdub & Fratii Advahov ysu indescript­ible atuendo folk iba en consonanci­a con su tema, una suerte de Chikilicua­tre. Mahmood y Blanco estuvieron prudentes con sus Valentinos blanco y negro. El candidato de San Marino Achille Lauro prometía un gran look rockero en el festival y así fue: al más puro estilo Maneskin. Ronela Hajati, candidata de Albania, no llegó a clasificar­se para la final y no extraña; su ceñido e irreverent­e corpiño a lo Madonna tampoco ayudó.

 ?? RTVE ?? S10, la representa­nte de Países Bajos, vistió de Viktor & Rolf.
RTVE S10, la representa­nte de Países Bajos, vistió de Viktor & Rolf.
 ?? RTVE ?? Monika Liu, de Lituania, pura elegancia.
RTVE Monika Liu, de Lituania, pura elegancia.
 ?? RTVE ?? Los noruegos ‘Subwoolfer’.
RTVE Los noruegos ‘Subwoolfer’.

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