Ángel Téllez se revela con el toreo más auténtico de lo que va de feria de San Isidro
● Los toros de Araúz de Robles tuvieron cuajo, seriedad y un juego variado e interesante
FERIA DE SAN ISIDRO EN MADRID
GANADERÍA: Cinco toros de Araúz del Robles y un voluminoso sobrero (primero) de Chamaco, de buen fondo, sustituto de uno de los titulares y otro de la misma divisa devueltos. De dispares hechuras pero en conjunto con cuajo y seriedad. Y, aunque mansearon en los primeros tercios, de juego variado e interesante, salvo el rajado segundo. Destacó especialmente el bravo cuarto
TOREROS: Joselito Adame: pinchazo hondo estocada desprendida (ovación); pinchazo bajo y estocada (vuelta protestada). Pepe Moral: pinchazo, corta y nueve descabellos (silencio tras dos avisos); estocada caída (silencio)
Ángel Téllez: pinchazo hondo y estocada delantera (vuelta tras petición); estocada algo trasera (ovación)
INCIDENCIAS: Más de media y calor Ángel Téllez fue la revelación ayer con el toreo más auténtico de lo que va de feria, lo que, tras fallar con la espada, le valió para dar una aclamada vuelta al ruedo, idéntico balance que Adame.
Aunque también brilló y destacó con el manso sexto, la revelación de Téllez llegó con el tercero. Tras competir en quites con Adame, citó desde los medios para abrir. El toledano acertó a pulsar suavemente esas medidas energías con los vuelos , tocando con precisión y con una profunda sinceridad en cites y embroques.
Creció la obra en cada una de las tandas de naturales lentísimos. Solo faltó ese punto más de energía al animal para que la faena tuviera más rotundidad, al tiempo que sobró el pinchazo previo. Hubiera cortado una oreja de peso. Y también estuvo a punto de llevársela del último, con un trasteo de torero experto, pese a su bisoñez.
Dio una vuelta al ruedo Adame protestada por parte del público que vio siempre a la contra todo cuanto planteó, que fue un despliegue de determinación y fibra. Ese cuarto, que acabó rompiendo en bravo, le propinó una espeluznante voltereta. Pero Adame se rehizo y le planteó una faena buena por el derecho en tandas cortas. Lo mismo pasó con el sobrero.
Moral se encontró el lote de menos opciones, un primero totalmente rajado y un quinto sosote y sin clase.