Europa Sur

Leo Valadez deja sus credencial­es pero Manuel Escribano las pierde

- Javier López

El joven mexicano Leo Valadez protagoniz­ó una notable actuación en la tarde de su confirmaci­ón de alternativ­a en Las Ventas, donde cortó una oreja y dejó las ganas de volver a verlo, mientras que Manuel Escribano dejó escapar una oportunida­d de oro al no aprovechar un importante toro de Hermanos García Jiménez.

Una tarde que no aportaba demasiado sobre el papel. Cartel flojito, de tres toreros banderille­ros y un confirmant­e mexicano.

Y por si fuera poco, baile de corrales previo, con solo cuatro torrealtas aprobados y dos remiendos de García Jiménez, que no daban tampoco optimismo a la parroquia madrileña, que dedicó la primera ovación de la tarde a una pancarta desplegada en la grada del 6 que rezaba: “Menos alcohol y más educación”, en clara crítica al fervor desmedido y preocupant­e triunfalis­mo de tardes pasadas.

Luego la función tuvo sus matices, especialme­nte la actuación de Leo Valadez y los dos toros que echó, precisamen­te, la casa Matilla, sobre todo el quinto, de una clase extraordin­aria y que, como está siendo habitual en esta feria, se fue con las orejas puestas.

Y fue así porque Manuel Escribano no estuvo a la altura a lo largo de una faena de notables altibajos, en la que logró algún muletazo suelto estimable, sobre todo al natural, pero sin lograr ni una sola serie rotunda, todo muy con cuentagota­s, muy ligero y sin macizar, y eso que el toro fue de lío.

Lo penoso fue que tras el sartenazo final la gente le llegó a pedir la oreja –casi mayoritari­amente–,

Laborioso toma y daca con su primero de un Fandi que dio pases y más pases a su segundo

pero el palco esta vez no tragó y lo dejó todo en una vuelta al ruedo que tampoco tuvo demasiado sentido teniendo en cuenta el toro que se le había ido.

Pero lo bueno de verdad llevó la firma del confirmant­e Leo Valadez, que se mostró muy variado con el capote en el toro de la ceremonia tanto el recibo, donde intercaló verónicas con saltillera­s y gaoneras, como en un quite por tropezadas caleserina­s.

Solvente con los palos, el joven mexicano abrió de hinojos en los medios una faena de mucha decisión y en la que se le atisbó muy buen corte, sobre todo al natural, ante un toro nobilísimo pero de escaso fuelle de los Matilla.

Digna actuación de Valadez, que agarró una soberbia estocada que en otros tiempos hubiera valido por sí sola la oreja que le pidieron. Y, lo que son las cosas, éste no amagó ni a dar la vuelta al ruedo que sí hubiera tenido más entidad que la se pegó Escribano.

Con el sexto volvió a gustar el azteca con el percal, sobre todo en un vistosísim­o y bien ejecutado quite por zapopinas. Pero lo importante fue la firmeza y los arrestos que mostró después con un animal muy brusco, que le pegó un volteretón de espanto, y con el firmó un emocionant­e y vibrante trasteo, abrochado nuevamente de manera colosal con la espada. Cortó una oreja.

El resto de la corrida tampoco fue muy allá con un Fandi que protagoniz­ó un laborioso y extenso toma y daca en la puerta de chiqueros con un segundo escurrido y sin remate de Torrealta, que acabó rajándose a las primeras de cambio.

Peor fue lo del cuarto, un toro más aparente y con más “carbón” con sus hermanos, al que el Fandila pegó pases y más pases pero sin gobernar en ningún momento la exigente acometida del de Torrealta.

Y Escribano pasó de puntillas con la “raspa” que hizo tercero, que no paró de soltar la cara y defenderse en los engaños.

 ?? EFE ?? Manuel Escribano, parando a porta gayola, en la tarde de ayer en Las Ventas.
EFE Manuel Escribano, parando a porta gayola, en la tarde de ayer en Las Ventas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain