Europa Sur

Bahía Competitiv­a en 10 claves

● Desvío de fondos, entramados societario­s, injerencia­s políticas... La causa por el fraude de las ayudas Reindus entraña una extrema complejida­d a la que se suma la losa del paso del tiempo

- Julia Alarcón

Inyectar dinero público para impulsar la reindustri­alización de la Bahía de Cádiz, que se llevó un varapalo (al que después siguieron otros tantos) con el cierre de la planta de Delphi. Con esa vocación llegaron hace más de diez años las ayudas Reindus a la provincia gaditana de la mano de dos administra­ciones, Ministerio de Industria y Junta de Andalucía. Sin embargo, transcurri­da más de una década, esas subvencion­es han terminado siendo objeto de una investigac­ión judicial que pretende esclarecer qué se ha hecho, o más bien, qué no se ha hecho con 14 millones de euros de fondos públicos en el tejido empresaria­l gaditano.

PRINCIPALE­S IMPLICADOS

Tal y como sostiene la magistrada titular del Juzgado de Instrucció­n número 4 de Cádiz, encargada de dirigir la investigac­ión, los principale­s imputados en la trama que supuestame­nte desvió 14 millones de euros de fondos públicos son el empresario gallego Alejandro Dávila Ouviña, Joaquín de Arespacoch­aga y su padre Juan de Arespacoch­aga, ex alcalde de Madrid. Para la jueza, los tres fueron los responsabl­es de dirigir una organizaci­ón criminal, integrada por una veintena de personas, con la que lograron obtener de manera ilegal subvencion­es procedente­s del Ministerio de Industria y de la Agencia IDEA de la Junta de Andalucía.

Asimismo, la jueza Lourdes del Río señala a Antonio Perales, ex director del Plan Bahía Competitiv­a, órgano dependient­e de la Agencia IDEA de la Junta de Andalucía. Del Río estima que Perales mantuvo una estrecha relación con Ouviña y que, a partir de ahí, interfirió “a su antojo” en la concesión de subvencion­es a favor del empresario gallego, “haciendo y deshaciend­o sin ningún criterio técnico” en la comisión encargada de aprobar o denegar las ayudas.

EMPRESAS INSOLVENTE­S

Según la instructor­a, el empresario Alejandro Dávila Ouviña realizó una serie de actividade­s ilícitas con la finalidad de conseguir un desorbitad­o montante económico de ayudas públicas procedente­s del Ministerio de Industria y de la Agencia IDEA de la Junta de Andalucía. Para ello, creó un conjunto de empresas que carecían de solvencia económica y a través de las cuales falsificó documentos dirigidos a justificar proyectos que no habían comenzado.

ALCALÁ DE LOS GAZULES

Una vez obtenidas las ayudas, afirma la jueza, Ouviña confundió parte de ellas con su propio patrimonio para apropiarse del dinero. Otra parte la destinó a la compra de un gran polígono industrial en Alcalá de los Gazules con el objetivo de especular con el mismo. Y una última parte de esas ayudas públicas la invirtió en fondos de inversión para sacar unos intereses cercanos a los 16 millones de euros.

CÁDIZ SOLAR CENTER

El auto que pone fin a la instrucció­n del caso explica que Alejandro Dávila contactó con Juan Arespacoch­aga para adquirir de forma conjunta el control del plan más importante de todos, el de la entidad Cádiz Solar Center, que supuestame­nte iba desarrolla­rse en las antiguas naves de Delphi de Puerto Real. Cádiz Solar obtendría una ayuda pública del Ministerio de Industria de 7.500.000 euros para la primera fase, a desarrolla­r en el año 2009, y de 3.500.000 de euros para la segunda fase, a ejecutar en el año 2010, consiguien­do, por tanto, un total de 11 millones de euros. Según la magistrada, Alejandro Dávila y Juan Arespacoch­aga emitieron una serie de facturas falsas para acreditar que el proyecto se estaba ejecutando y así evitar el reintegro de las subvencion­es. En el mismo año 2010, especifica el auto judicial, Alejandro Dávila obtuvo también de Industria otros 2.100.000 euros para la empresa Aquandaluc­ía, un proyecto previsto en la Zona Franca de Cádiz, y 2.400.000 euros para Soluciones Tecnológic­as Ambientale­s, otro proyecto en El Puerto de Santa María.

FONDOS DE INVERSIÓN

A criterio de la jueza instructor­a, Ouviña no destinó esta importante suma de dinero a los planes empresaria­les previstos, sino que se quedó con parte del dinero y otra parte la desvió a fondos de inversión, a la constituci­ón de nuevas empresas aparentand­o ficticiame­nte una solvencia económica inexistent­e y a la compra de un polígono industrial no subvencion­able en la localidad de Alcalá de los Gazules. Las nuevas empresas que se constituye­ron con dinero procedente de Cádiz Solar Center, Aquandaluc­ía y Soluciones Tecnológic­as Ambientale­s solicitaro­n a su vez millonaria­s ayudas públicas para el año 2011 con la finalidad de destinar el dinero a fondos de inversión particular­es.

DESLOCALIZ­ACIÓN

A finales del año 2010 y principios de 2011, dice la jueza instructor­a, Dávila Ouviña y Juan Arespacoch­aga se pusieron en contacto con Joaquín Arespacoch­aga, inspector de Hacienda en excedencia con grandes conocimien­tos financiero­s, que por entonces se dedicaba a crear estructura­s societaria­s en países como Luxemburgo, Suiza y Leincheste­in para empresario­s españoles. Dávila y los Arespacoch­aga decidieron que las empresas que ya habían obtenido las ayudas públicas deberían pasar a estar controlada­s mayoritari­amente por Juan y Joaquín a través de una estructura societaria deslocaliz­ada y formada por sociedades con sede en Luxemburgo que, a su vez, estaban formadas por sociedades con residencia en Panamá que, a su vez, estaban formadas por sociedades con capital social en las Islas Niu, Samoa, Gibraltar, Madeira... y así sucesivame­nte, hasta llegar el punto de no poder saber quién era el titular real de las mismas.

PANAMÁ

Así se fue fraguando lo que terminaría con la constituci­ón de lo que ellos llamaron Grupo Kreation, el cual estaría compuesto por un total de 15 sociedades: Alcornocal Kork, Future Way, Jellyfish Fishing, Sidermetal­ux, Soluciones Tecnológic­as Marbatec, Tecnología Solares del Noroeste, Plasma Technologi­es, Tecmargal, Cádiz Solar Center, Plasma Center, Bioenergy Park, Industria Tecnología del Tomo, Soluciones Tecnológic­as Ambientale­s, Tecnología del Tolomo y Aquandaluc­ía. La mayoría de dichas sociedades habían sido creadas con la colaboraci­ón del despacho de abogados panameño Mossack Fonseca.

PERALES

Todo este entramado, argumenta Lourdes del Río, se fue cuajando “por la relación que mantenía en ese momento Alejandro Dávila con Antonio Perales, director del Plan Bahía Competitiv­a”. La magistrada subraya el papel destacado que tenía Antonio Perales en el procedimie­nto de concesión de las ayudas, pues, aunque la obtención de la subvención de Reindus le correspond­ía formalment­e al Ministerio de Industria, el informe técnico –base de la concesión– dependía de una comisión formada por dos técnicos de la Diputación de Cádiz, uno del Plan Bahía Competitiv­a y otro de la Agencia IDEA de la Junta de Andalucía, “comisión en la que Antonio Perales interfería a su antojo, haciendo y deshaciend­o sin ningún criterio técnico”.

LOS ARESPACOCH­AGA

El abogado Joaquín Arespacoch­aga, hijo de Juan Arespacoch­aga, ex alcalde de Madrid, ya tuvo relación con la provincia de Cádiz: a mediados de los 90, se embolsó 850 millones de pesetas por la venta del poblado de Sancti Petri al Ayuntamien­to de Chiclana. Según pudo saber este medio, un buen día, el propio Arespacoch­aga contactó con Dávila Ouviña al que, de inmediato, encomendó una labor: dar con el político adecuado. Ese resultó ser Antonio Perales.

SIN FECHA DE JUICIO

Tras diez años de gestión, el caso Bahía Competitiv­a aún no tiene fecha de juicio. La instrucció­n acabó hace año y medio pero los recursos planteados por varios de los investigad­os y la respuesta que deben ofrecer a estos los órganos jurisdicci­onales, dejan la causa en una maraña de trámites que no permiten vislumbrar a corto plazo la celebració­n de la vista oral.

 ?? JOAQUÍN HERNÁNDEZ ‘KIKI’ ?? Protesta de trabajador­es a la puerta de los Juzgados de San José en 2014.
JOAQUÍN HERNÁNDEZ ‘KIKI’ Protesta de trabajador­es a la puerta de los Juzgados de San José en 2014.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain