Europa Sur

Sólo Vox vota en contra de la convergenc­ia andaluza

- Juan M. Marqués Perales

● Adelante Andalucía presenta una moción, respaldada por PP, PSOE y Cs, para que el Plan de Recuperaci­ón mejore la situación social y territoria­l de la comunidad ● Macarena Olona se despide con un histrión del Congreso de los Diputados, hasta ha utilizado dos camisetas en la sesión, una de Morante, otra de Piolín

Macarena Olona es la reina del histrión. Desde la legislatur­a en la que Podemos entró en el Congreso, en aquella sesión donde las rastas, los postureos y los carritos de bebés anunciaron la deriva en la que entraba la política española, no se veía en la Cámara de la Carrera de San Jerónimo tal juego de camisetas, gracietas y eslóganes. En su último día como diputada, la candidata de Vox a la Presidenci­a de la Junta se cambió de camiseta, llegó con una de Morante de la Puebla y se marchó, para el momento estelar de su dimisión, con una de un Piolín. La sesión del Congreso de

Feijóo encuentra el talismán de Moreno, el voto útil para unir centro, derecha y socialista­s

ayer miércoles fue un plató dedicado, en buena parte, a las elecciones andaluzas, aunque lo sustancial ocurrió en el Senado, donde todos los grupos, menos Vox, votaron a favor de reforzar “la convergenc­ia social y territoria­l de Andalucía” con el resto del país.

Con 242 síes y sólo dos votos en contra, de Vox, la Cámara Alta aprobó una moción por la que se insta a que el Plan de Recuperaci­ón mejore la convergenc­ia andaluza. Después de los últimos datos de pobreza urbana que ha publicado el Instituto Nacional de Estadístic­a (INE), la iniciativa tiene todo el sentido. Las poblacione­s con más paro y menos renta de España son andaluzas, incluso las de menor esperanza de vida, de tal modo que la moción fue presentada por Adelante Andalucía y respaldada, hecho extraño, por el PP, PSOE y Ciudadanos.

El Senado es la Cámara territoria­l del país, y es complicado que los partidos independen­tistas y nacionalis­tas voten a favor de tratos diferencia­les a otra comunidad. La moción no llega a tanto, pero sí supone admitir que Andalucía, que es la comunidad más poblada del país, arrastra un serio problema de convergenc­ia. Adelante Andalucía, la formación de Teresa Rodríguez, cuenta con una senadora, Pilar González, que ha sido la artífice del apoyo de los nacionalis­tas de izquierdas. Rodríguez viajó ayer al Senado, donde coincidió con otro candidato a las elecciones del 19-J, el socialista Juan Espadas, el día en que Alberto Núñez Feijóo tomaba posesión de su acta.

Feijóo fue preguntado por la intención de Juanma Moreno de repetir las elecciones si no podía formar un Gobierno libre de las imposicion­es de Vox, y ahondó

242 síes en el Senado para que el Gobierno refuerce la convergenc­ia de Andalucía

en el talismán que comienza a manejar el presidente de la Junta: el voto útil. Moreno, aseguró el líder gallego, “puede unir al centro, a la derecha y a votantes socialista­s”. Si es así, será un presidente que gobierne “con tranquilid­ad y mucha autonomía”.

Feijóo también fue cuestionad­o por el socio de Gobierno del PP en Castilla y León, a raíz del modo en el que el vicepresid­ente de esta Junta, Juan García Gallardo, se había dirigido en una sesión a una procurador­a socialista con discapacid­ad. Después de que Noelia Fuentes preguntase al vicepresid­ente castellano y leonés, de Vox, por las políticas para las personas discapacit­adas, García Gallardo le dijo: “Le voy a responder como si fuese una persona como los demás”. El gesto del presidente, Alfonso Fernández Mañueco, que estaba a su lado en al sesión del martes, indicaba el poderoso aprieto de quienes llevan a Vox como socios de Ejecutivo.

Y eso fue lo que el ministro de Presidenci­a, Félix Bolaños, le afeó al grupo parlamenta­rio del PP en el Congreso. Apodado como “el ministro Peregil” por la factoría Olona, el ministro le censuró a la diputada que hubiera comenzado la campaña andaluza con una “trampa”, la del empadronam­iento en Salobreña.

Olona considera un éxito la polémica. Vox no hará caravana electoral ni convoca a los medios de comunicaci­ón, porque después los acusa de boicot desde un impostado victimismo, pero confía en estas piruetas de su candidata para copar las redes, que es donde desplegará su estrategia.

“Lo que usted ha hecho es una trampa, una gran trampa, porque ni ha vivido en Salobreña ni vive

Vox practica un impostado victimismo: no convoca a los medios, para acusarlos de no ir

en Salobreña, y ha entregado un documento donde miente sobre ello”. De este modo despidió el ministro de Presidenci­a, Félix Bolaños, a la diputada de Vox Macarena Olona, que ayer entregó su acta en el Congreso para poder presentars­e a las elecciones andaluzas.

Con una camiseta de Morante de la Puebla, Olona se otorgó el título de “Macarena de Salobreña”, en vez de “Macarena de Graná”, que es el que ha utilizado hasta ahora para enmascarar que no residía en la provincia que le ha llevado al Congreso. Según Olona, el trámite de baja en el padrón de Salobreña se debe a una maniobra de su alcaldesa socialista, aunque fue su compañero de Vox, el que le ha cedido la residencia oficial, quien había declarado que ella no vivía allí.

“Trampas y más trampas, no tiene escrúpulos”, le dijo Bolaños a Olona. Al ministro de Presidenci­a le llamó “el ministro Peregil”. “Me disgusta que usted se vaya porque yo –indicó el ministro–, lo que quiero es combatir el matonismo, el sectarismo y la crispación”.

Después, ya con la camiseta de Piolín y desde el estrado del Congreso, Olona solemnizó su baja como diputada para dedicarse a la campaña andaluza: “Sin novedad en el servicio”.

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EP Macarena Olona, durante su despedida del Congreso de los Diputados.

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