Europa Sur

Otros parques de Algeciras (y II)

● Apostamos por la creación de un parque fluvial entre el río Palmones y la calle Calandria, interrumpi­da por una chabola, que llegara hasta el final del Acebuchal

- Juan Carlos Martín Matilla. Vocal de Patrimonio en la asociación cultural La Trocha y miembro de la 2ª. Sección del IECG.

EN el centro de la ciudad encontramo­s el Parque de la Conferenci­a, situado junto a la avenida de la Hispanidad, una de las vías más elegantes de Algeciras, construida en terrenos ganados al mar a partir de la mitad de los años cuarenta del siglo XX. Se construyó el Real Club Náutico, entre 1943 y 1945, y en su entorno, un reducido puerto deportivo donde atracaban pequeñas embarcacio­nes.

En 1985 se creó el pequeño Muelle de las Anclas, al rellenarse parte del litoral. En él había un corto paseo ajardinado, con algunos bancos y una pequeña rosaleda. Recuerdo que en este parquecill­o se instaló un mapa de la bahía algecireña y del estrecho de Gibraltar, realizado con azulejos, que antaño estuvo situado en el rompeolas.

Posteriorm­ente, en 2006 se rellenó todo este litoral al construirs­e la autovía intra portuaria que conecta los muelles de la Isla Verde y de Juan Carlos I. Donde antes hubo un puerto deportivo se creó una zona verde, con el nombre de Parque de la Conferenci­a, gracias a la colaboraci­ón de la APBA y de la multinacio­nal de contenedor­es Maersk. El edificio del Club Náutico se demolió y en su lugar se edificó el edificio sede de ocio para los trabajador­es portuarios. Destaca en él sus palmeras y su amplia pradera de césped. Es un lugar muy agradable por el que pasear.

En la actual rotonda del Avemaría en la segunda mitad de la década de los 70 se construyó una pequeña zona ajardinada dotada de un paseo central flanqueado de hileras de palmeras y varios parterres en su entorno. A los extremos de este paseo se instalaron dos pequeños surtidores de agua rodeados por un pretil cubierto de lascas de piedra colocadas de canto.

También se formó una colina artificial, a la que popularmen­te se la llamó El Monte de Kun Fu, en referencia a una serie de televisión que se emitía por aquel entonces. Tras muchos años de abandono, se recuperó y se reajardinó; se eliminaron los dos referidos surtidores -ya es de todos conocida la aversión de esta ciudad por las fuentes- y en su lugar se colocaron unos jardincill­os. Como es habitual en Algeciras, no se riega; así que en verano el césped se encuentra agostado.

En la avenida de Agustín Bálsamo, en los terrenos ocupados por los bungalows de los jefes de la Compañía del Ferrocarri­l, de típica arquitectu­ra británica, se construyó la urbanizaci­ón Parque del Estrecho, tras la demolición de aquellos. Algeciras, lamentable­mente, perdió un referente arquitectó­nico de origen colonial inglés. Estas viviendas se hallaban rodeadas de un amplio jardín con diversas especies arbóreas. Al demolerse y construirs­e los nuevos bloques de pisos, la mayor parte de estos árboles fueron talados, y en el espacio reducido que se mantuvo sin desforesta­r se creó un parque de medianas proporcion­es, que recibió su nombre en honor a Luis Marquijano, destacada persona del movimiento ciudadano. Cuenta con un paseo que se bifurca en dos y quedan especies vegetales como plátanos de paseo y alguna palmera, aunque casi todas sucumbiero­n a causa del escarabajo picudo. Se comunica por medio de una escalera con la contigua urbanizaci­ón Villa Palma y por otras empinadas escaleras con la calle Doctor Pérez Rodríguez a través de un pasaje.

En la zona norte de nuestra población existen varias zonas verdes. Así en la calle Hermanos Portilla se construyó no hace muchos años una pequeña zona ajardinada en el talud entre esta calle y la de Enrique Granados. Tiene dos paseos y posee algunas especies arbustivas y arbóreas. La hilera de eucaliptos que se extendía por su límite con la calle Enrique Granados fue talada, pues esta especie está muy denostada actualment­e.

Muy cerca de este parquecill­o, frente al antiguo cementerio se encuentra el parque Pepe Gázquez, que originaria­mente era un descampado poblado por gran cantidad de eucaliptos. Al construirs­e la autovía a El Rinconcill­o, se talaron gran número de ellos; posteriorm­ente se convirtió en parque, dotado de unos paseos y recienteme­nte, de un carril bici. No hace mucho se volvieron a talar más eucaliptos, al igual que los que circundaba­n el antiguo camposanto, y se plantaron otras especies. En su lado norte limita con la rotonda del templo al sol.

En esta misma rotonda, entre las avenidas de Bruselas y de Italia,

Algeciras precisa de más zonas verdes de gran extensión, como las de otras urbes importante­s

en la barriada de San José Artesano, paralelo por su lado de levante a la autovía a El Rinconcill­o, y por su lado oeste, al IES Bahía de Algeciras y a la parroquia de la Santísima Trinidad, se extiende en forma longitudin­al un parquecill­o de mediana extensión. Cuenta con un paseo, varios árboles y arbustos y parterres. Resulta muy agradable pasear por él, ya que se contempla unas bonitas vistas panorámica­s de la Bahía y del Peñón por su lado este.

En esa misma barriada, por su lado oeste, podemos observar otro pequeño parquecill­o, que recibe el nombre de Francisco Soler, quien fuera destacado presidente de la asociación de vecinos de esta barriada. Se encuentra entre la autovía a Málaga y la avenida de Italia. Posee varios árboles de gran porte y otros arbustos en su reducida superficie.

Desde la avenida de Pérez Arriete, en su cruce con la rotonda de la inmigració­n, hasta los restos de la Torre del Almirante, bordeando todo el barranco o acantilado que se encuentra a levante del cementerio, se extiende el Parque del Paseo de Cornisa -Torre Almirante, creado por la APBA a finales del siglo XX. Al

principio, en parte de su recorrido, contaba con dos paseos; no obstante, debido a un corrimient­o de tierra en el talud, se perdió uno de ellos al reconstrui­rse.

Posee algunos árboles de gran frondosida­d, así como varios arbustos. Se han plantado otros en el borde del terraplén que en parte se han ido secando. Como es habitual, no se riega; por tal motivo no puede tener césped verde. Desde este paseo se pueden contemplar unas maravillos­as vistas de las instalacio­nes portuarias, del puente de acceso norte y de la Bahía y del Peñón. En las noches estivales resulta espectacul­ar pasear por él, puesto que se ven todas las luces del puerto reflejadas en el agua de la dársena extendida a sus pies.

En la barriada del Acebuchal, al final de la carretera de la Mediana y lindando con el río Palmones, nos encontramo­s con el Parque del Torrejón, de extensión relativame­nte grande. Posee bastante arbolado, sobre todo pinos, y arbustos. Cuenta con un paseo circular a lo largo de todo su perímetro y con una construcci­ón para el avistamien­to de aves desde el cual se divisan las marismas del río Palmones y la barriada barreña homónima, con las altas torres de Hércules al fondo. Como tantos otros parques de nuestra ciudad, tampoco se riega, de tal manera que en verano presenta un desagradab­le aspecto de sequedad y abandono. Pasear por él resulta muy agradable por las vistas que ofrece del citado río.

Ya en el oeste, nuestra ciudad posee dos parques de reducidas dimensione­s, uno se encuentra en la avenida Bella Vista y el otro, en la barriada de San Bernabé. El primero consiste en una pequeña zona con arbustos y árboles de poca corpulenci­a. Desde él, al hallarse en una cota del terreno de gran elevación, es posible contemplar unas hermosas vistas panorámica­s de la Bahía algecireña y del sempiterno Peñón de Gibraltar.

No muy lejos de este parque se conservan, dentro de un acuartelam­iento y en el centro de un sencillo jardín. las ruinas de la torre de los Adalides, de origen medieval y en cuyas cercanías se asentó uno de los campamento­s cristianos, en el asedio de 1342-44, que tuvo fama en toda Europa. Esta fortificac­ión, de planta cuadrada, estaba en el centro de un recinto octogonal y su función era más importante que la de una simple atalaya. Fue destruida en 1898 durante la guerra hispanonor­teamerican­a, ya que era muy visible y destacaba nítidament­e sobre la más alta de las colinas (entonces totalmente despejadas de árboles y edificacio­nes) que enmarcaban la ciudad vista desde la bahía.

Al estar contemplad­a en los planos de la época, la torre era una excelente referencia para dirigir el tiro de la artillería naval sobre puntos clave de Algeciras, ya que tras el desastre de Santiago de Cuba, Estados Unidos manifestó sus planes para bombardear con su escuadra las costas españolas. Esto afortunada­mente no se produjo, pero otros elementos patrimonia­les, como la torre de San García, fueron eliminado por la misma razón que la torre de los Adalides. En estos casos, la historia fue sacrificad­a ante la seguridad.

El segundo parque lleva por nombre Fermín Cabezas y se halla en la avenida de América. Es de pequeñas dimensione­s y posee algunos eucaliptos, salvados después de la tala de otros muchos que crecían cuando era un simple descampado. Se han plantado otros arbolitos cuyo desarrollo está por ver.

En este recorrido por nuestras zonas verdes he omitido aquellos jardincill­os que no merecen ser catalogado­s como tales parques., como el de la barriada de El Cobre, junto al acueducto, el que hay a la entrada de la barriada de Nuevas Colinas o el cercano a la calle Jaén. Sin alcanzar tampoco la categoría de parques, son dignos de tener en cuenta como zonas verdes los ajardinami­entos, a veces bastante extensos, de que disponen muchas urbanizaci­ones, como las existentes en la Avenida de Ramón Puyol.

La Trocha apuesta por la creación de un parque fluvial entre el río Palmones y la calle Calandria, interrumpi­da por una chabola, que llegara hasta el final del Acebuchal. Por toda esta zona se extiende un descampado con varios árboles, sobre todo eucaliptos, y sería muy idóneo convertirl­o en un parque ribereño al citado cauce fluvial. En otras ciudades, como Valladolid, existen parques fluviales que embellecen las riberas de los ríos y sirven de esparcimie­nto para los ciudadanos. Sería muy beneficios­o para la ciudad el que se creara uno similar aquí.

Invito a todos los algecireño­s y forasteros a que visiten todos estos parques citados en este artículo, algunos de los cuales quizás les sean desconocid­os. El desarrollo urbano y cultural de una ciudad se mide, en gran manera, por el número de parques y zonas verdes que encierran y que suponen un pulmón verde para estas poblacione­s, a la vez que son un referente para el disfrute de sus habitantes.

Nuestra ciudad todavía precisa de más zonas verdes de gran extensión, como las que poseen otras urbes importante­s. A ver si las generacion­es futuras pudieran disfrutar de estas posibles zonas verdes…

 ?? ?? Paseo de la Cornisa-torrealmir­ante.
Paseo de la Cornisa-torrealmir­ante.
 ?? ?? Parque Fermín Cabezas.
Parque Fermín Cabezas.
 ?? ?? Parque del Torrejón.
Parque del Torrejón.
 ?? ?? Parque Pepe Gázquez.
Parque Pepe Gázquez.
 ?? ?? Rotonda del Avemaría.
Rotonda del Avemaría.
 ?? ?? Parque de la Conferenci­a.
Parque de la Conferenci­a.
 ?? ?? Parque Luis Marquijano.
Parque Luis Marquijano.
 ?? ?? Avenida de Bellavista.
Avenida de Bellavista.
 ?? ?? Parque Francisco Soler.
Parque Francisco Soler.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain