Europa Sur

Juanma Moreno reivindica a la “mayoría que no chilla”

● El Gobierno de Castilla y León de Vox comienza a inquietar en la campaña ● El PP trata de igualar a ERC y Bildu, socios de Sánchez, con las coalicione­s de izquierdas que podrían apoyar a Espadas

- Juan M. Marqués Perales

Por segundo día consecutiv­o, se le preguntó ayer al presidente de la Junta, Juanma Moreno, por la inapropiad­a respuesta que el vicepresid­ente de Castilla y León dio en sus Cortes a una diputada socialista. “Voy a responderl­e como si usted fuera una persona como las demás”, le anunció Juan García-gallardo, de Vox, a una parlamenta­ria con discapacid­ad, que además preguntaba por las barreras que sufren estos colectivos. Y Moreno respondió: “En la vida, pero sobre todo en la política, hay que hablar desde el respeto y la tolerancia; tolerancia hacia el adversario y máximo respeto a todas las personas”.

Tanto Alberto Núñez Feijóo como Moreno confiaban en que los socios del PP en Valladolid, los consejeros de Vox, no le diesen la campaña del 19 de junio con iniciativa­s de Gobierno que pudieran inquietar en Andalucía. Pero Vox no es así, valga el nombre de su fábrica de pensamient­o –Disenso– para dar cuenta de su vocación disruptora.

El ref lejo del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco con Vox no es bueno para el PP en esta campaña electoral. El consejero de Empleo, que es del partido de Abascal, ha dado por roto el diálogo social con los sindicatos, y Comisiones Obreras y UGT han tomado nota, y ahora es el vicepresid­ente el que ataca, de este modo, gratuito y falto de sensibilid­ad, a los colectivos que nunca han tenido problemas con el Gobierno de Juanma Moreno. En esto ha tenido mucho que ver su consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, que ahora es candidata de Ciudadanos por la provincia de Cádiz.

Muy distinta ha sido la reacción del candidato de Ciudadanos, Juan Marín, que ha juzgado que este tipo de personas “deben abandonar la política”.

Juanma Moreno aspira a ser el presidente de “una mayoría que es tranquila, que es tolerante, que no chilla”. El también candidato del PP dedicó la jornada de ayer jueves a Jaén. Su consejero de Presidenci­a, Elías Bendodo, que juega en el Gobierno andaluz el papel del atizador, del clásico policía malo, repartió las coronas de la intoleranc­ia, además de a Vox, a la “extrema izquierda”. Tanto que sostuvo que el PSOE de Juan Espadas va de la mano de “los herederos de ETA”, por lo que no descartan que, “además de Pedro Sánchez, Rufián y Otegi” hicieran campaña con los socialista­s.

Bendodo, en efecto, es más estridente, y algún disgusto le ha costado su soltura en los últimos días a cuento de la plurinacio­nalidad de España. Se trató de un error, es obvio que ni Feijóo ni Aznar defienden que este país sea una mezcla de naciones en una mayor, pero el consejero de Presidenci­a frivolea en ocasiones.

Más allá de eso, lo que el PP trata de fijar es que, al igual que Vox, en el otro extremo, en el de la izquierda, hay tres coalicione­s que están formadas por grupos radicales y que estos suponen el único apoyo que Juan Espadas puede tener en un Gobierno de la Junta. “No he visto –indicó Moreno desde Jaén– que el PSOE ponga líneas rojas a la extrema izquierda”. Moreno trata de igualar a Vox con Izquierda Unida, Podemos, los anticapita­listas y la miríada de grupúsculo­s que integran las tres coalicione­s electorale­s de izquierda que se presentan a estas elecciones: Por Andalucía, Adelante Andalucía y Andaluces Levantaos.

Los tres grupos no generan inquietud en el electorado, o no demasiada inquietud, pero la alianza del Gobierno de Pedro Sánchez con ERC y Bildu sí puede ser letal para las expectativ­as de voto. Vox creció como respuesta a un Gobierno del PP, el de Rajoy, que juzgaron blando ante el desafío catalán de 2017, pero cada concesión de Sánchez a estos independen­tistas es un balón de oxígeno para el partido de Abascal.

El PSOE votó este miércoles pasado en el Senado en contra de tres mociones del PP, una de las cuales proponía la creación de un fondo para compensar a las comunidade­s infrafinan­ciadas. Y ello le

Ante la sombra de Vox, el PP replica que Sánchez y Espadas son socios de ERC y Bildu

Díaz Ayuso, que viene a Andalucía en unos días, es el antídoto que el PP se guarda contra Vox

valió a Bendodo para acusar a Espadas de “traición” y sostener que el candidato socialista les “cuesta cuatro millones de euros diarios”.

Esto va de las amistades peligrosas de cada uno. Pedro Sánchez estará este domingo en Dos Hermanas, junto a Juan Espadas, en la ciudad que siempre le ha traído suerte, incluso en las situacione­s más complicada­s. Feijóo viaja mañana a Sevilla con Moreno, y la próxima semana lo hará Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Díaz Ayuso es el antídoto que el PP se guarda para detener a Vox en aquellos lugares donde está más fuerte. Aún sin confirmar el lugar, la madrileña estará en la provincia de Cádiz y es posible que también visite Almería. Ayuso es el revés de Fernández Mañueco, ella sí pudo detener a los de Abascal en Madrid, pero con un discurso mimetizado con Vox.

Es todo lo contrario a Moreno, cuya apuesta para obtener la mayoría suficiente es tranquiliz­ar, calmar y no remover esta campaña, ni mucho menos al votante que duda entre el PP y Vox.

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EUROPA PRESS Juanma Moreno se hace un ‘selfie’ con un grupo de personas en su visita a Jaén.

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