Albert Serra: “Cada vez hay más distancia entre la política y la gente normal”
El director catalán es uno de los favoritos a la Palma de Oro del Festival de Cannes por ‘Pacifiction’
Es uno de los favoritos en las quinielas para la Palma de Oro por la originalidad de que gira en torno a un político enviado a Polinesia. El catalán Albert Serra aseguró ayer que “cada vez hay más distancia entre la política y la gente normal”, lo que explica “el auge del populismo”.
Serra, único español en competición oficial en Cannes, entusiasmó a los seguidores de un cine más radical con un filme rodado en Tahití y en francés, que oscila entre el y el viaje interior y que contrapone la idea del paraíso y la corrupción.
“Hay un abandono, un malestar en nuestras sociedades”, destacó el director de un abandono que se ref leja en la película protagonizada por Benoit Magimel en el papel de alto comisionado de Francia en Polinesia.
Serra reivindicó un territorio de exploración narrativa, de búsqueda de la originalidad y de ambigüedad. “La película es una ficción, hay un lado artificial muy pronunciado, un lado improbable”, señaló. “Hay cierta observación del ser humano, pensamientos sobre la actualidad y temas contemporáneos pero a la vez la pura fantasía del cine, siempre trato de evitar los clichés”, precisó.
Habituados a ver a los políticos en oficinas y grandes ciudades, Serra convierte al suyo en un hombre en movimiento, que toma olas en moto acuática sin quitarse el traje y pasa las noches en un club nocturno de ecos lyncheanos.
“Es un político espontáneo, limitado por la corrección pero es real, no es un robot”, dijo. Para interpretarlo eligió a Magimel, ganador de dos premios César al mejor actor del cine francés y galardonado en Cannes en 2001 por
“Su cara tiene algo perturbador que le iba muy bien al personaje, y también trabajo mucho en la dramaturgia la presencia de alguien en el centro del filme”.
Magimel destacó que trabajar con Serra es una experiencia “completamente diferente” a hacerlo con otros cineastas. “La libertad es total, es increíble, Albert te pone en una situación y te dice que entres cuando quieras, no hablamos mucho del personaje, no teníamos un texto impreso”.
Serra reconoció la “irregularidad” en el tono de que unas veces invita a reír y otras adentra al espectador en el viaje alucinado y paranoico del protagonista. “Estoy obsesionado con las atmósferas inéditas, sé que es arriesgado”, afirmó.