Europa Sur

El triunfo más doloroso de Nadal

ROLAND GARROS ● El balear se clasifica para su decimocuar­ta final de Roland Garros tras imponerse por la lesión de Zverev ● Ya había ganado el primer set en el ‘tie break’ y Ruud será su último rival

- Luis Miguel Pascual (Efe)

Rafael Nadal jugará su decimocuar­ta final en Roland Garros, una ronda en la que nunca ha perdido, tras la retirada del alemán Alexander Zverev, que se torció un tobillo y fue evacuado en silla de ruedas y entre lágrimas. El balear se enfrentará en la última cita del torneo al noruego Casper Ruud, que alcanzó la final tras derrotar con claridad al croata Marin Cilic por 3-6, 6-4, 6-2 y 6-2.

Horas antes, Nadal había sellado el pase de una manera que no le había gustado nada. Con 7-6 a su favor en un increíble en el que perdía por 2-6 para remontar, el tenista español había firmado el punto del 6-6 para volver al desempate. Ahí se rompió Zverev, al no llegar a la pelota. Tras unos minutos en el vestuario, el germano regresó a la pista apoyándose en dos muletas para saludar al público.

Los dos tenistas habían sobrepasad­o las tres horas de partido y el español acababa de igualar a 6 juegos el segundo set, tras haber ganado el primero por 7-6 (10-8). Nadal reconoció que, pese a la alegría que supone alcanzar una nueva final, no podía ocultar su tristeza por la retirada de su rival en esas condicione­s.

“Es duro verlo así, estoy triste por él, ha jugado un gran torneo, ha luchado por ganar un Grand Slam y no podrá conseguirl­o por ahora. Lo lamento mucho”, dijo.

El español reconoció que el partido fue duro –“tres horas y ni siquiera se cerraron dos sets”– y reiteró su pena por la retirada del alemán: “Para mí es un sueño, pero acabar así es un poco triste. Es un momento difícil para mí ver así a Sasha”.

El alemán, semifinali­sta la pasada edición, había plantado cara al español, que no demostró el mejor juego desde su llegada a la tierra batida de París. Zverev tuvo hasta cuatro opciones de apuntarse el primer parcial y en el segundo no dio muestras de ceder contra Nadal. El partido se disponía a afrontar un segundo juego de desempate cuando ocurrió la desgracia.

Fue en la bola en la que el español empató a 6. Zverev trató de llegar a la misma, pero un pie se le quedó enganchado en la tierra batida y se dobló el tobillo de forma ostensible.

Los gestos de dolor helaron la grada, hasta ese momento muy favorable al trece veces campeón. El jugador alemán se retorcía sobre la arcilla y el propio Nadal acudió a consolarlo. quo tormentoso que tuvo. Salió desatado Zverev, dispuesto a ser él quien diera el tono a la final, quien lanzara al aire la moneda con la esperanza de que cayera de su lado. Y obligó a Nadal a jugar a la defensiva. Le pedía el partido aguantar el chaparrón. Esperar a que amainara la tormenta Zverev.

Nadal, maestro de la paciencia, no se descompuso con la ventaja del germano, que le arrebató el servicio en el primer envite. Se limitó a conservar los demás y esperar. Tarde o temprano tenía que amainar. Zverev lo ponía todo. Los golpes ganadores y los errores, y Nadal, que escuchaba la lluvia chisporrot­ear en la cubierta de la central, agazapado a esperar su momento.

Igualó a cuatro y entonces pareció tener al alemán contra las cuerdas, con cuatro bolas de set

Rafael Nadal

Ganar es bonito, te llena de adrenalina, pero la vida es más importante que cualquier título”

en el noveno, pero reaccionó Zverev, que se aferró de nuevo a su saque, una metralleta para forzar el juego de desempate.

Ahí reinó, se colocó 6-2 y con todo a favor para adjudicars­e el parcial, sin contar que enfrente estaba Nadal, el inmortal, que tiró de su mejor tenis para levantar cuatro bolas de set del rival y acabar por apuntarse la manga con un de ensueño.

No se descompuso el alemán, que siguió presionand­o, aunque el juego perdió precisión y calidad. Arriesgaba­n menos, el juego perdía potencia pero no belleza. Un punto de 44 golpes mantenía enchufada a la grada.

Ocho roturas de servicio, un solo juego con su saque para cada uno hasta el 5-5. Con la lesión acababa un partido apasionant­e. Nadal, que nunca antes había jugado contra Zverev en Roland Garros, puede sumar el nombre del alemán a su lista de víctimas en esa pista. Y ya son 73.

El noruego Casper Ruud jugará la primera de su carrera en un Grand Slam tras derrotar al croata Marin Cilic, 3-6, 6-4, 6-2 y 6-2 en 2 horas y 55 minutos. El tenista, octavo del ranking a sus 23 años, no se descompuso con el dominio del croata en el primer set y a partir de ese momento fue mucho más sólido que su rival.

 ?? CHRISTOPHE PETIT TESSON / EFE ?? Rafa Nadal, junto a Alexander Zverev, quien tuvo que retirarse en la semifinal debido a una lesión en el tobillo.
CHRISTOPHE PETIT TESSON / EFE Rafa Nadal, junto a Alexander Zverev, quien tuvo que retirarse en la semifinal debido a una lesión en el tobillo.

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