Rajoy con la Andalucía socialista, Pedro Sánchez con el Madrid de Ayuso
Las apariencias engañan y el discurso político, más. La primera comunidad en inversiones del Estado durante la etapa de Rajoy como presidente fue Andalucía, donde aún gobernaba el PSOE. La primera
tar contra el Gobierno y especialmente contra Pedro Sánchez en todos los frentes. “Nunca vamos a ser desleales con ese país. No vamos a hacer pactos que rompan la confianza, como ha hecho el gobierno con el líder del frente polisario, no vamos a mandar cartas sin conocimiento de las Cortes Generales y no vamos a tomar decisiones contra la opinión de una parte del Gobierno, como es el caso de Pedro Sánchez”, le dijo el líder del PP al primer ministro marroquí en Rotterdam, sin aclarar aún la
posición oficial del PP respecto al referéndum.
¿LÍMITES DE ESTADO?
España tiene una debilidad clara: cada cuatro años cambiamos nuestra política mientras que los marroquíes, apoyados en una monarquía vitalicia, tiene continuidad plena en sus posiciones. El PP no ha sido precisamente un ejemplo en sus relaciones con el país vecino. La etapa de Aznar fue dura; Rajoy, más pragmático, destensó la situación.
Es obvio que la política exterior
de un estado está conectada con su política interior. No son realidades paralelas pero existe un interés superior de país que debiera servir como límite. Tampoco evitó criticas Feijóo en foros comunitarios a la ejecución presupuestaria del gobierno. Lo hizo ante el plenario de los conservadores europeos. Y también durante la semana calificó de “apartheid” el sistema lingüístico catalán, una descalificación que ofenderá a muchos por más espacio que hay a la crítica. Lo dicho, vienen curvas.