El reino de este mundo
● Nuccio Ordine revela la política de Enrique III de Valois y las cuestiones que interesaron o afligieron al XVI europeo
EL profesor Nuccio Ordine emprende una delicada gesta en esta obra, como es la de revelar el verdadero significado del emblema de Enrique III de Valois, que constaba de tres coronas en triángulo, sobre las cuales se tendía el lema
“la última -corona- espera en el cielo”. Según nos recuerda el malogrado Fumaroli, en un oportunamente divulgativo, estas labores de indagación simbólica deben buena parte de su existencia a los trabajos que Aby Warburg decicó al Renacimiento. Y con posterioridad, a los trabajos del Instituto Warburg, emigrado a Londres con la II Guerra Mundial. En esta misma línea exploratoria debemos recordar el impresionante estudio de Klibansky, Panofsky y Saxl,
donde se abordó este concepto a partir del grabado de Durero,
fechado en 1514. Es ahí, por tanto, en esa capacidad sintética del emblema, que ocupa al Renacimiento y al Barroco, donde debemos situar de cuyas páginas se desprenden, necesariamente, los problemas que acuciaron a aquella hora del XVI europeo.
Dos de las tres coronas son la de Francia y la de Polonia, de las que Enrique III era depositario; siendo la tercera una corona celeste que alcanzaría en otra vida. Pero dicho significado no es tan sencillo. Y acaso formara parte de un mensaje menos espiritual, donde pudiera ser imagen de la ambicionada corona de Inglaterra. Quiere decirse, pues, que Ordine, a través de esta indagación emblemática (recordemos la imprescindible de Ripa, publicada en 1593), nos resume varios problemas de extraordinario relieve: uno primero es el del mantenimiento del poder, durante las largas guerras religiosas. Otro es el prestigio de la imagen –pero también su falibilidad y su engaño– como forma de conocimiento.