Las hermandades rocieras del Campo de Gibraltar, ante la Blanca Paloma en su ermita
La rotura de un banco del paso de la Virgen obliga a un desfile por el templo para presentar los simpecados
Las tres hermandades de Nuestra Señora del Rocío del Campo de Gibraltarllegaron ayer al esperado Lunes de Pentecostés con un sabor agridulce por la rotura de un banco del paso de la Virgen. Algo que no impidió, no obstante, que las corporaciones presentaron sus respetos ante la Blanca Paloma.
Los romeros de Algeciras, La Línea y San Roque suplieron la ausencia de la procesión por las calles de la aldea con un recorrido hacia la ermita.
Durante la madrugada, a las 3:12, los almonteños protagonizaban el salto de la reja y sacaban a la Virgen a la calle. Lo hacían en unas andas nuevas, estrenadas hace apenas dos semanas realizadas con fibra de carbono y aluminio aeronáutico para reducir su peso un 30% y mejorar la seguridad.
Apenas tres horas después de la salida, sobre las 6:08, cuando la Virgen se encontraba a la altura de la hermandad de Alicante, se rompía uno de los bancos de esas nuevas andas. Esto motivaba su regreso al Santuario apenas diez minutos más tarde dejando sin visitar a la mayor parte de las filiales que la esperaban en distintos puntos de la aldea, entre ellas las tres del Campo de Gibraltar.
Momentos más tarde, la Matriz, por seguridad para la imagen, decidía suspender la procesión, algo similar a lo que ya ocurrió en la romería de 2011, cuando la rotura de un varal obligó a regresar a la Virgen sobre las 8 de la mañana.
Poco después, invitaba a las filiales a acercarse con su Simpecado a la ermita para rezar la salve, las cuales protagonizaron un improvisado desfile por las calles de la aldea hasta alcanzar el templo.
Durante unas cinco horas, en una mañana especial, todas las hermandades que no habían sido visitadas por la Virgen antes de su apresurado regreso, fueron desfilando con sus Simpecados.