Navantia Puerto Real anuncia sus primeros proyectos eólicos para 2023
● Ocean Winds reserva espacio para construir la cimentación de subestaciones de dos parques marinos de Francia ● La obra arranca a inicios de 2023 y supone unas 380.000 horas de trabajo
La dirección de Navantia confía en los proyectos off-shore como revulsivo para dar actividad al astillero de Puerto Real ante las dificultades para lograr contratos de construcción de barcos. La empresa pública emprendió hace casi una década una tarea de diversificación cuyo último fruto es el anuncio ayer de que Ocean Winds ha reservado espacio en la factoría para iniciar en 2023 la construcción de cimentaciones para las subestaciones de dos parques eólicos marinos en Francia. La obra supone unas 380.000 horas de trabajo para la industria de la Bahía y no será la única que llegue a Puerto Real, si se cumplen los vaticinios de la empresa pública.
Ocean Winds es una compañía española dedicada a energía eólica marina participada al 50% por EDP Renewables (EDPR) y Engie. Ayer confirmó un acuerdo de reserva de capacidad para construir en Puerto Real dos cimentaciones tipo jacket y pilotes asociados para las subestaciones de dos parques eólicos marinos en Francia: îles d’yeu et Noirmoutier y Dieppe Le Tréport, con una capacidad de generación de 496 MW cada uno y entrada en operación a partir de 2025. El acuerdo de reserva es un paso previo a la formalización del contrato, según informó Navantia. Las jackets se construirán en el astillero de Navantia en Puerto Real, donde generarán aproximadamente 380.000 horas de trabajo. Las tareas iniciales de ingeniería ya han comenzado y la entrada en carga del astillero será temprana: la construcción de las jackets se iniciará a principios de 2023 , con la previsión de entregar ambas estructurasen 2024 y 2025. Este proyecto marca un hito para Navantia Seanergies, ya que será su primer proyecto en la modalidad llave en mano o EPC (Ingeniería, Compras y Construcción, por sus siglas en inglés), siendo por tanto responsable del diseño y fabricación llave en mano de las estructuras.
Ocean Winds es una empresa española, con sede en Madrid. En la actualidad figura como líder de proyectos eólico-marinos offshore y es una de las que presenta mayor número de proyectos en cartera en la actualidad (más de 11GW de portfolio en 2022).
No es la primera colaboración entre Navantia y Ocean Winds. La compañía pública española ya fabricó en Puerto Real para su matriz EDPR 20 estructuras tipo jacket para el parque Moray East y una estructura flotante para su parque de eólica flotante Windfloat Atlantic en Portugal, ésta última junto con su socio Windar.
El acuerdo anunciado ayer es el primero que comunica Navantia desde que presentara el pasado mes de abril su marca comercial Navantia Seanergies para impulsar su actividad en el sector de las energías verdes, con foco en los mercados de la energía eólica marina offshore y el hidrógeno. Navantia Seanergies parte de de una ya sólida experiencia en el sector, con participación, desde 2014 en 11 proyectos de energía offshore en cinco países, con una facturación cercana a 1.000 millones de
La previsión es que ambas estructuras se entreguen al contratista en 2024 y en 2025
euros. Navantia Seanergies prevé alcanzar en 2022 pedidos valorados en 500 millones de euros.
“El crecimiento exponencial previsto para la eólica offshore es sin duda una oportunidad para Navantia, como lo es para España y Europa. Queremos sumar esfuerzos en pro de un sector que generará crecimiento sostenible e innovación, y contribuirá a crear riqueza y empleo cualificado”, afirmó el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez. “La colaboración con Ocean Winds consolida nuestra posición como proveedor global y socio industrial fiable de varios de los principales grupos energéticos internacionales. Nuestra apuesta por las energías verdes y en particular por la eólica marina va a impulsar nuestro negocio y a aportar valor a nuestros socios”,señaló el director de Navantia Seanergies, Javier Herrador.
Las obras off-shore realizadas hasta el momento en Puerto Real han dejado de casi 180 millones en la industria naval de la Bahía. El proyecto más importante en horas de trabajo fue el primero, el de la construcción de la subestación Andalucía para el parque eólico Wikinger, promovidoporiberdrola en el mar Báltico, que supuso un millón de horas de trabajo entre diciembre de 2014 y agosto de 2016. 46 empresas participaron en el proyecto, con un pico de 1.627 empleos y un impacto de 50 millones.
A continuación vino la subestación Andalucía II, también para Iberdrolapero paraelparqueeólico marino East Anglia One, en la costa oeste de Inglaterra. Este proyecto generó un impacto de 55 millones, con 1.687 trabajadores de 53 empresas diferentes, acumulando 774.000 horas de trabajo.
En febrero de 2019 arrancó la obra de Kincardine. Aunque sus dimensiones fueron mucho más modestas en comparación con las anteriores (89.200 horas, siete millones de euros de impacto y trece empresas), supuso un hito ya que se trataba de la primera estructura flotante ensamblada en Puerto Real para un parque eólico off-shore. El encargo formaba parte del contrato que Cobra Wind Internationa adjudicó a Navantiapara construir cinco plataformas, de las que cuatro se elaboraron en Fene.
Este proyecto coincidió con la fabricación de veinte jackets subcontradas por Smulders para el parque eólico Moray Firth East, al que se dedicaron 136.000 horas de trabajo, con once empresas implicadas, generando 644 empleos y un impacto de 25 millones.
La última obra acometida en Puerto Real para el negocio offshore fue la subestación eléctrica encargada por las empresas noruegas Equinor y Aibel destinada al campo petrolífero Johan Sverdrup. Fue un proyecto muy exigente que requirió un notable sobreesfuerzo a la empresa para recuperar el tiempo perdido por el cierre del astillero a causa del confinamiento porlapandemiadecovid-19 ymitigar el impacto de la huelga de la industria auxiliar en agosto de 2020. A ello se suman los altos requerimientos tanto de calidad como de seguridad laboral que demandaban los contratistas. La obra generó 2.325 empleos, con 830.000 horas de trabajo y 41 empresas implicadas, dejando un impacto de 40 millones de euros.
Mientras tanto, la empresa insiste en que no renuncia a la construcción de barcos en Puerto Real, que cuenta con uno de los mayores diques secos de Europa. El único contrato cerrado hasta el momento es del nuevo Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) para la Armada Española. Hasta el pasado mes de noviembre no se firmó la orden de ejecución, y el corte de chapa no se espera al menos hasta principios del año que viene.
Es el primer encargo anunciado desde la creación de la división Navantia Seanergies